La industria del acero mundial llama a los gobiernos a tomar acciones contra la nueva política siderúrgica de China y la sobrecapacidad
Existe un fuerte consenso contra la creciente ola de exportaciones provenientes de industrias o compañías siderúrgicas propiedad del Estado, como quedó demostrado una vez más en la reciente reunión del Comité del Acero de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) a principios de mayo. Los reportes compartidos en la reunión en París por las asociaciones siderúrgicas nacionales de Asia, las Américas y Europa sorprendieron por su similitud: se consolida un “nuevo normal”, caracterizado por un crecimiento más lento, donde todas las regiones están padeciendo un incremento dramático de las importaciones de acero en condiciones desleales de comercio, alimentado por la masiva sobrecapacidad global. El mayor peso recae sobre China, cuya sobrecapacidad significativa y creciente en tiempos de bajo crecimiento ha desestabilizado el mercado global del acero y sus flujos comerciales.
Este comunicado da continuidad a los comentarios presentados en forma conjunta por las ocho asociaciones representantes de la siderurgia de EE.UU., Canadá, México, América Latina y Europa en respuesta a la recientemente publicada “Política de Ajuste de la Industria Siderúrgica” de China, en los que manifestaron su preocupación por la política, que sigue reflejando un enfoque verticalista y dominado por el Estado en las reformas propuestas para la industria del acero.
El Comité del Acero de la OECD ha tomado nota de la urgencia de estas preocupaciones, como se refleja en la declaración final emitida por el presidente de su Comité del Acero, Risaburo Nezu: “Los desafíos estructurales deben abordarse con urgencia en medio de esta nueva era caracterizada por el bajo crecimiento de la demanda de acero y por el aumento de las exportaciones”, añadiendo, “el fracaso en enfrentar y detener las distorsiones del mercado tendrá como consecuencia que empresas subsidiadas y apoyadas por el Estado sobrevivan a expensas de otras empresas, privadas y eficientes, que operan con mínimo apoyo estatal”.
Las asociaciones que suscriben este comunicado concuerdan que la necesidad de acción inmediata y efectiva es urgente. Reafirmamos nuestro llamado a cada gobierno nacional a enfocarse en este tema en su país y realizar todos los esfuerzos necesarios en su diplomacia comercial y en sus regulaciones para confrontar y desafiar aquellas políticas gubernamentales que están alimentando la sobrecapacidad –raíz de la actual crisis del acero-, y procurar un campo de juego nivelado en el mercado del acero.
Una cuestión específica que pronto deberán enfrentar nuestros gobiernos es el concepto de que China no debe de ser considerada como “economía de mercado” por los miembros de la Organización Mundial de Comercio (WTO) a partir de finales de 2016. La decisión individual de cada país tendrá importantes consecuencias sobre la forma en que aquellas empresas afectadas por las importaciones en “dumping” desde China puedan recuperarse. Como queda tan claramente ilustrado por el sector siderúrgico de China, este país todavía no supera la prueba de ser una economía de mercado. La misma existencia de sobrecapacidad -estimada en hasta 425 millones de tonelada- y la falta de una política eficaz para reducirla son evidencia de que China sigue siendo una economía dominada en forma verticalista por el Estado.
Esta es una cuestión crítica que debe ser tomada en cuenta inmediatamente. Por eso, continuaremos colaborando y realizando esfuerzos individuales en pos de procurar que nuestros gobiernos juzguen cuidadosamente los criterios y antecedentes antes tomar decisiones o realizar anuncios que favorezcan un reconocimiento prematuro de China como economía de mercado