Sergio Contreras

El año 2017, para muchos fue un año extraño, al comienzo las expectativas fueron más bien inciertas y, por lo tanto, pesimistas. Los caminos elegidos por las aspiraciones de la sociedad no coincidieron tácitamente con los caminos del desarrollo y de la creación de riqueza que la mayoría de la población informada considera indispensable para avanzar y alejarse definitivamente del fantasma de la pobreza y el subdesarrollo, manteniendo la equidad.

Por otra parte, la caída de los precios de los commodities, de los cuales Chile es todavía altamente dependiente, empeoraron más profundamente el horizonte nacional. Y esto ha representado un llamado de alerta, una vez más, frente a esta dependencia. No ha sido posible crear un desarrollo tecnológico definido y sustentable que nos independice definitivamente de la extracción y comercialización de las materias primas como fuente única de la actividad económica del país. Este hecho nos muestra que Chile no es aún el país extensamente industrializado al cual todos aspiramos.

Sin embargo, Chile ha logrado avances importantes en materias de reglamentación, normativa y, en especial, en su cumplimiento. Esto implica una muy definida disciplina en el ámbito técnico y económico y, a la vez, exige un desarrollo técnico y profesional de magnitud, de manera que la incorporación del conocimiento y práctica actual en esas normativas, así como la valorización efectiva de las autoridades en su cumplimiento, mejoren la calidad de los productos y las obras.

En este camino, el logro alcanzado por el ICHA ha sido especialmente valioso. El Instituto ha trabajado incasablemente reuniendo, no solamente a los profesionales y expertos en los comités de trabajo para generar normas, estudios o publicaciones sino también para proponer y conseguir la toma de conciencia de estas condiciones y necesidades en todos los niveles de la sociedad, ya sea a través de las autoridades, de los profesionales o de los proveedores y fabricantes.

Considerando todo lo anterior, le entrego un reconocimiento agradecido a todos quienes se acercaron al Instituto reconociendo este valor, a todos quienes colaboraron con un aporte desinteresado, al personal, a las instituciones que han prestado su apoyo y, en fin, a cada uno de Uds. quienes han engrandecido nuestra actividad y han hecho de ella una meta posible de alcanzar.

En estos días que comenzamos un nuevo año con renovada vitalidad, los insto a mantener esa estrecha colaboración que de seguro redundará en bienestar y enriquecimiento para nosotros y, en general, para el país.

Sergio Contreras A.

Presidente

Instituto Chileno del Acero

La reciente noticia protagonizada por la empresa japonesa Kobe Steel, que reconoció haber adulterando los certificados de calidad de sus productos desde hace una década, desató un escándalo a nivel mundial. La atención se centró en los riesgos para la seguridad en las industrias aeroespacial y automotriz, los principales clientes de la compañía nipona.

El “caso Kobe” dejó al descubierto la importancia de temas que viene destacando hace años el Instituto Chileno del Acero: la necesidad de contar con normas actualizadas para los productos de acero que se utilizan en el país y de una adecuada fiscalización para que éstas se puedan cumplir.

Especial énfasis hemos puesto en fiscalizar las importaciones de acero que ingresan al país. Es así como a través del monitoreo que realizamos a las barras de refuerzo, se pudo detectar el ingreso de productos que no cumplían con la NCh 204, que establece los parámetros de calidad. Esto dejo al descubierto que el sistema tiene ciertas debilidades, lo que permitió iniciar un intenso trabajo con el Ministerio de la Vivienda y el Servicio Nacional de Aduanas para reforzar los controles.

Fruto de este esfuerzo, actualmente está en trámite un decreto que exige que, para la importación de barras para la construcción, los certificados de conformidad de producto formen parte desde un comienzo de la carpeta de importación.

Estos documentos deben ser emitidos por terceras partes no relacionadas con la compañía y que estén acreditadas por el Instituto Nacional de Normalización (INN), características que en Chile cumplen tanto el Dictuc como el Idiem. El esquema se va a implementar, en una primera fase, para las barras de refuerzo, pero nuestra apuesta es a seguir extendiendo el mismo mecanismo a otros productos, como los perfiles y planchas para estructuras de acero presentes mayoritariamente en centros comerciales, además de cubiertas y revestimientos de acero, que se utilizan en la construcción de viviendas.

