En 2007 fue la última visita del Dr. Roberto T. Leon a Chile. En ese entonces, invitado especial de Ilafa (hoy Alacero) e ICHA, nuestro país aún no contaba con la suficiente experiencia en materia de construcciones mixtas de acero y hormigón.

Once años después, con una realidad algo diferente que muestra un leve incremento en el uso de este tipo de estructuras, el experto expuso en el seminario “Diseño y Aplicación de Elementos Estructurales Compuestos”, organizado por la Asociación Chilena de Sismología e Ingeniería Antisísmica (Achisina) y patrocinado por el Instituto Chileno del Acero (ICHA).

Ejemplo del avance en construcciones de elementos estructurales mixtos son dos proyectos emblemáticos que han tenido lugar en el último tiempo en nuestro país. Por un lado, la Torre Santa María 2, construida con núcleo de hormigón y columnas perimetrales de acero; y el edificio Soho Miramar, en Concón, Región de Valparaíso.

“Las estructuras mixtas son las más usadas en edificios de más de 25 a 30 pisos en la mayor parte del sudeste de Asia, incluyendo China; y en muchas otras áreas del mundo por diversas razones. Desde el punto de vista estructural la elevada rigidez y resistencia de sistemas mixtos permiten diseñar estructuras muy eficientes, sobre todo para cargas sísmicas”, comenta el Dr. Leon.

En el caso de incendios –comenta el especialista- “los sistemas mixtos permiten el uso de acero y concreto de alta resistencia dando gran protección contra este tipo de eventos”.

Asimismo, aspectos como reducción en los tiempos de construcción, menor tamaño de sus miembros estructurales y la mayor flexibilidad para innovación son ventajas que presentan las estructuras mixtas por sobre las construidas con un solo material.

Desde el punto vista arquitectónico, las estructuras mixtas permiten planos abiertos y grandes claros, dando una mayor flexibilidad para los propietarios en el uso del edificio.

“Edificios de acero con vigas mixtas en EE.UU., por ejemplo, se están diseñando con claros de entre 15 y 20 metros, con alturas totales de sistema de piso de 70 centímetros o menos”, explica Leon.

Puentes y seguridad

Conocidos son los casos de colapsos de puentes en nuestro país. El último y más recordado es el puente Cancura que conectaba Puerto Octay con Osorno, en la región de Los Lagos, y que se desplomó en el mes de junio por causas que aún se investigan.

En esta materia, León reconoce que en la mayoría de los casos las fallas responden al mal uso o falta de mantenimiento y no necesariamente a errores en el diseño.

Para avanzar en sistemas más seguros, el experto reconoce que se hace necesario robustecer las construcciones. En ese sentido, los elementos estructurales mixtos cumplen los principales requisitos en cuanto a seguridad.

“Puentes y edificios se consideran robustos cuando tienen múltiples y simples trayectorias para trasmitir las cargas; son construidos con elementos dúctiles -capaces de grandes deformaciones sin perder resistencia-; y son bien construidos y mantenidos. Elementos y sistemas estructurales mixtos ayudan con las dos primeras condiciones”, añade el experto.

Dr. Roberto T. Leon

Profesor de Ingeniería Estructural y Materiales del David H. Burrows en el Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental en Virginia Tech. Es reconocido como uno de los principales investigadores en el campo de las estructuras compuestas de acero y hormigón y la ingeniería sísmica. Su trabajo ha afectado numerosos códigos de diseño internacional.

En octubre de 2015, fue elegido miembro distinguido de la American Society of Civil Engineers (ASCE) de la Clase de 2015.

Fuente: ICHA

Dos edificios que tienen al acero como protagonista fueron preseleccionados para participar en el Seminario de Proyectos 2018, organizado por la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (AICE), que se efectuará este miércoles 1 de agosto.

La muestra, en total, incluirá 10 iniciativas, las que fueron seleccionadas por el directorio de AICE. De ellas, los asistentes al seminario elegirán tres y un jurado definirá al ganador.

Los proyectos en acero que competirán son el edificio Soho Montemar, realizado por la empresa AMCS, especialista en el desarrollo de ingeniería, fabricación, montaje y construcción en acero. La obra se emplaza en Concón, Región de Valparaíso, y combina hormigón armado con estructuras de acero, lo que permitió mejorar el espacio libre en planta y estacionamientos, sin aumentar los costos.

