Las anomalías presentadas en estructuras de acero en nuestro país en los últimos años, como en el puente Cau Cau y la pasarela Manquehue, dejan en manifiesto la importancia de contar con un sistema de trazabilidad de los aceros y la ejecución de estructuras que apoyen de manera efectiva el aseguramiento de su calidad y, por lo tanto, protejan debidamente tanto las inversiones como la seguridad de las personas.

Estas fallas han producido una natural inquietud en la población, planteando varias interrogantes en relación al diseño de este tipo de estructuras, los materiales usados, su ejecución y su inspección. En primera instancia, cabe preguntarse si estos casos obedecen a causas específicas en algunas de estas áreas o si representan una tendencia generalizada en la construcción.

En los diseños de las estructuras, el profesional a cargo juega un rol preponderante y es válido preguntarse si efectivamente estamos eligiendo a las personas más idóneas para llevar a cabo ese trabajo, no solamente como mandantes, sino como sociedad que establece cánones y habilitaciones profesionales de manera apropiada. Si frente a esta interrogante no tenemos una respuesta clara, consistente y sólida, estamos fallando frente a nuestros semejantes y los exponemos por negligencia, a situaciones de inseguridad y peligro que, desde un punto de vista ético y humano, debemos evitar.

En este contexto, el cumplimiento riguroso de la normativa vigente en nuestro país, avalada por los profesionales de mayor experiencia en nuestro medio y el debido control en cada uno de los pasos de fabricación, son los que efectivamente pueden generar una huella trazable y por lo tanto los niveles de calidad adecuados.

Es aquí donde se necesita la participación de las organizaciones intermedias de la sociedad, que entreguen un aporte decidido y definido en los niveles necesarios de normalización, regulación y control de los procesos. Al respecto, el Instituto Chileno del Acero ha propuesto iniciativas fundamentales para el desarrollo y apoyo de políticas globales, impulsando el estudio de normas y proyectos de regulación y control en la construcción en acero en el país.

Por otra parte, los proceso y documentación que ellos generan deben ser preparados por profesionales que cuenten con los debidos conocimientos y experiencias, de manera que puedan identificar y manejar las eventualidades surgidas.

El Instituto Chileno del Acero mantiene una constante preocupación para organizar acciones conjuntas y apropiadamente coordinadas entre los sectores público y privado, con el fin de crear y mejorar la normativa y reglamentación vigentes, así como propiciar el aseguramiento de la calidad de los materiales, ya sean ellos nacionales o importados.

Todos los casos acontecidos de fallas en importantes proyectos nos hacen poner especial atención y reflexionar acerca de lo que estamos entregando al país; debemos analizar con atención estos errores, no solamente porque podamos comprender su significado a través de un análisis puramente cuantitativo, sino también porque tiene un profundo significado cualitativo que nos llama a preguntarnos si estamos entregando respuestas válidas a la colectividad que nos rodea.

Juan Carlos Gutiérrez P.
Director Ejecutivo
INSTITUTO CHILENO DEL ACERO

Sergio Contreras

Este año se acerca con decisión hacia su final.

Y, como en todos los finales, es natural y de gran importancia hacer un balance tanto de nuestras acciones como de nuestras proyecciones hacia el futuro. Este año ha tenido un desarrollo complejo en el mundo y también en Chile. Las grandes economías han alcanzado un ritmo de crecimiento más bien lento y dirigido a paliar sus falencias propias lo cual genera expectativas económicas débiles a los mercados de nuestra zona, entre ellos el mercado del acero y también al desarrollo industrial de nuestros países.

Sin embargo, lo anterior no disminuye los desafíos más importantes a los cuales la industria nacional está enfrentada. El aseguramiento de la calidad de los materiales es una acción prioritaria en el país. El avance de la ingeniería, los nuevos procedimientos e innovación en análisis y diseño tanto en edificios como en obras industriales requiere de certezas básicas y confiables en los materiales usados.

De esta manera es de gran importancia el logro de un control de las barras de acero de acuerdo a las instrucciones del MINVU al servicio Nacional de Aduanas para certificar el cumplimiento normativo de las barras importadas a través de laboratorios nacionales certificados.

