Chile cuenta con una normativa actualizada que garantiza la calidad de la construcción industrializada en acero

El director ejecutivo del ICHA, Juan Carlos Gutiérrez, participó en el webinar organizado por la CDT “Prefabricados en la Construcción” con el tema “Experiencia y desafíos en prefabricados en acero” y se refirió a las ventajas que entrega el acero en la prefabricación de obras.

Indicó que con el acero se consiguen costos más competitivos, capacitación permanente de los operarios y además existe una disponibilidad de información técnica para el diseño y la construcción.

Gutiérrez indicó que el ICHA está participando activamente en el Consejo de Construcción Industrializada, particularmente en la iniciativa de desarrollo de una norma chilena de glosarios técnicos que se utilizan en la construcción industrializada. Precisó que la prefabricación es un proceso donde se incorporan a la construcción elementos prefabricados fuera de obra, mientras que la industrialización es una producción en serie que utiliza métodos predeterminados, conocidos y repetitivos, con tecnología clasificada y certificada, es decir utilizando métodos claros y controlables.

A raíz de esto, Gutiérrez señaló que, desde la perspectiva del ICHA, la industrialización requiere de normas técnicas, certificación y verificación.

Refiriéndose a la construcción industrializada en acero, señaló que “nos encontramos con un elemento calidad uniforme y susceptible de ser sometido a un proceso de control de calidad que garantice el estándar definido en el diseño y que se puede verificar al término del proceso de construcción”.

En este proceso de construcción, el director ejecutivo del ICHA enumeró las ventajas del acero. Explicó que “es un material que proviene de un proceso industrial que permite un control de calidad desde su génesis y es un producto que sirve para obras de montaje, es una faena seca, reduce los excedentes en obra, la exigencias de bodegaje, los plazos de construcción y los costos. Además, mejora el control y la gestión de calidad y con ello la calidad final de la obra”.

Gutiérrez explicó que el ICHA ha realizado un trabajo normativo intenso en los últimos años. Citó la norma de diseño de estructuras de acero que databa de 1977. Gracias a este trabajo en 2016 el Instututo Nacional de Normalización aprobó la norma de diseño de estructuras de acero con perfiles laminados y soldados NCh427/1, y en diciembre de 2019 la norma de diseño de estructuras con perfiles conformados en frío NCh427/2. “Es decir hemos, actualizado una brecha tecnológica del orden de 40 años y así el país dispone de normas para diseño de estructuras que están actualizadas lo que permite aumentar la participación de distintos actores desde el punto de vista del diseño”.

Respecto del desarrollo normativo para la fabricación y el montaje de estructuras de acero, Gutiérrez señaló que la brecha era mayor aún, pues la norma anterior databa de 1957. Ésta norma fue actualizada y aprobada por el INN en 2017, permitiendo que los estándares técnicos se adapten a la realidad actual de la construcción. “Es decir, los principales productos con los cuales se puede diseñar, fabricar y montar estructuras de acero, disponen de normativas chilenas certificables. Esto es una realidad que no existía en nuestro país y que hoy permite sentar certezas sobre las cuales se puede construir y desarrollar proyectos con integración temprana de actores”, indicó el director ejecutivo del ICHA.

Sobre los desafíos de la construcción industrializada en acero, Gutiérrez señaló que se requiere la involucración temprana en las etapas del diseño de una obra, además de reforzar la capacitación y certificación. “En el ICHA tenemos a disposición el Código de Mejores Prácticas para Construcciones en Acero, además del libro Proyectar en Acero: Práctica Chilena y próximamente presentaremos un nuevo libro sobre Diseño de Estructuras de Acero”.