“Tiene un núcleo de hormigón armado para darle rigidez al edificio, característica necesaria según las normas chilenas y uno de los motivos por el cual los edificios chilenos han tenido un buen desempeño ante grandes eventos sísmicos. Ocupa un envigado de piso y columnas perimetrales de acero que aligeran la estructura considerablemente, reduciendo el tamaño de fundaciones y aumentando el espacio libre en subterráneos y oficinas”, explica el gerente general de AMCS, Christian Schnaidt, quien expondrá en el seminario.

La otra obra en acero es el nuevo edificio administrativo del Campus Manuel Montt de la Universidad Mayor, en la comuna de Providencia, el que será construido en estructura de acero. Diseñado por los arquitectos Fernando Marín y Mónica Álvarez de Oro, de la oficina MAO Arquitectos, considera ocho pisos, tres subterráneos y será levantado mediante el sistema de construcción industrializada, de fabricación en planta y montaje en obra.

“El acero aporta atributos como la velocidad y precisión de la obra. Su fabricación y montaje generan un soporte para las terminaciones al milímetro, por lo cual no sólo la obra gruesa se hace más eficiente, sino que también es posible avanzar en paralelo con la fabricación de terminaciones como las envolventes opacas o transparentes del volumen”, explica Fernando Marín.

En términos arquitectónicos, añade que, para edificios de oficinas, una característica muy valorada del acero es la limpieza y libertad de la planta, por tener menos y más esbeltos elementos estructurales, lo que permite más flexibilidad.

El director ejecutivo del Instituto Chileno del Acero (ICHA), Juan Carlos Gutiérrez, indica que “el mayor uso de este material en obras del área educacional obedece a la experiencia que se ha acumulado en los últimos años en el diseño, fabricación y montaje de edificios de acero en el país, evolucionando desde la construcción tradicional a la construcción industrializada, dado sus altos niveles de conformación de componentes, prefabricación, velocidad de construcción y precisión”.

Más información del seminario e inscripciones en: http://www.aice.cl/es/index.php

La importancia y avances de la construcción en materia de Infraestructura de la Calidad (IC), destacó la jefa de la División de Normas del Instituto Nacional de Normalización (INN), Claudia Cerda, en seminario organizado por ICHA, señalando que este concepto es clave para la competitividad de la economía chilena y los distintos sectores productivos.

La IC está integrada por un conjunto de organizaciones públicas y privadas que establecen e implementan la normalización técnica, metrología, evaluación de la conformidad acreditada, reglamentos técnicos, y vigilancia de mercado. Hoy los tres primeros son de competencia del INN.

“Estos componentes, que son desarrollados por diversas organizaciones, conforman una infraestructura nacional de la calidad. Esta puede ser utilizada para productos y servicios y debe asegurar que cumple con los requisitos de los clientes, sean consumidores, fabricantes o reguladores”, explicó Claudia Cerda.

En este punto, puso el acento en que, al intervenir en el proceso tanto entidades públicas como privadas (ministerios, servicios, organismos de inspección y de certificación, laboratorios de ensayo, etc.), se requiere de una coordinación eficiente para lograr buenos resultados.

Agregó que la construcción es uno de los sectores que muestra más avance en términos de aplicación de la IC.  En esta línea y con el fin de seguir avanzando, destacó el trabajo que está realizando el INN con otros organismos como CORFO, Innova Chile y Construye 2025.

En el caso de la industria del acero, Claudia Cerda detalló que existe un total de 143 normas chilenas vigentes, algunas de las cuales han sido declaradas “normas chilenas oficiales” por los ministerios de Vivienda y Obras Públicas. Entre ellas destacó la NCh 203:2006 y NCh 2369:2003.

Especial mención hizo al convenio de cooperación suscrito en 2014 entre el INN y el ICHA que ha permitido contar a la fecha con ocho normas chilenas aprobadas, de las cuales la mayoría tiene su origen en anteproyectos presentados por el Instituto. Adelantó que hay otras dos en estudio y 11 más en etapa de desarrollo en los diversos comités técnicos del ICHA.