También es de gran importancia el apoyo ofrecido por el ICHA al Ministerio de Obras Públicas para supervisar la calidad de los aceros usados en los puentes, en especial en el puente sobre el canal de Chacao, el cual es hoy día el puente colgante de mayor importancia en construcción en el hemisferio sur. Este hecho ligado a la continua asistencia en capacitación y conocimiento del acero como material estructural constituye un aporte decidido del Instituto al medio nacional, a la industria y al estado como un apoyo a los procesos de construcción de la infraestructura nacional.

La normativa que regula los diversos ámbitos de la industria de acero y la fabricación y montaje de estructuras de este material es otro de los aportes significativos del ICHA al país. De esta manera la interacción con el Instituto de la Construcción y los convenios de colaboración suscritos con el Instituto de Nacional de Normalización han ampliado la perspectiva del horizonte nacional de manera intensa, logrando aunar un esfuerzo que trasciende a los intereses particulares de las empresas o los servicios públicos y nos sitúa en una perspectiva de avanzada entre los países que comparten nuestro nivel de desarrollo. Todo ello se cristaliza en la creación en un sistema adicional de generación de normas, en conjunto con INN, conocido como OSEN.

Hoy el Instituto Chileno del Acero es una institución de importancia vital para Chile y, a diferencia de consideraciones erróneas, no pretende crear barreras comerciales arbitrarias sino amparar una excelencia técnica, compromiso que desde su fundación ha mantenido incólume y nos asiste la convicción de haberlo logrado a través de un trabajo intenso y comprometido a través de años.

Por este motivo, este fin de año recibiremos al nuevo año con una esperanza firmemente afianzada en nuestra certidumbre de que hemos llevado a cabo un quehacer basado en la confianza y en la certidumbre de ser un aporte real a la ingeniería, al servicio público y a la industria nacional.

Sergio Contreras A.

Presidente

Parte fundamental del éxito del modelo de negocios de INDURA –líder en gases y soldaduras- es que entrega una atención personalizada a sus clientes y posee un profundo conocimiento de los mercados en los que están presente, entre los que destaca el área metalmecánica.

“Lo que nos diferencia es que nuestros productos y servicios son el punto de partida para que nuestros especialistas desarrollen, en conjunto con nuestros clientes, soluciones innovadoras y a la medida, que pueden mejorar procesos y/o servicios y así contribuir al desarrollo de las industrias”, señala Riveros, Vicepresidente Sudamericano Air Products.

En forma constante la empresa está atenta a nuevas necesidades de la industria metalmecánica. De esta manera, tras el terremoto de febrero de 2010, especialistas del área de Investigación y Desarrollo de la compañía trabajaron para diseñar una soldadura sismo resistente, orientada a reducir el riesgo de falla en estructuras de acero.

La soldadura fue sometida a intensas pruebas de testeo, que demostraron que es capaz de absorber 20% más de energía que un producto similar cuando se produce un movimiento telúrico. Esta innovación hecha en Chile destaca por su tenacidad al impacto, estabilidad operativa, ductibilidad y resistencia a la tracción.

Con este mismo espíritu, INDURA participó en la construcción de la primera planta termosolar de América Latina, Atacama Solar I. La compañía preparó en la misma obra, mezclas de gases especiales a la medida del cliente además de adaptar la soldadura para las condiciones especiales del proyecto. De esta manera, se convirtió en la primera empresa en desarrollar gases y soldaduras para plantas termosolares en América Latina.

INDURA también ha invertido su conocimiento y experiencia en el desarrollo de otros tipo de proyectos de innovación, como son las Soluciones de Oxigenación en altura, Oxymind. Un desarrollo que está orientado a disminuir los síntomas del mal agudo de montaña a alturas por sobre los 2000 msnm, a través de la incorporación de oxígeno en distintos formatos desde un módulo de confort para 10 personas hasta oxígeno individual en lata.

 Junto con ofrecer productos y servicios innovadores, INDURA se ha consolidado como un referente en el mercado metalmecánico gracias al Centro Técnico INDURA (CETI), que con más de 50 años especializado en la formación y calificación de soldadores y supervisores, así como también en la certificación e inspección de soldadura, ha sabido mantener su liderazgo como la primera escuela de soldadores de Chile. En ella han sido capacitados 80 mil alumnos, de acuerdo a la norma norteamericana AWS.