También, y buscando generar más certezas en los consumidores, estamos colaborando con los ministerios de Vivienda y Economía para implementar un sistema de rotulado. Así como existe para los alimentos, donde hay una forma estandarizada de informar el contenido crítico, queremos que para los productos de acero también exista un etiquetado, mediante el cual, ya sea que se trate de una gran constructora o un pequeño constructor, pueda tener información suficiente para saber qué es lo que está comprando, específicamente en cuanto al cumplimiento normativo y de esta manera tener resguardo.

Lo que buscamos es generar una especie de sello de garantía que obligue, en caso de una falla, no sólo a responder al agente que comercializó el producto, sino que actúe en forma preventiva para impedir el uso y venta de oferta que no cumple con los estándares mínimos de seguridad.

Juan Carlos Gutiérrez
Director ejecutivo

Sergio Contreras

El acero es un material noble que ha sido una poderosa herramienta para el crecimiento de la humanidad y un apoyo para la tecnología.

Desde la edad del hierro, etapa en la cual el hombre se desprende del obligado uso de las piedras afiladas y comienza a moldear un material a través de un proceso externo y completo, hasta la era industrial en la cual el material constituye el principal soporte de progreso que lleva a los países de occidente desde la amenaza de la devastación y el hambre hacia una prosperidad insospechada que lo alejó definitivamente de la oscuridad feudal.

En ese recorrido, que nunca se ha detenido, la manufactura de productos para la industria y la construcción ha buscado incesantemente nuevos caminos de optimización e innovación. De esta manera urge incorporar una mayor cuota de productos y ensanchar los mercados de manera que esta industria se alimente y crezca de manera efectiva.

La construcción en acero es una prefabricación, dado que el diseño y la manufactura de las piezas que componen una edificación se lleva a cabo de manera industrializada y solamente su montaje se hace in situ, de esta manera el impulso emprendido por empresas en nuestro medio para construir soluciones habitacionales prefabricadas en acero, resulta revitalizador, permitiendo la incorporación de sistemas, partes y piezas en unidades modulares estandarizadas.

La última muestra de la construcción, Expo Edifica, permitió reunir a algunos representantes claves de la industria del acero, quienes por primera vez, tomaron parte en la exhibición reunidos al alero del Pabellón del Instituto en esa feria.

Esta presencia es fundamental para el avance de esta industria en frentes menos explorados pues constituye una evolución clara y establece una permanencia necesaria.

Sergio Contreras A.

Presidente

Las catástrofes naturales y sus asociados estados de emergencia son de ocurrencia frecuente en distintos lugares del mundo y, normalmente generan una tragedia en todos los niveles de la sociedad. La adecuada respuesta y preparación del tratamiento de la crisis, es de vital importancia para minimizar los daños, proteger y recuperar a la población y, junto con ello, rebajar los costos y la pérdida de recursos tanto permanentes como aquéllos asociados a la situación generada por el evento catastrófico.

Es necesario que las distintas instancias designadas trabajen de manera conjunta y coordinada con el fin de lograr, con la debida prevención, un ahorro de recursos y pérdidas de los grupos humanos de manera rápida y eficiente de manera que podamos considerarla como resiliente frente a los hechos catastróficos.

En el último tiempo, nuestro país se ha visto enfrentado a sus más esperados hechos de la naturaleza como son los terremotos, vale decir sismos de gran magnitud; pero también a erupciones volcánicas, temporales de viento y lluvia. Estas ocurrencias alteran el funcionamiento adecuado de los sistemas de manera no prevista y solamente la reacción oportuna y adecuada de las autoridades y los organismos del Estado encargados puede tener un manejo correcto de las situaciones.

De esta manera, es fundamental la consideración de que las autoridades actúen en el ámbito que le corresponde en cada situación. Es per se imposible pensar que las personas, sea cual fuere su investidura, dirijan de manera eventual sistemas destinados a expertos, los cuales están diseñados para ser operados con experiencia y conocimiento específico.