Oficialización de la norma NCh427/1:2016

Con fecha 27 de abril de 2018 y conforme a los procedimientos y etapas establecidos por el Instituto Nacional de Normalización (INN) se declaró como norma oficial de la República de Chile la norma NCh 427/1:2016 sobre Requisitos para el cálculo de estructuras de acero para edificios

La norma, que ya forma parte de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción (OGUC) tiene desde ya, carácter obligatorio.

A fines de 2019 debiera ser entregado el nuevo edificio administrativo del Campus Manuel Montt de la Universidad Mayor, en la comuna de Providencia, el que será construido en estructura de acero, material que va ganando cada vez más terreno en obras de tipo educacional.

La obra, diseñada por los arquitectos Fernando Marín y Mónica Álvarez de Oro, de la oficina MAO Arquitectos, considera ocho pisos, tres subterráneos y será levantado mediante el sistema de construcción industrializada, de fabricación en planta y montaje en obra.

“El acero aporta atributos como la velocidad y precisión de la obra. Su fabricación y montaje generan un soporte para las terminaciones al milímetro, por lo cual no sólo la obra gruesa se hace más eficiente, sino que también es posible avanzar en paralelo con la fabricación de terminaciones como las envolventes opacas o transparentes del volumen”, explica el arquitecto Fernando Marín.

El Director Ejecutivo del Instituto Chileno del Acero (ICHA), Juan Carlos Gutiérrez, indica que “el mayor uso de este material en obras del área educacional obedece a la experiencia que se ha acumulado en los últimos años en el diseño, fabricación y montaje de edificios de acero en el país, evolucionando desde la construcción tradicional a la construcción industrializada, dado sus altos niveles de conformación de componentes, prefabricación, velocidad de construcción y precisión”.

En esta misma línea, Fernando Marín añade que, para edificios de oficinas, la limpieza y libertad de la planta, por tener menos y más esbeltos elementos estructurales, dan una flexibilidad que también es una característica muy valorada del acero.

Adicionalmente, sostiene que al haberse optado por el sistema industrializado se logra una construcción sustentable y en armonía ambiental con el contexto. “Las obras de este edificio -complementa Marín-, tendrán un menor impacto y menores molestias en una avenida (Manuel Montt) que ya presenta un tránsito intenso”.

Otra externalidad positiva es el menor tiempo de construcción que se estima en cerca de cuatro meses, lo que influye en una reducción de los gastos generales de la obra y en un proceso post entrega más expedito por la precisión de las obras complementarias que permite la construcción industrializada.

“Cualquier constructora podrá evaluar qué significan cuatro meses menos de obra en gastos generales para un edificio de tres subterráneos y ocho pisos sobre nivel de terreno”, enfatiza Fernando Marín.

Fuente: EMB Construcción, edición Julio 2018

Por Sergio Contreras, Presidente Instituto Chileno del Acero

En el último tiempo se han producido fallas, algunas de ellas de importancia, en estructuras de puentes.

La reacción natural del público y de algunos analistas, es buscar la responsabilidad que tiene en la construcción de las obras la inspección técnica. Sin embargo el proceso global de la gestación de un proyecto, su planteamiento y su ejecución con todos los pasos intermedios que son necesarios, es bastante más complejo y abarca una gran cantidad de actividades que deben ser cumplidas de manera satisfactoria en cada una de las etapas del desarrollo tanto de la ingeniería como de la construcción.

El aseguramiento de la calidad de los proyectos no se centra exclusivamente en el control severo de las etapas de la obra, sino que comienza en el planteamiento de una adecuada gestión, la cual debe armonizar de manera consecuente todos los pasos del proyecto, en forma completa y correctamente definida.

En la mayoría de los casos conocidos de fracasos de proyectos o fallas importantes de ellos, se han pasado por alto pasos cruciales en su resolución, por una malentendida urgencia o desconocimiento o, simplemente, por una exacerbada necesidad de ahorro de recursos que lleva, tanto a mandantes como a proyectistas y constructores a buscar disminuciones de costos, de manera equivocada.

La vida útil de una construcción ya sea ella un edificio o un puente, depende de muy diversos factores que atentan contra su permanencia en el tiempo, entre ellos los embates de la naturaleza, la falta de mantenimiento y el seguimiento imperfecto de su comportamiento estructural.