INDURA produce, comercializa y desarrolla soluciones integrales con gases, soldaduras, equipos y servicios complementarios para las empresas del mercado metalmecánico. Hoy  es parte del grupo de empresas Air Products, una de las principales compañías de gases industriales a nivel mundial, presente en más de 50 países y en los 5 continentes

En el Hotel Hilton de Buenos Aires tuvo lugar la ceremonia inaugural de la Edición 56 del Congreso Alacero, el evento que reúne a los más destacados líderes de la cadena de valor del acero de América Latina.

Con una concurrencia de más de 700 personas y la presencia de Horacio Rodríguez Larreta, Jefe de Gobierno electo de Buenos Aires, el Congreso Alacero-56 inició las actividades, en un congreso cargado por temas que interesan al mundo del acero y que ocuparon los debates durante los dos días que duró el encuentro.

En su discurso, Martín Berardi, Presidente de Alacero y Director General de Ternium Siderar (Argentina) se refirió a la situación desafiante que hoy enfrentan la industria siderúrgica y metalmecánica, tanto a nivel global como en América Latina.

Llamó a los gobernantes latinoamericanos “a poner alta prioridad política” al problema del comercio desleal en la región y a considerar cuidadosamente los riesgos de aceptar el cambio del status de China (hoy adecuadamente considerada economía de NO mercado) en la Organización Mundial de Comercio en diciembre de 2016.

Como parte de su acto de cierre, Alacero anunció sus nuevas autoridades y miembros de su Comité Ejecutivo para el período 2016. El Comité Ejecutivo entra en funciones a partir de hoy.

El Comité Ejecutivo está integrado por:

– Presidente: Jefferson De Paula
– 1er Vice-presidente: Martín Berardi
– 2do Vice-presidente: Benjamín Baptista Filho
– Secretario: Fernando Reitich
– Tesorero: Oscar Machado
– Directores: André Gerdau Johannpeter, Raúl Gutiérrez Muguerza, Daniel Novegil

Las actividades del Congreso Alacero-56 instaron a los participantes a reflexionar sobre el acontecer actual y futuro de la industria a la luz de la realidad económica global y de América Latina. La temática central de esta edición giró en torno a la importancia de generar políticas de desarrollo industrial que permitan a la región recuperar la senda de la re-industrialización, para lo que es clave la colaboración público-privado y un compromiso de fortalecimiento de las cadenas productivas en toda la región.

A lo largo del Congreso, se escuchó en reiteradas oportunidades, tanto en la voz de analistas expertos como en la de los líderes de la industria, la necesidad imperiosa de que los gobiernos de América Latina tomen medidas urgentes y definitivas para acabar con el ingreso indiscriminado de importaciones que no cumplen con los lineamientos establecidos por la OMC.

A pesar de la difícil coyuntura actual, la industria del acero de América Latina reafirmó su confianza en la región y compromiso con ella, lo que se manifiesta tanto en las inversiones recientes y próximas, su fuerte compromiso con sus comunidades y el medio ambiente, como el creciente interés en temas como innovación y competitividad expresado durante el Congreso.

En forma paralela al Congreso, se desarrolló la exposición ExpoAlacero 2015, donde las empresas más destacadas del sector, proveedores y clientes dieron a conocer sus novedades, servicios y productos. También se realizó este año la Muestra Escultórica en Acero, con una retrospectiva de artistas de toda América Latina.

Durante la jornada final, se anunció que el próximo Congreso Latinoamericano del Acero se efectuará en Rio de Janeiro (Brasil), entre el 24 y el 26 de octubre de 2016.

Reafirmando su compromiso con el avance equilibrado de la cadena de valor del acero a través de un control que promueva el aseguramiento de la calidad, el Instituto Chileno del Acero (ICHA) celebró un encuentro con los principales representantes de la industria e ingeniería chilena.

En el marco de la Segunda Cena del Acero y ante un centenar de asistentes, el presidente del ICHA, Sergio Contreras, detalló una serie de acciones que se han realizado durante el 2015 en relacionadas con distintas entidades del sector público y privado.

Entre las más relevantes, se encuentra el apoyo ofrecido al Ministerio de Obras Públicas para que ICHA participe en la supervisión del control de calidad de los aceros utilizados en la construcción del Puente Chacao, apoyo previsto en todas las etapas de fabricación y elaboración de una obra emblemática y pionera en la construcción de puentes en Chile.