Es también importante tener en cuenta la investigación asociada y, por lo tanto, la preparación apoyada en un conocimiento básico adquirido a través de mediciones en terreno, en el análisis de los datos recogidos y en sus debida interpretación a fin de incorporarlos al conocimiento global que permite diseñar desde construcciones más seguras que puedan resistir distintos embates, desde sismos hasta vientos y lluvias, todos en su proporción.

También atendiendo a estas consideraciones, no podemos dejar de lado la elección de los materiales en cada caso, como la macicez de las obras de hormigón deseable frente a algunos embates o la flexibilidad de las construcciones de acero más adecuada en otros. Todas en la medida y proporción correctas.

Teniendo en cuenta estas consideraciones debemos, necesariamente, reconocer la importancia de las políticas públicas para el tratamiento de la emergencia, la creación de sistemas y procedimientos que generen acciones efectivas y prácticas en su operación.

Estas políticas no solamente debieran abarcar medidas de reacción ante los hechos naturales sino también la debida información previa para poder observar el comportamiento de las implementaciones físicas con parámetros reales que entreguen la información para prevenir su comportamiento físico actual, ya sean ellos sismógrafos, pluviómetros o anemómetros.

Es cierto que Chile es un país que ha logrado una posición relevante entre los países del mundo, tanto por sus logros económicos como por su avance tecnológico, pero este logro solamente genera un desafío mayor en nuestro futuro y ese desafío establece exigencias que todos debemos cumplir y tener presentes, de manera permanente, en nuestro avance en todos los niveles técnicos y económicos.

Solamente de esta manera podremos enfrentar un futuro incierto con la certeza de ser un país que avanza sin debilidad hacia un destino claro y definido.

*Columna de opinión de Sergio Contreras, presidente de ICHA, publicada en Cooperativa.cl

El término de año anterior invita a hacer una reflexión sobre el camino recorrido durante el período.

El 2016 fue un año difícil en muchos sentidos. La disminución de la actividad económica ha presentado un gran desafío a todas las entidades productivas en el mundo. Entre ellas la industria de acero ha sufrido un fuerte impacto, en especial por la dominancia de las grandes potencias que determinan, sin contrapeso en muchos casos, el comportamiento de las economías locales, no solamente porque determinan los mercados específicos de los productos, sino porque también buscan definir la estructura global de sus economías. Este hecho genera incertidumbres en el comportamiento del mercado del acero en Latinoamérica.

Ciertamente, y en otro aspecto, la mayoría de nuestros países adolecen de insuficiencias en el marco técnico y regulatorio de manera que existe mayor dificultad para lograr niveles adecuados de calidad y de control de los materiales que se utilizan internamente en el país. Esto ha llevado a severas fallas en algunos casos, debido a la falta de control de los parámetros básicos de los aceros. Por otra parte este mismo hecho dificulta la debida trazabilidad de los procesos de fabricación de materiales y piezas.

El ICHA ha realizado en este último tiempo y, en especial en este año, un trabajo complejo, pero bien estructurado para elaborar las bases técnicas para un debido control de materiales, prestando un apoyo importante al Estado con la finalidad de tener condicionantes estrictas y bien definidas de manera que se asegure el cumplimiento normativo en iguales condiciones tanto para productores como para comercializadores.

En este sentido, hemos tenido éxito en lograr el reconocimiento de parte de las entidades públicas encargadas de regular estos aspectos, lo cual nos ha permitido llevar a cabo un trabajo fértil. Un hecho de gran importancia ha sido la difusión de los conceptos necesarios en la construcción en acero, llevándolo a los profesionales de todo el país.

En Chile, el acero es un material ampliamente usado en la construcción; sin embargo su penetración no es suficiente amplia, especialmente en la construcción de edificios, como para formar el conocimiento crítico necesario para una práctica ordenada y eficiente. Es este camino el Instituto ha centrado su trabajo y establecido una plataforma que, con seguridad, será un aporte definitivo al desarrollo de la sociedad en los tiempos futuros.

Sergio Contreras A.

Presidente

Instituto Chileno del Acero

Desde el 1 de septiembre emprendemos un nuevo camino y comenzamos a operar en una nueva casa, cercana al lugar que nos ha acogido estos últimos cinco años.