Una gran cantidad de veces las construcciones han sobrepasado largamente los tiempos de duración proyectados y durante su uso se ha desatendido completamente su cuidado y mantención. En estos casos no podemos esperar, ni mucho menos exigir que una obra no presente riesgos para sus usuarios en cualquiera de las etapas de su utilización e, incluso durante su construcción.

El correcto gestionamiento de los proyectos, de manera fundamentalmente técnica, luego de haber resuelto su necesidad social y habiendo tomado ya las decisiones fundamentales para su ejecución, debe ser enfrentado con claridad y estar exento de compromisos institucionales internos o de controversias no resueltas entre todas las partes que intervienen en su ejecución. De esta manera es posible lograr que los proyectos planteados sean exitosos y entreguen una seguridad adecuada a sus usuarios.

Frente a las condicionantes de una gestión adecuada, el estado actual de la tecnología ofrece una gran cantidad de opciones que mejoran los procesos y su incorporación en obras de construcción incide en la optimización de los costos, la seguridad y las condiciones de servicio.

Por otra parte, el desarrollo normativo y reglamentario bien armonizado con las necesidades del desarrollo de los mandantes y de los ejecutores, resueltas por funcionaros bien informados, es de primera importancia. No es posible establecer un marco bien definido para obtener logros de calidad sin una normativa técnica que sea capaz de equilibrar de manera debida el conocimiento y aplicación práctica.

Así, debemos encontrar el adecuado camino para comprender y analizar de forma amplia y correcta las verdaderas causas del fracaso de algunos proyectos y no transformarlos en actos con consecuencias de origen mal comprendido, llegando a conclusiones falsas por omisión o desconocimiento.

Fuente: Cooperativa

Con objeto de concientizar acerca de la obligatoriedad de la norma NCh203 establecida en la Ley General de Urbanismo y Construcción (LGUC) y su importancia como la principal herramienta técnica, jurídica y regulatoria que acredita la calidad del acero en Chile en estructuras, se llevó a cabo el seminario “Riesgos del incumplimiento normativo del acero para uso estructural según norma ”, convocado por el Instituto Chileno del Acero (ICHA).

La jornada, que se realizó el jueves 5 de julio en las nuevas instalaciones del Colegio de Ingenieros, contó con la participación de representantes del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), Ministerio de Obras Públicas (MOP), Instituto Nacional de Normalización (INN), organismos de certificación y diversos profesionales y expertos de las áreas de ingeniería estructural, minería, energía, obvras públicas, arquitectura y construcción.

En representación de ICHA participaron Sergio Contreras, presidente; Juan Carlos Gutiérrez, director ejecutivo; Lili Silva, abogada; y Jorge Manríquez, ingeniero asesor, estos dos últimos quienes expusieron y analizaron los principales aspectos del informe elaborado por el organismo “Alcances normativos, regulatorios y legales del uso del acero estructural según norma NCh203” y que se puso a disposición de los asistentes.

En ese sentido uno de los primeros aspectos analizados en el seminario fue el comportamiento general del acero en sismos y la razón de que en Chile exista una norma que requiere condiciones especiales a los aceros estructurales con que se construye.

De acuerdo lo establecido en la LGUC la norma NCh203 es una norma técnica de carácter obligatorio en todo el territorio nacional, aplicable para aceros que se usen en estructuras de usos generales o sismoresistentes, tanto en las construcciones regidas por la LGUC como en el ámbito de la infraestructura pública.

“La NCh203 no distingue y se debe aplicar a los aceros que se usen en la fabricación de todo tipo de estructuras, incluyendo aquellas obras que no requieran de permiso de edificación que ejecute el Estado. Se incluyen las obras de infraestructura de transporte, sanitaria y energética o, cualquier otra de carácter urbano, industrial o minero”, destacó en su presentación Lili Silva, abogada del ICHA.

Si bien en la actualidad hay 143 normas chilenas vigentes en tema de acero, no existe un control adecuado que permita asegurar la trazabilidad y calidad del acero para uso estructural, que se utiliza en obras públicas, habitacionales, minería, oficinas, entre otras.