“En tanto, el Instituto ha impulsado una importante actividad en el desarrollo de normas, códigos de buenas prácticas, seguimiento en la calidad de los productos de acero importado, realizando proposiciones concretas al Ministerio de Vivienda, Ministerio de Obras Públicas, el Servicio Nacional del Consumidor y el Servicio Nacional de Aduanas para trabajar en el aseguramiento de la calidad del acero”, sostuvo Sergio Contreras.

Respecto del trabajo con Aduanas, detalló que se están realizando acciones tendientes a supervisar el control de los aceros importados que se comercializan en Chile, en el entendimiento de anticiparse a una industria competitiva que requiere insumos de calidad para asegurar el desarrollo de mejores productos.

“Este trabajo se ha desarrollado con la seguridad de que el Instituto Chileno del Acero es una entidad técnica independiente, que entrega un apoyo valioso tanto a la autoridad como a la industria, en un país que se enfrenta a grandes desafíos”, comentó el presidente. También puntualizó que el ICHA no promueve ningún tipo de proteccionismo.

En el encuentro participó Horacio Pfeiffer, jefe del proyecto Puente Chacao del Ministerio de Obras Públicas, quien detalló los alcances del proyecto del puente colgante de mayor longitud de Latinoamérica y finalizará su construcción el segundo semestre de 2020.

Durante 2015, el Instituto Chileno del Acero ha realizado diversas acciones de vinculación destinadas a fortalecer la red de valor en torno al mercado del acero.

Nuevas empresas se han incorporado a este quehacer y queremos reconocerlas. Estos socios han aportado con su conocimiento y experiencia, participando activamente de los comités de Parrillas de Piso, Fabricación y Montaje de Estructuras de Acero y Trazabilidad del Acero en Centros de Distribución.

Es por esta razó, que en la cena ICHA aprovechó la ocasión para destacar la participación activa de sus nuevo socios que se incorporaron a la institución para trabajar en distintos comités. En la ocasión de entregó reconocimiento a Acustermic, representada por su gerente general, Marco Antonio Acevedo; Ebema, representada por Mauricio Villalobos, gerente de producción; Layseca y compañía, representada por su gerente general, Alejandro Layseca; Metalúrgica Vargas y compañía, Varmetal, representada por su gerente de producción, Cristián Vargas; Perfiles y Metales Sociedad Anónima, representada por su gerente de administración, Mikis Stavros, y Salomon Sack, representada por su gerente general, Roberto Heskia.

Hace ya más de 60 años que en Chile existen rigurosas normas que imponen la obligación de diseñar y construir edificios bajo ciertos patrones de cálculo que apuntan a entregar una respuesta apropiada frente a diferentes eventualidades.

“El rol de los profesionales de la construcción es elegir las mejores propiedades de cada insumo para diseñar y edificar de manera segura y resistente”, comenta el ex director de la Asociación de Oficinas de Arquitectos de Chile (AOA) y presidente del Comité de Especialidades de la Cámara Chilena de la Construcción, Fernando Guarello.

En un país catalogado como uno de los más sísmicos del planeta y en el que también es normal que se produzca una amplia variedad de otras catástrofes naturales, la seguridad y la resistencia de los materiales de construcción, además de las técnicas usadas, son requisito indispensable para garantizar la calidad de los proyectos.

Según los expertos, un nivel de desarrollo que ha posicionado a Chile como un referente dentro del contexto internacional gracias a los altos estándares alcanzados por profesionales y las empresas del rubro.

El ex director de la Asociación de Oficinas de Arquitectos de Chile (AOA) y presidente del Comité de Especialidades de la Cámara Chilena de la Construcción, Fernando Guarello, explica que en el caso de los terremotos, desde el punto de vista tanto profesional como también de la industria que involucra a disciplinas tales como la ingeniería y la arquitectura, el nivel de prestigio alcanzado por nuestro país está entre los más altos del planeta sin ninguna duda.

“Por lo general el estándar de la respuesta antisísmica de las edificaciones levantadas en nuestro país es alto, ya que el nivel de daño físico registrado en comparación con la magnitud llega a ser incluso motivo de estudio entre especialistas japoneses y californianos, quienes nos siguen en materia de condiciones geológicas”, apunta el profesional.