Las transiciones, tanto en las vidas de los seres humanos como en las de las instituciones suelen ser traumáticas o, a lo menos ingratas; sin embargo, es importante reconocer cuando ellas nos transfieren a un nivel que supera al anterior o deja atrás una etapa que nos ha ayudado a fortalecernos.

De esta manera el ICHA ha superado una etapa que, en sus orígenes, fue causa de sinsabores; pero ellos fueron paliados de manera generosa y magnánima por la institución que nos acogió en esos momentos difíciles. En esta etapa que ahora finaliza, Asimet fue un árbol poderoso al cual nos arrimamos y su sombra nos protegió. Es cierto que siempre hemos sido plenamente autosuficientes y logramos superar totalmente este período sin ningún aporte y, por lo tanto, lo finalizamos sin adeudar bienes o recursos financieros y sin haberlos recibido en ninguna instancia. Pero sí hemos recibido ese recurso fundamental que es el apoyo humano en un tiempo donde los nortes se tornan difusos y las esperanzas se congelan.

Hoy emprendemos esta nueva etapa con una engrandecida confianza porque las políticas y acciones que nos hemos propuesto han rendido frutos fuertes y bien maduros, este hecho nos hace fortalecer la confianza en un camino futuro. Hemos establecido que la presencia del ICHA frente a las autoridades ha crecido y que somos recibidos en ellas como una entidad técnica, seria, independiente y bien organizada a la cual es importante escuchar porque siempre ofrecemos un aporte serio y objetivo, valioso para la sociedad.

De esta manera les invitamos a todos nuestros socios, a las autoridades y a aquéllos que tengan un interés en torno a nuestras actividades, nos acompañen en la nueva casa desde este mes de septiembre, de esta manera construiremos, juntos, un futuro tenaz y poderoso como el acero.

Sergio Contreras A.
Presidente
Instituto Chileno del Acero

En el escenario actual y de forma general, el sector de las maestranzas y metalmecánico en Chile está fuertemente atomizado y conviven empresas de niveles muy dispares para atender nichos del mercado local; por ende, algunos actores son muy vulnerables a los cambios externos que se dan en un país globalizado abierto al mundo como Chile.

El principal desafío para el sector es responder eficientemente al incremento de costos de la mano de obra y a la importación de productos y servicios de diversos lugares del mundo que tienen ventajas en costos de producción.  No obstante, Chile presenta altas exigencias para quienes desean ingresar al mercado local debido a sus requisitos sísmicos y las regulaciones vigentes tendientes a verificar que los diseños extranjeros satisfagan los aspectos normativos.

Hoy, es fundamental elevar la competitividad de las empresas para favorecer su crecimiento y posicionamiento. Esta competitividad tiene relación con profesionalizar sus servicios, aumentar la productividad y la calidad de su oferta. En líneas generales, las empresas que atienden al sector minero han tenido un desarrollo tecnológico exponencial, acorde con las exigencias de dicho mercado, y se han distanciado mucho de las compañías pequeñas de índole familiar. Muchas de estas empresas no tienen posibilidad de sobrevivir frente a un escenario abierto al mundo si no hacen los cambios tendientes a potenciar las variables antes mencionadas.

En el Instituto Chileno del Acero contamos con miembros de distintos sectores del encadenamiento productivo del acero, por lo que los desafíos para los maestranceros son también nuestros.

La preocupación de ICHA tiene varios frentes: por una parte, asegurar que los productos y servicios que ingresan al país cumplan los requisitos mínimos requeridos por nuestro mercado; mientras que también apoyamos a nuestros socios, entre ellos las maestranzas, con acciones que les permitan elevar su nivel de desempeño.

En este objetivo, el Instituto Chileno del Acero ha tenido un rol relevante en la actualización normativa, impulsando la creación de normas y la formalización de prácticas que se deben cumplir para que todos los actores del encadenamiento productivo puedan competir en igualdad de condiciones, satisfaciendo los requerimientos técnicos de nuestro país.