En ese sentido, Erwin Navarrete, jefe de la División Técnica del Minvu, destacó la importancia de avanzar en el control de materiales de construcción importados, destacando la iniciativa que hoy está impulsando el Ministerio para avanzar en el rotulado de materiales de productos de acero e incorporar controles de calidad de materiales en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción (OGUC).

“En esta línea, hemos trabajado en el rotulado y en comprobar el acero que ingresa a Chile. Este documento se encuentra en trámite en el Ministerio de Economía y pronto va a ser enviado para su promulgación. En esta labor se ha incluido a Aduanas, donde se modificó el compendio de normas aduaneras y se dictó un decreto de control que establece responsabilidades”, detalló Navarrete.

En la misma senda, el gerente general de DICTUC, Felipe Bahamondes, se refirió a la importancia de contar con laboratorios y entidades certificadoras que permitan fijar estándares para aceros importados.

“Contar -dijo- con laboratorios acreditados por el INN para ensayar aceros y organismos para certificar aceros importados por el INN es importante porque asegura que el organismo que está ensayando y el que está acreditando tienen las competencias técnicas, la imparcialidad y la entereza de espíritu para entregar los resultados cualesquiera estos sean”.

Las responsabilidades

Para dar cumplimiento a esta normativa es necesario además que los agentes involucrados en la construcción en acero entiendan los riesgos asociados a su incumplimiento y asuman el rol que cada uno tiene en la cadena de valor.

En este punto, el asesor de ICHA, Jorge Manríquez, destacó que tanto el proveedor como el constructor son los principales responsables en el cumplimiento de la NCh203, no obstante, las responsabilidades subsidiarias que establece la norma.

“En el caso del proveedor -explicó- recae la responsabilidad de entregar un producto que cumpla con las normas, que incluya certificados e informes de los ensayos y las etiquetas y rótulos correspondientes. Mientras que en el constructor la responsabilidad es adquirir un producto que cumpla con estos requisitos”.

El director del IDIEM, Fernando Yáñez, aseguró que el inspector técnico es el profesional competente, independiente del constructor, que fiscaliza que las obras se ejecuten conforme a las normas de construcción que le sean aplicables y al permiso de construcción aprobado. “En ese sentido -añadió- los inspectores técnicos serán subsidiariamente responsables con el constructor de la obra”.

Para asegurar la calidad de los aceros, el INN además ha incorporado elementos de la Infraestructura de la Calidad como la normalización técnica; la evaluación de la conformidad acreditada y la metrología, una serie de requisitos, que bajo un conjunto de organizaciones, públicas y privadas, busca cumplir los parámetros establecidos para productos y/o servicios de consumidores, fabricantes y reguladores en Chile.

En el ámbito normativo, además, Claudia Cerda, jefa de la División de Normas del INN relevó el trabajo conjunto de ese organismo con el Instituto Chileno del Acero que desde 2014 ha permitido aprobar un total de 8 normas. Actualmente hay dos normas en estudio y 11 en estado de anteproyectos que están siendo trabajados por ICHA.

Riesgo de no cumplir la norma

Respecto de los riesgos asociados al incumplimiento de la norma NCh203 el ingeniero civil estructural de Leanside Ingenieros, Sergio Córdova, fue enfático en señalar que el cumplimiento de los estándares que fija esta norma es un requisito básico para el buen desempeño sísmico de las estructuras ubicadas en Chile.

“La exigencia que le imponen los sismos a las estructuras en Chile exige que el acero cumpla una serie de requisitos que de no cumplirse podría anticipar un mal comportamiento ante un evento de este tipo”.

No obstante esta realidad, un alto porcentaje del acero que se utiliza en Chile es importado y, en la mayoría de los casos, -señaló el experto- “al momento de comprar no se conoce si el acero se usará para fabricar un elemento sometido a carga dinámica o estática”.

Un innovador proyecto arquitectónico de oficinas con enfoque colaborativo, construido íntegramente en acero, está en pleno desarrollo en Ciudad Empresarial. Denominado Creative Campus e inspirado en el formato de los business hubs de Silicon Valley y Playa Vista -que reúnen a algunas de las empresas más creativas del mundo, como Facebook y Google- esta nueva propuesta de diseño responde a la necesidad de espacios disruptivos que demandan las empresas más vanguardistas.

