Industrialización y circularidad, las claves para la construcción sustentable
Nadie duda de la calidad de las construcciones en Chile, puestas a prueba en muchas ocasiones por nuestros acostumbrados terremotos. Sin embargo, esta industria debe avanzar de forma muy significativa en un aspecto, el ambiental.
En la última sesión del Comité de Economía Circular del Instituto de la Construcción y del que el ICHA forma parte activa, el CEO de Echeverría Izquierdo, Pablo Ivelic, se refirió a la estrategia que esta constructora está aplicando en sus proyectos y, específicamente, en la generación y tratamientos de los residuos. “En Chile, la generación de residuos de la construcción es 2 a 3 veces mayor que el de países desarrollados”, indicó el ejecutivo durante su exposición.
Señaló dos caminos que la industria debe tomar para reducir sus impactos ambientales: la industrialización y la aplicación de una política de economía circular en el uso de los materiales e incluso de la obra misma.
“El mejor residuo es el que no se genera”, señaló Ivelic y para eso, dijo es necesario utilizar sistemas de construcción industrializada. Reconoce que, en un principio, esto genera mayores costos, pero aclaró que se ven compensados con creces en la reducción de tiempo de construcción y en la mejora logística, pues se reciben menos camiones y no hay que pagar por disponer los residuos.
Las opiniones al respecto son contundentes, Paola Molina, arquitecta y presidenta del Comité de Economía Circular del Instituto de la Construcción, señala “la prefabricación es la clave del futuro de la construcción. El corte y doblado del acero, debe ser industrializado. No me puedo imaginar una obra húmeda en el futuro”.
Según Ivelic, la clave para la industrialización de la construcción y la aplicación del modelo de economía circular está en que el mandante de la obra lo estipule en el diseño. “La constructora no puede hacer mucho al respecto, si el dueño de la obra no deja establecido desde el principio”.
Termina diciendo que la industria de la construcción debe basarse en tres dimensiones: El cuidado de las personas, la rentabilidad del negocio y el cuidado del planeta.