El diseño como clave en la construcción sustentable

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Desarrollar obras sustentables, con alto valor social y ambiental, pero que además permitan reducir los costos es un gran desafío que tiene la industria de la construcción. Hay que reducir el consumo de materiales, energía y agua sin alterar la calidad, pero también hay que reducir y ojalá eliminar los residuos o bien valorizarlos para que sirvan de insumo para la fabricación de otros productos.

En resumen, estamos hablando de Economía Circular, el modelo que tiene que reemplazar al actual de Economía Lineal y que se basa en la producción, utilización y disposición final indiscriminada. En este contexto, el Instituto Chileno del Acero (ICHA) y la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile (FAU) han iniciado la creación de ACEROLAB, entidad que promueve y gestiona la innovación en acero en Chile, tomando el diseño arquitectónico, constructivo e industrial como motor y piedra angular.  Fomentando la colaboración multisectorial público – privada – académica, AceroLAB pone la innovación en beneficio del desarrollo del país, sostenibilidad, productividad y la mejora de la calidad de vida de la sociedad.

Paola Molina, presidente del subcomité de Economía Circular del Instituto de la Construcción, destacó la iniciativa de crear AceroLAB y cómo el acero debe estar implícito en los nuevos modelos de desarrollo. “El acero tiene un rol muy importante, primero por su resistencia a los sismos y luego porque es 100% reciclable y genera un círculo virtuoso al crear una cadena de recolectores que viven del reciclaje, una industria que convierte esta chatarra en acero nuevo que es vuelto a utilizar por la construcción”.

Profundizando en el tema de Economía Circular en la construcción, Paola Molina señala que “la clave está en el diseño de la obra. “Hasta hoy el diseño en la construcción no considera una serie de externalidades como los residuos y las emisiones a la atmósfera, quedando estos aspectos en Tierra de Nadie. El cambio climático nos hizo ver este problema y que debemos hacernos cargo de él”.

El diseño de cualquier obra es clave para incorporar la Economía Circular a la industria de la construcción, señaló Molina. En él tenemos que considerar cómo utilizar menos materiales, y que, además sean amigables con el medio ambiente. El diseño de la obra también debe considerar la valorización de los residuos o bien su adecuada disposición para disminuir al máximo sus impactos ambientales. “Todo nuevo proyecto debe tener conciencia ambiental ya que es muy poco rentable no hacerlo, y esa es una buena noticia. De los residuos deben salir nuevos productos que alimenten la Economía Circular y eso es un gran aporte económico a cualquier obra”.

“Hoy en Chile estamos demandando más recursos de los que nos puede proveer la naturaleza y esos es insostenible”. Hay que capacitar a la industria sobre los beneficios de temas como la industrialización y la utilización de sistemas constructivos sustentables “pues cuando se entienda que estos sistemas constructivos generan beneficios económicos al reducir los tiempos de construcción, la utilización de materiales y las emisiones, se verá que son sistemas que entregan también beneficios económicos, además de los ambientales”.