En tanto, ICHA mantiene permanente contacto con los organismos públicos para dar soporte especializado en temas específicos relacionados con proyectos emblemáticos y, adicionalmente, está desarrollando actividades para que las maestranzas que lo requieran eleven sus estándares y tengan la opción de participar en proyectos de mayor complejidad.

El 28 y 29 de julio realizamos el 12° Congreso Nacional del Instituto Chileno del Acero “Construyendo el futuro”, en el hotel Enjoy de Viña del Mar. El encuentro contó con la participación de las principales empresas y profesionales vinculados a la red del acero como arquitectos, ingenieros estructurales, constructores y todos quienes son responsables de incentivar, planificar y desarrollar el diseño de los más destacados proyectos que se desarrollan en el país.

Todos estos representantes de los diversos rubros del encadenamiento productivo pudieron analizar en forma detenida los distintos escenarios a los que se ve enfrentado actualmente el mercado e intercambiar ideas y pareceres con importantes actores, tanto nacionales como internacionales.

Hoy, queremos posicionar la discusión en el necesario esfuerzo para impulsar la competitividad del sector, para lo cual es necesario levantar una cartera de proyectos de interés sectorial a desarrollar en los próximos años.  También, trabajaremos para revisar aspectos relacionados con las regulaciones técnicas requeridas para asegurar la igualdad de condiciones de los participantes locales y extranjeros, con especial énfasis en la calidad de los productos y servicios ofertados, lo que permitiría además proyectar la participación en proyectos fuera de Chile.

 

Durante julio, en el Congreso del ICHA, nos reuniremos todos aquéllos que tenemos interés y también participación en la actividad del acero tanto en nuestro país como su proyección en el extranjero.

El material acero atraviesa una delicada crisis a nivel internacional debido a una serie de condicionantes negativas generadas por el fino equilibrio de los mercados internacionales y las cuotas de producción de los distintos países. A pesar de ello, tenemos la convicción de que este material representa una alternativa de primordial importancia en la construcción y en el resto de la industria, la que no solamente permanece válida en el tiempo actual sino que, además, necesita ser fortalecida en un medio que se tecnifica cada vez y que alcanza niveles importantes de desarrollo.

La información técnica en un mercado abierto cobra una importancia esencial dado que ella es el único referente que entrega confiabilidad a través de la ciencia aplicada, de manera que se establezca tanto una regulación equitativa para los diseñadores como para los proveedores y usuarios, entregando al público en general, a través de la certeza técnica, la necesaria seguridad en procesos y construcciones.

Reunir a todos quienes cuyo espacio común es trabajar con el material acero, es una tarea que el Instituto Chileno del Acero ICHA ha enfrentado con singular dedicación y entusiasmo, proponiendo la integración de autoridades, productores, ingenieros, arquitectos y usuarios en jornadas que, de seguro, serán altamente provechosas y marcarán un camino para una mayor y mejor utilización del material.

El perfeccionamiento de las condiciones técnicas y normativas del país también nos asegura un mercado más transparente en una economía abierta que Chile ha definido como el entorno que le permitirá su crecimiento; sin embargo no podemos proveer al sistema de los recursos necesarios para establecer las bases y   procedimientos necesarios para lograr un pleno avance  de los procesos. Solamente podemos obtener estos recursos a través de un desarrollo económico continuo el cual debe actuar, en especial, en todos los ámbitos que permitan la implementación de ellos y, por lo tanto, debemos esperar políticas públicas consistentes de inversión en infraestructura y en desarrollo industrial los cuales necesariamente están ligados a un apropiado desarrollo tecnológico, el cual debe constituir la señal cardinal que defina el camino óptimo que debemos seguir.

La cita en nuestro Congreso en julio de este año debe convocar a todos aquéllos que consideramos estos avances como un compromiso irrenunciable para hacer que este material ofrezca la mejor alternativa entre todas las disponibles, por ello la convocatoria es muy amplia y llama a estar presentes tanto a las autoridades como todos los que tenemos un aporte que realizar, de manera que podamos establecer un diálogo franco, generoso y productivo en torno a nuestras tareas y problemas con la convicción de que los podemos resolver con seriedad y dedicación que siempre le hemos entregado a nuestros cometidos.

Sergio Contreras A.

Presidente

Instituto Chileno del Acero