Creative Campus (www.creativecampus.cl) es el primer proyecto inmobiliario en Chile conceptualizado desde el origen en estos espacios creativos, y desarrollado gracias a la flexibilidad que permite el acero. Oficinas de doble altura, de hasta 7 metros de alto, con plantas amplias, sencillas y minimalistas, buscan dar respuesta a las generaciones más jóvenes, que prefieren espacios creativos y conectados. Haciendo un símil con el modelo norteamericano, el desarrollo da relevancia también a los espacios exteriores, incorporando zonas de amenidades recreacionales como quinchos, multicanchas y estaciones de trabajo al aire libre, que tienen por objeto estimular la creatividad y productividad.

Pablo Larraín y Guillermo Ravillet, de BL Arquitectos -quienes desarrollaron el proyecto para inmobiliaria Antártica, con la colaboración de Matías Silva- explican la génesis de su conceptualización: “Pensamos inmediatamente en el acero como material constructivo, pues respondía eficientemente a los requerimientos de la inmobiliaria en cuanto a flexibilidad, menores costos de operación y mayores espacios utilizables. Además, como este proyecto está pensado desde sus orígenes como un negocio de renta, debía conseguir retorno lo más rápidamente posible, y una estructura metálica lo permite, porque se construye en un tiempo significativamente menor que con otros sistemas de edificación industriales”.

Adicionalmente, la construcción en acero ofrece otras ventajas relevantes en términos de seguridad y medioambiente. Más liviano que otros elementos constructivos, es un material más seguro en caso de sismos. Además, las estructuras, paneles metálicos – aislantes electropintados y cubiertas de paneles de similares características, prácticamente no requieren de mantención. Los paneles, en particular, al estar rellenos de espuma, proveen de una mejor aislación térmica y ventilación, lo que permite que se requieran menos elementos de ayuda para cambiar las condiciones internas (temperar o enfriar el aire).

“El sistema industrializado que estamos aplicando no sólo se refiere a la estructura metálica y a los paneles con aislación térmica y chapa metálica pintada al horno, también considera cubiertas del mismo material y losas prefabricadas, industrializadas, que generan un ambiente muy estable en términos de temperatura. Además, incorporamos ventanas, que permiten utilizar ventilación cruzada en verano para ahorrar energía, entregando el control del clima al mandante, en lugar del pago de gastos comunes de un edificio más tradicional”, explica Jorge Grez, socio de Construtec, empresa a cargo de la construcción del proyecto.

Creative Campus contempla un total de 8 edificios, de los cuales los primeros dos –que suman 2.000 metros cuadrados- serán entregados a fines del presente año.

“Al ser desarrollados con un concepto industrializado, los clientes pueden optar por arrendar un edificio completo o unidades del mismo, en vertical u horizontal, a partir de los 160 metros cuadrados. Hemos tenido una excelente respuesta del mercado, y ya tenemos colocada esta primera etapa en un 70%. Estamos viendo un rápido retorno de la inversión gracias a la velocidad con la que estamos construyendo y a que tenemos mayor espacio utilizable para arrendar. Si hubiéramos optado por construir en hormigón, en lugar de acero, nos habríamos demorado entre 6 meses y un año más en tener los primeros entregables”, explica Nicolás Knockaert, managing partner de Antártica.

El director ejecutivo del Instituto Chileno del Acero (ICHA), Juan Carlos Gutiérrez, enfatiza que en Chile es cada vez más frecuente el desarrollo de edificios con estructuras de acero, desde estaciones de transporte aéreo, terrestre y marítimo, a edificios de oficinas, comerciales, industriales y culturales, entre otros.

“Dada la gran cantidad de ventajas que brindan el diseño y la construcción en acero, esperamos que casos como el proyecto “Creative Campus” se masifiquen y se extienda aún más su uso en proyectos habitacionales y de oficinas. El ICHA trabaja en la revisión y actualización de las normas técnicas, y tiene planteado dentro de sus desafíos la revisión de la norma de diseño estructural, para incorporar los parámetros a la realidad de este material”.