Desarrollo fundamental

Respecto al empleo de materiales, Guarello afirma que la mayoría de las obras están desarrolladas sobre la base de sistemas como la albañilería reforzada o armada, al igual que la aplicación de hormigón armado para las estructuras.

“Nuestro país ha experimentado un gran crecimiento económico en los últimos 30 años. A raíz de ese hecho ha requerido la materialización de toda una infraestructura capaz de soportar ese relevante desarrollo, entre la que destaca la concreción de numerosos proyectos aeroportuarios, viales y hospitalarios. Ello ha obligado a que prácticamente todos los actores del área de la construcción hayan adquirido nuevos conocimientos y aplicado tecnologías cada vez más innovadoras para el desarrollo de las edificaciones”, enfatiza el arquitecto.

Control del fuego y el humo

A diferencia de los sismos, los incendios pueden controlarse de diversas formas: ya sea por la acción pasiva de los materiales (capacidad propia de resistir) o bien por el trabajo activo que realizan los sistemas de extinción (por ejemplo, rociadores).

Así lo establece el presidente del Comité Técnico de Protección contra el Fuego del Instituto Chileno del Acero (ICHA), Sergio Sierra, quien añade que el avance esencial en este ámbito ha radicado en conferirle a las estructuras el atributo de controlar el humo generado por la combustión y lograr que la construcción tenga la solvencia necesaria para conseguir evacuar a las personas en un tiempo razonable.

“Desde el desarrollo de materiales de terminación que no combustionan, como alfombras o muebles, hasta protecciones pasivas aplicadas mediante pinturas o cubiertas intumescentes, la tecnología ha ayudado de manera significativa a reducir los riesgos de incendio en las edificaciones tanto en el mundo como en nuestro país”, detalla el especialista.

Fuente: El Mercurio de Regiones

Después de cerca de dos años de trabajo especializado, la propuesta del Instituto Chileno del Acero (ICHA) de actualización de la NCh427of77 -“Especificaciones para el cálculo, fabricación y construcción de estructuras de acero”, ya se encuentra en el Instituto Nacional de Normalización (INN) para el proceso de consulta pública.

La iniciativa fue impulsada por el ICHA, a través de un comité de actualización de norma conformado por profesionales relevantes en el diseño y especificación de estructuras de acero en Chile, como ingenieros estructurales, representantes de la industria, consultores independientes y académicos, entre otros.

En el Instituto Chileno del Acero se detectó la necesidad de contar con un documento oficial y actualizado, relevante para la industria de la construcción en acero. “Al no existir una normativa de vigencia legal respecto de la calidad de los productos que se importan y utilizan en el país, los fabricantes nacionales se sentían en condiciones desmejoradas al momento de competir”, indica Alejandro Verdugo, coordinador del Comité de Norma ICHA.

El trabajo se desarrolló, principalmente, considerando la normativa estadounidense contenida en la AISC-360 para el diseño de estructuras de acero de la American Institute of Steel Construction, AISC.

Según comenta Verdugo, teniendo en cuenta que la Nch427 fue revisada anteriormente en 1977 y se hizo obsoleta a la práctica chilena, desde varios años se han adoptado los criterios estadounidenses como de uso común en el mercado del acero en Chile.

“Considerando la práctica de utilizar las normas de la AISC, el comité trabajó considerándolas como parámetro de aplicación, hecho que además -de alguna forma- tiene un soporte legal en cuanto las normas de diseño sísmico indican que, a falta de una normativa nacional, se debe seguir la normativa norteamericana”, indica.

El trabajo del comité incluyó la revisión de lo establecido en el documento de AISC y la adaptación en algunos criterios relacionados con la praxis en Chile. “Ese trabajo permitió el desarrollo de un documento base que ahora se llevará al proceso de consulta pública”, añade Verdugo.

La actualización de esta norma se presentará en el VIII Congreso de Ingenieros Civiles Estructurales (AICE), que se desarrollará el 13 y 14 de noviembre en Viña de Mar. En la ocasión, se comentará el proceso de desarrollo del documento, los detalles de las adaptaciones a la práctica en Chile y la importancia de que los profesionales participen del proceso de consulta pública, de forma que el documento que finalmente se publique cuente con el mayor respaldo y conocimiento de la comunidad especializada.

