Sin importar de qué material sea el cierre perimetral instalado, la relevancia que tienen para la seguridad de las personas los hace un elemento de primera prioridad, puesto que delimitan territorios, como es el caso de las carreteras, en donde este tipo de cercos permiten prevenir el ingreso de animales a la vía o que personas crucen por pasos no habilitados.
Desde la llegada de las autopistas de alta velocidad al país, el uso de cierres perimetrales ha aumentado considerablemente en las obras viales, dado que los estándares de seguridad así lo exigen. En ese sentido, el acero ha sido uno de los elementos preferidos para su desarrollo.
Si bien el cierre perimetral puede ser de diferentes materiales, el acero presenta múltiples ventajas dadas sus características intrínsecas, que lo convierten en un elemento con muy buena reacción frente a distintas condiciones de uso. Pudimos observar luego de los recientes terremotos que han afectado al país cómo las panderetas tradicionales sufrieron por los fuertes movimientos telúricos, generando daños tanto a las personas como a los bienes colindantes, sumados a la vulnerabilidad de los recintos cercados.
Esta situación es totalmente distinta a los cierres elaborados con acero, que resistieron firmemente, evitando colapsar y así arriesgar la vida de las personas, sus bienes y la seguridad de los recintos. Entre los atributos de los cierres perimetrales de acero destacan la velocidad constructiva, ya que al ser prefabricados y disponer de sistemas de montaje, su ejecución es extremadamente rápida, reduciendo los costos de instalación. Al mismo tiempo, disponen de sistemas de protección contra la corrosión, alargando su vida útil y disminuyendo los costos de mantenimiento.
El avance de la tecnología ha permitido innovar en la construcción de los cercos instalados. Hoy es posible ver cierres altamente resistentes, a los cuales además se les ha aplicado un diseño estético, que no solo se preocupa de la seguridad, sino que además comulga muy bien con el entorno en el que está instalado, gracias a que el acero permite crear elementos con colores y diseños personalizados de acuerdo a las necesidades de los usuarios, aportando en la vista del paisaje.
Los cierres perimetrales de acero son ideales para la protección de áreas residenciales e industriales, simplifican la labor de seguridad en los territorios y ofrecen una gran solidez estructural frente a eventos de la naturaleza. Asimismo, proveen una imagen estética, lo que entrega tranquilidad y confianza.
Columna de opinión de Juan Carlos Gutiérrez, Director Ejecutivo ICHA