El pasado 8 de junio, en sus instalaciones de Quilicura, expertos de Proindar, junto a Bbosch y Hilti, realizaron una capacitación al personal de Codelco División Teniente sobre el correcto uso de los pisos industriales, enfatizando en la nueva norma chilena de parrillas NCh3572, que comenzó a regir el año pasado. Durante la jornada se expusieron las normas de fabricación de los paneles, el dimensionamiento de este y, por último, las normas para el montaje del piso industrial, exponiendo la parte técnica, como también la teórica, siempre apoyados con fotografías que ayudaron a entender mejor los riesgos asociados. Luego de la actividad se exhibió el proceso productivo de los paneles ARS, el correcto dimensionamiento y uso de las fijaciones con ayuda de Hilti.

Ejecutivos de Proindar, tras felicitar a la División Teniente de Codelco por esta i niciativa de capacitar a su gente, explicaron que estas actividades se realizan con el fin de promover y explicar los aportes regulatorios de la norma NCh3572, ya que se han detectado anomalías en distintas faenas mineras, calles de Santiago, plantas industriales, entre otros lugares, por lo que es fundamental capacitar al mercado.

Fuente: El Mercurio

El mercado siderúrgico de América Latina y el Caribe durante enero-abril de 2018 presentó un incremento de 3% en el consumo de acero laminado, mientras que la producción regional de acero crudo y de acero laminado creció 5% y 7%, respectivamente versus el mismo período del año anterior, confirmando las mejores condiciones económicas mundiales y regionales.

Así lo consiga el último informe de Alacero, agregando que si bien la región ha disminuido 18% sus importaciones, el consumo regional es abastecido en un 31% por dichas importaciones. Las exportaciones superan en 12% a las de ene-abr de 2017. Por su parte, la balanza comercial se mantiene negativa, aunque su déficit disminuye 34%.

Producción

Acero crudo.  América Latina tuvo una producción de 22,0 millones de toneladas (Mt) de acero crudo en ene-abr 2018, 5% superior a lo registrado en el mismo período de 2017 (20,9 Mt). Brasil es el principal productor con 52% del total regional (11,6 Mt), aumentando 4% versus ene-abr 2017.

Acero laminado.  La región produjo 18,5 Mt de acero laminado, 7% más que en ene-abr de 2017. Los principales productores son Brasil 7,8 Mt (42% del total latinoamericano) y México con 6,6 Mt, con 36%.

Consumo de acero laminado

En los cuatro primeros meses del año, la región registró un consumo de acero laminado de 22,4 Mt, 3% mayor que en ene-abr 2017 (21,8 Mt). Los principales países que incrementaron su consumo, tanto en términos absolutos como porcentuales fueron, Brasil (782 mil toneladas adicionales y creciendo 13%), Argentina (395 mil toneladas adicionales y 27%) y Panamá (53 mil toneladas y 51%).

Contrariamente, en el mismo período Uruguay, Perú y Bolivia registraron caídas de 33%, 21%, y 18% respectivamente.

Del total latinoamericano, 57% corresponde a productos planos (12,9 Mt), 41% a productos largos (9,3 Mt) y 2% a tubos sin costura (315 mil toneladas).

Fuente: Alacero

Más de 300 personas asistieron a la actividad que tuvo como objetivo concientizar acerca de los riesgos asociados al incumplimiento de la norma NCh203, analizar sus alcances normativos y legales, obligatoriedad y responsabilidades de los actores que conforman la cadena de valor.

La jornada contó con las exposiciones de Erwin Navarrete, jefe de la División Técnica del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu); Claudia Cerda, jefa de la División de Normas del Instituto Nacional de Normalización (INN), Sergio Córdova, ingeniero civil estructural de Leanside Ingenieros; Felipe Bahamondes, gerente general de Dictuc y Fernando Yañez, director de Idiem.

Por parte de ICHA expusieron Lili Silva, abogada, y Jorge Manríquez, asesor, quienes analizaron los principales aspectos del informe elaborado por el organismo “Alcances normativos, regulatorios y legales del uso del acero estructural según norma NCh203”.

Juan Carlos Gutiérrez, director ejecutivo de ICHA, destacó que “en Chile existe un sistema técnico, jurídico y regulatorio que da el marco para la utilización del acero, pero no se está aplicando debido a la falta de control”.