En la actualidad, la norma NCh427 se encuentra disponible para consulta pública en el sitio web que el Instituto Nacional de Normalización ha dispuesto para estos casos: www.consultapublica.cl. Todos quienes lo deseen, pueden participar entregando sus opiniones y consultas.

Fabricados para las industrias metalúrgicas, metalmecánicas y de la construcción, INDURA ofrece al mercado INDURMIG, una mezcla de gases de protección orientada al proceso de soldadura MIG, que permite fácilmente triplicar la velocidad en comparación a la técnica del arco manual, brindando una mayor limpieza, seguridad y buena penetración a la soldadura industrial.

Gracias a su gran versatilidad y capacidad de soldar casi cualquier tipo de metal con una baja inversión inicial, el proceso de soldadura por arco manual es uno de los más utilizados. No obstante, en términos de productividad, su velocidad de aplicación es baja y requiere un trabajo posterior de limpieza, lo que aumenta el tiempo y costo de la soldadura.

Esta desventaja le ha permitido al proceso MIG ir ganando terreno de forma sostenida, al otorgar una rapidez que mejora significativamente la productividad en la fabricación de estructuras metálicas. Sin ir más lejos, y debido a las características propias de este proceso, se requiere el uso de un gas de protección que evite que la zona de soldadura se contamine u oxide.

 INDURA ha desarrollado la familia de gases de protección INDURMIG orientada a lograr el mejor resultado en la soldadura MIG, en términos de facilidad de aplicación, calidad de unión, velocidad de avance, penetración y limpieza del cordón, con mezclas para acero al carbono y acero inoxidable de distintos espesores.

“Tenemos una oferta muy extensa que permite abordar y optimizar el proceso de acuerdo a las necesidades de nuestros clientes. Contamos con mezclas de gases de protección para soldar distintos materiales en variados espesores, buscando optimizar el proceso de soldadura”, señala Christian Fieldhouse, Gerente de Procesos Metalmecánicos de INDURA.

 Ventajas comparativas

La productividad es un concepto muy valorado por la industria en estos tiempos, ya que impacta en forma directa en la competitividad de las empresas. En ese contexto, el gas de protección INDURMIG logra maximizar los beneficios, tales como aumentar la velocidad de avance, soldando más en menos tiempo; reducir la cantidad de salpicaduras, minimizando el trabajo de limpieza al finalizar el procedimiento; y una buena penetración, asegurando una unión adecuada de los metales.

“Hay que considerar que el principal costo en el proceso de soldadura corresponde a la mano de obra, por lo tanto, al bajar los tiempos de trabajo, los costos de fabricación de cada componente soldado se reducen significativamente. Lo mismo ocurre al acortar los ciclos de limpieza posterior”, sostiene Fieldhouse.

 

Producto Características
INDURMIG 20 Gas de protección para proceso MIG/MAG, en acero al carbono de baja aleación, el cual tiene como característica un arco suave y estable que entrega buena penetración en toda posición y en un amplio rango de espesores. Su principal uso es la fabricación de estructuras metálicas.
INDURMIG 8 Gas de protección para proceso de soldadura MIG/MAG en acero al carbono de baja aleación, que por su bajo contenido de CO2 produce muy poca salpicadura, especial para cordones de terminación o remate. Su principal aplicación es para trabajos que requieran buenas terminaciones. Destaca por la importante disminución de salpicaduras, lo que disminuye notablemente el costo de limpieza.
INDURMIG O-2 Es un gas idóneo para la soldadura del acero al carbono en aplicaciones robotizadas y en posiciones difíciles. También se ocupa en aceros especiales, aleados o de alto contenido en carbono. Presenta muy buena penetración y transporte de gotas muy finas, resultando un cordón más plano. Destaca por la importante disminución de salpicadura, el incremento del aporte térmico y la velocidad de soldadura, debido a la presencia de oxígeno.

 

 

Sergio Contreras

Desde hace ya algún tiempo se ha transmitido al medio nacional la noción de una calidad insuficiente de algunos aceros importados, en especial y como una especie de mantra salvador, de aquellos provenientes de países asiáticos.

