“Los arquitectos estamos reflexionando sobre cómo la pandemia nos obligará a repensar las ciudades y cómo deberán cambiar los hábitos de las personas”, señaló Francis Pfenniger, profesor asociado del Departamento de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile y socio de la Oficina de Arquitectos Pfenniger y Asociados.

Muchas empresas constructoras están pidiendo respuestas rápidas para respetar las distancias mínimas y la adecuada sanitización de los espacios de trabajo. Para ello, dijo, la industrialización de la construcción es una solución. Hacer en maestranzas el trabajo de moldaje y el de corte y doblado del acero, permite reducir considerablemente la cantidad de gente en la obra, facilitando el distanciamiento social y la sanitización.

De esta manera, las declaraciones del profesional se alinean con el trabajo que está realizando el Instituto Chileno del Acero, ICHA, en lo relativo a industrializar la construcción y la utilización del acero en nuevos diseños y solucione, ya sea de vivienda, comercial o, como la urgencia lo indica ahora, en infraestructura para la salud.

Según Pfenniger, con la nueva realidad que estamos viviendo, la industria de la construcción tendrá que optar por este camino, por lo que dijo, “tenemos una tremenda oportunidad para industrializar la construcción en Chile”.

Señaló que los profesionales de la arquitectura y la ingeniería están capacitados para realizar este cambio y que las tecnologías para desarrollarlo ya existen.

Respecto de los nuevos diseños, Pfenniger dijo que habrá que pensar viviendas individuales o en condominio, que incorporen espacios para el trabajo, la adecuada sanitización en los accesos e incluso para el cultivo de alimentos, en caso de repetirse otra pandemia. El mayor problema, señaló, está en las viviendas sociales, pues añadirles 5 m2 tiene un costo y el tema es ver si el Estado tiene los recursos para asumirlo.

En cuanto a los edificios de oficina, estos también deberán cambiar. Primero, deberían ser más pequeños, porque mucha gente continuará haciendo teletrabajo, aún después de la pandemia. Disminuirán los atochamientos, el consumo de combustible y la contaminación. Otro cambio debería ser el reemplazo de las plantas libres, por espacios de trabajo segregados para disminuir riesgos de futuros contagios.

En resumen, el COVID-19, no sólo cambiará nuestros hábitos, también modificará la ciudad, nuestro lugar de trabajo, nuestras casas e incluso nuestros jardines.

 

El lunes 1 de junio comenzó, en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, la construcción del piloto de Zona Cero, proyecto diseñado por académicos de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de esa casa de estudios, y cuya finalidad es brindar un espacio adicional y adecuado para la primera atención de pacientes. Esto, permitirá descongestionar las dependencias tradicionales del centro asistencial y diferenciar tempranamente aquellos pacientes que sufran afecciones respiratorias, es decir eventuales portadores del COVID-19.

El proyecto tiene el apoyo del Instituto Chileno del Acero, ICHA, organismo que generó los cálculos de ingeniería y realizó las vinculaciones con empresas proveedoras de los productos de acero necesarios para construir Zona Cero, a través del Comité de Conformadores y el Comité de Techumbres y Recubrimientos.

Alastair Aguilera, coordinador del proyecto y académico de la FAU , señaló que se están prefabricando los módulos de piso a base de perfilería de bajo espesor con recubrimiento metálico y placas de contrachapado de 18mm de espesor. En paralelo, dijo, “estamos en la etapa de trazado y cierre perimetral en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile”

Según el académico, la construcción considerando la suma de la prefabricación y el montaje de las estructuras, debería estar lista “a más tardar el 17 de junio”. Adicionalmente, se está trabajando en el diseño de una página web en la que se dispondrán los planos para todos quienes deseen utilizarlos y así, mejorar sustancialmente la capacidad de entregar una primera atención a los pacientes en cualquier centro asistencial del país.

El Consejo del Instituto Nacional de Normalización, INN, aprobó en su última sesión la nueva norma NCh 223 para Planchas de Acero Recubiertas Conformadas en Frío.

La nueva versión agrega 3 productos nuevos a las planchas Toledanas y Estándar existentes en la norma producto de la realidad actual del mercado. También se actualizaron los espesores ampliando los existentes anteriormente.

Otras modificaciones son la actualización de los requisitos de los recubrimientos y se explicitan los requisitos de ensayo de los productos.

La nueva versión de la NCh 223 puede ser adquirida y descargada desde el sitio http://www.inn.cl