Es importante aclarar, de manera definitiva, cuál es la real aproximación técnica al problema. El Instituto Chileno del Acero (ICHA) ha realizado, desde hace ya algunos años, un monitoreo del cumplimiento normativo de barras de acero para hormigón armado  importadas, constatando un alto incumplimiento de la normativa nacional vigente cercana al 50% de la muestra.

Sumado a esto, ICHA ha realizado sondeos de la calidad en otros productos de acero, en donde también se han detectado importantes incumplimientos, evidenciando graves faltas que como institución esperamos se puedan revertir, para lo cual hemos asumido la labor de actualizar y fortalecer la normativa técnica a través de convenios de desarrollo normativo con el Instituto de Nacional de Normalización, así como también con entes públicas y privadas, con quienes hemos desarrollado importantes avances, dirigidos a mejorar la calidad y estándar de la construcción en Chile.

 Si bien el hecho de infringir la normativa es inaceptable, ello no constituye un llamado a realizar un boicot en contra de los aceros importados, sino lograr un debido aseguramiento de la calidad. De esta manera la construcción en Chile podrá mantener los estándares hasta ahora conocidos y su seguridad, en especial frente a sismos de importancia, que este territorio debe soportar a menudo debido a su condición tectónica.

Frente a algunas declaraciones destempladas de algunos sectores que defienden una comercialización a ultranza, acusándonos de proteger un cartel de producción nacional, el Instituto del Acero de Chile desea dejar claramente establecido que su labor e inquietudes son pura y estrictamente técnicas y su acción está al servicio del mejoramiento de la utilización del acero en el medio nacional.

En esta perspectiva, reiteramos nuestro compromiso con la ingeniería y la industria nacional e internacional, para la mejor aplicación de un material que, correctamente utilizado, ha demostrado su nobleza durante más de mil años a través de la historia.

Sergio Contreras A.
Presidente
Instituto Chileno del Acero

 

Un  panorama  difícil  es  el  que atraviesa la industria del acero a nivel nacional, influenciado principalmente por la disminución de la inversión y con ello, el consumo de  este  metal,  sumado a la competencia internacional que llega al país con una débil trazabilidad que se ha detectado en la aleación importada.

Con todo, el acero tiene múltiples y variados usos. En la construcción, se utiliza en barras de refuerzo para hormigón y estructuras metálicas, estanques y tuberías de gran diámetro; en la minería, en barras para molienda del mineral; en mallas y fijaciones como pernos y tornillos, y herramientas para la construcción, implementos para la agricultura y equipos para camiones, entre otros.

Según estimaciones del Instituto Chileno del Acero (ICHA), este año el consumo de acero podría caer en 9%, alcanzando las 2,5 millones de toneladas.

Ello coincide con las cifras de la Asociación de Industriales  Metalúrgicos  (Asimet), que afirma que el  consumo total aparente de acero en el país tuvo su peak en 2012 –coincidente con el llamado ciclo de oro del cobre– con 3,141 millones de toneladas, de las cuales 54% eran importadas y 46% correspondían a despachos nacionales.

Asimismo, la proyección de consumo total aparente para 2015 será de 2,5 millones de toneladas, de las cuales 62% será importado y  38%  corresponderán  a  despachos  nacionales.

“Para 2016, si la inversión pública se materializa, creemos que el consumo aparente de acero se podría recuperar, y quizás crecer entre un 2% y un 3 %”, señala Juan Carlos Gutiérrez, director ejecutivo del ICHA.

En este sentido, resalta que las variables más  relevantes  son  la  inversión  en  construcción y en minería, transformándose en las componentes que le dan velocidad a la demanda de consumo de acero.

“Para tener una idea, en 2011 post terremoto, la tasa de crecimiento de la componente inversión en construcción y otras obras llegó a  12%.  En  ese  año  el  consumo  aparente superó las 3 millones de toneladas. Luego, la velocidad de crecimiento de la inversión fue cayendo y con esto, el consumo aparente de  acero  también,  cada  vez  se  consume menos, porque se está invirtiendo menos”, puntualiza.

El director ejecutivo del ICHA explica que la industria del acero vive un complejo escenario como consecuencia de la contracción de la demanda, producto de la reducción de la inversión en minería e infraestructura, y en menor grado también por la construcción.

“Esta  misma  industria  tiene  que  hacer frente  a  las  distorsiones  que  se  provocan por la sobreoferta de productos de acero a nivel mundial, y que Chile no escapa a esta realidad, siendo vulnerable a la llegada de productos fuera del estándar técnico, a bajo precio”, plantea.

A su juicio, “Chile es una economía abierta, que  ha  dado  buenos  resultados  para  los consumidores,  sin  embargo,  en  el  ámbito del acero, la falta de regulaciones, de orden técnico o los déficit de control generan espacios de vulnerabilidad del cumplimiento de los requerimientos técnicos mínimos”.

Regulaciones Chile es un país sísmico y, por ende, la calidad del acero empleado es fundamental.

Un organismo que vela por el cumplimiento de normas y estándares es el ICHA. Su presidente Sergio Contreras asegura que en el país existen “algunas regulaciones y medidas, pero no son suficientes, porque no actúan directamente y no controlan las condiciones de origen de fabricación del producto”.

En  esta  dirección,  un  aspecto  clave  es  la trazabilidad  de  los  productos,  es  decir,  que haya una huella, y que en el caso del acero se pueda seguir su camino desde el momento en que se fabricó.

“No hay una buena trazabilidad. Existe, por supuesto, pero no es suficientemente buena. Por eso, en el Instituto Chileno del Acero estamos trabajando para lograr un mejor aseguramiento de la calidad y, consecuentemente, su trazabilidad”, afirma el presidente del ICHA.

En  efecto,  una  de  las  preocupaciones  de la  organización  ha  sido  tener  una  normativa actualizada, de acuerdo con lo que hoy existe en el mundo, por lo que “tenemos la referencia correcta”.

Sin embargo, precisa Sergio Contreras, “no tenemos regulaciones al interior del país para asegurar una trazabilidad y un aseguramiento de la calidad de los productos que los distribuidores están poniendo en el mercado”.

“Hemos detectado que los aceros no cumplen en gran medida las condiciones normativas, pero la cumplen en niveles suficientemente pequeños como para que no sea inquietante”, afirma.

Por ello, el ICHA ha redoblado los esfuerzos para dar seguridad al país, a través de exhaustivos análisis de la calidad de los aceros que llegan a Chile, labor que se ha desarrollado mediante el programa Monitoreo de Barras para Hormigón Armado, ejecutado durante varios años.

“Hemos  descubierto  que  muchas  de  las barras que llegan no cumplen con las condiciones normativas chilenas. Por eso y habiendo tomado conciencia del problema, proponemos que haya un control que asegure la trazabilidad y una posibilidad que hay para lograr eso es que la Aduana exija los certificados correspondientes”, asevera.

En la práctica, se busca que, teniendo esa información y control, Aduana autorice el ingreso de ese material, porque –precisa- “hoy el distribuidor que vende el acero tiene la obligación de entregar el certificado. Pero eso lleva a que no hay ningún tipo de control, puede entregar cualquier cosa”.

Desde la Cámara Chilena de la Construcción, su presidente (s), Sergio Torretti, destaca que

Chile cuenta con una industria del acero cuyos procesos productivos y los materiales que elabora son de alta calidad y cumplen con estándares de nivel mundial.

A su juicio, en un ambiente de economía de libre  mercado  y  en  igualdad  de  condiciones, las empresas productoras deben evidenciar la calidad de los productos que ofrecen.

“Es importante que el acero importado cumpla el 100% del estándar normativo exigido al acero nacional  y  que  el  Estado  compruebe  que  se respete dicho estándar. Así, los consumidores pueden  optar  por  aquellos  productos  que les  ofrezcan  condiciones  más  competitivas”, asegura.

El Servicio de Aduanas, en su opinión, debe cumplir  adecuadamente  la  obligación  de fiscalizar  la  trazabilidad  de  las  partidas  de acero  que  ingresan  al  país,  razón  por  la cual “pusimos al tanto de esta situación al Ministerio de Hacienda y le solicitamos que refuerce dicha labor”.

Respecto de las empresas constructoras, Torretti resalta que éstas tienen la obligación de utilizar acero que cumpla con los estándares que fija el marco normativo, razón por la cual exigen el certificado que indica que el producto cumple con la norma.

“En todo caso sería importante que dicho certificado se entregue en el país de destino y no en el de origen”, asegura