• Durante la Cena Anual del Acero, que congregó a toda la cadena de valor de la industria, se entregaron, además, tres Menciones ICHA y tres Distinciones de Honor.

Sabbagh Arquitectos, ganadores de la Muestra

Con el objetivo de reconocer la mejor obra de arquitectura en acero, diseñada por profesionales chilenos, el Instituto Chileno del Acero realizó la Primera Muestra de Arquitectura en Acero, donde participaron más de 30 proyectos en categorías tan variadas como vivienda, edificación industrial y obras civiles.

El proyecto ganador fue el “Edificio Indumotora Panamericana” de la oficina Sabbagh Arquitectos que en sus 2.652 m2 construidos en la comuna de Lampa, proyecta liviandad y tecnología con su estructura metálica, en base a un reticulado de vigas laminadas de acero, y costaneras que reciben una cubierta de cristal, y donde los núcleos de venta en acero y cristal, buscan una imagen de transparencia y modernidad.

El jurado, compuesto por los arquitectos Alvaro Donoso, Alberto Fernández, Francis Pfenniger, Pablo Gil, el ingeniero civil Marcial Baeza, junto a Jorge Manríquez, Director del ICHA y la arquitecta Directora de la Muestra Cecilia Leiva, entregaron la Mención ICHA y la Distinción de Honor a tres proyectos en cada categoría.

En Menciones ICHA resultaron ganadores los proyectos “Ferretería O´Higgins” de la oficina Guillermo Hevia Arquitectos; “Duoc Maipú” de Sabbagh Arquitectos y la “Casa del Lago” de Cristian Undurraga; mientras que las Distinciones de Honor recayeron en la “Planta de Agua Mineral AONNI” de Bebin y & Saxton Arquitectos; los “Viaductos de las Estaciones de Línea 4 de Metro” de la oficina de arquitectos Iglesis Prat y la vivienda “Casa Patio” de Polidura+Talhouk.

Las estructuras de acero posibilitan un diseño arquitectónico limpio, en el cual la estructura permite leer la espacialidad como una unidad, enriqueciendo este diseño, en sus diferentes escalas de soluciones constructivas. “Como elemento no estructural tiene múltiples posibilidades de recubrimiento, envolvente, mantos de acero, con soluciones simples y valiosas en texturas, color y sustentabilidad. Sumado a la rapidez, limpieza en su construcción y menor mano de obra; permite transportar sus elementos a lugares con menores recursos necesarios en las construcciones tradicionales de hormigón”, comenta Cecilia Leiva, Directora de la Muestra.

Cabe mencionar que los proyectos ganadores fueron dados a conocer en la Cena Anual del Acero del ICHA, actividad que reunió a la Red de Valor del Acero con el mundo de la construcción, oportunidad donde se realizó un montaje audiovisual para exhibir los proyectos seleccionados, los que además formarán parte de una edición impresa que dará cuenta de los atributos y especificaciones de cada una de las obras.

Sobre ICHA

El Instituto Chileno del Acero (ICHA) es una corporación sin fines de lucro perteneciente al grupo de Corporaciones de Asimet –Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas-, con más de 10 años de funcionamiento, que promueve el desarrollo de la industria del acero en Chile y que representa a 28 empresas, entre siderúrgicas, fabricantes, manufactureros, distribuidores, servicios y profesionales del acero.

Su labor está centrada en ser un organismo eminentemente técnico abocado al desarrollo de la industria nacional del acero, estableciendo estrategias para la industria productora y transformadora de productos que derivan de este material.  Dicha labor está centralizada en comités de trabajo: Técnico, Marketing, Inspección y Normas Técnica, Arquitectura en Acero y finalmente Cálculo Estructural en Acero, los que están conformados por representantes de las empresas socias y sesionan en forma permanente.

Actualmente, el comité se encuentra en etapa de análisis de literatura, traducción y adaptación a la realidad nacional.

En 1957 surgió en nuestro país la Norma Chilena 428, denominada “Ejecución de Construcciones de Acero”. Para la preparación de esta norma, el comité encargado tomó como base el proyecto “Diseño, Cálculo y Ejecución de Construcciones de Acero” y algunos documentos como American Bridge Co. de 1949, Specifications for Steel Structures for Subsidiary Companies of United States Steel Corporation; American Institute of Steel Construction de 1949, Specification for theDesign, Fabrication and Erection of Structural Steel for Buildings; British Standards Institution, de 1948, Specification for the Use of Structural Steel in Building.

El 30 de julio de 1957 y mediante Decreto Nº1 627, entró en vigencia la norma que se encargaría de velar por la ejecución de las construcciones de acero en nuestro país. Desde ese día, han transcurrido casi 60 años.

Lo anterior, motivó al ICHA, a través de su Comité Técnico, a actualizar la norma, para lo cual convocó a un equipo de profesionales compuesto por especialistas y expertos colaboradores, quienes tienen la misión de actualizar la norma incorporando conceptos e información relevante para el correcto cumplimiento de la construcción de estructuras metálicas.

Según explica Pablo Matthews, miembro del comité, el “ICHA tuvo la iniciativa de crear este comité para actualizar la NCh 428, la cual se encuentra un poco desactualizada, por lo que hizo un llamado a los especialistas para actualizarla. Para ello, los integrantes deberemos recopilar literatura y normativa vigente en otros países y ver su posible aplicación a la realidad chilena”.

La comisión, compuesta por representantes de AEES; Arrigoni; BBosch; Edyce; FAT-ASD; Joma y Maestranza Maipú y colaboradores asociados al rubro, trabajará en subcomisiones para analizar los 10 capítulos que contempla la normativa, la que tomará como base el Código de Prácticas Estándar del año 2010 del American Institute of Steel Construction (AISC).

“El ICHA invitó a los profesionales no sólo para actualizar la norma, sino que también para dar respuesta a las inquietudes de los fabricantes, esto a través del análisis del estado de la norma y hacer propuestas al Instituto Nacional de Normalización (INN)”, afirmó Pablo Matthews.

Actualmente el comité se encuentra en etapa de análisis de literatura, traducción y adaptación a la realidad nacional. Posteriormente y con todos los antecedentes se realizará una propuesta de nueva norma, la que será presentada al INN en un plazo no mayor a diciembre de este año.

El equipo de profesionales, compuesto por los asociados del ICHA y expertos colaboradores, tendrán la misión de actualizar la norma chilena que regula la “Ejecución de Construcciones de Acero”, que data del año 1957, incorporando conceptos e información relevante para el correcto cumplimiento de la construcción de estructuras metálicas.

Según explica Iván Matesic, presidente del Comité “hoy en día los fabricantes de estructuras no cuentan con una norma que abarque conceptos modernos para determinar aspectos relevantes de un proyecto, desde las especificaciones de productos, el detallamiento,  tolerancias de aceptación y rechazo y el ámbito contractual. Por lo tanto, contar con este tipo de marco es vital. Además, se transformará en un elemento de control de las empresas de inspección de estructuras.”

La comisión, compuesta por ocho profesionales, entre ellos destacados expertos en cálculo, Detallamiento, fabricación y montaje de estructuras metálicas, trabajará en subcomisiones para analizar los 10 capítulos que contempla la normativa, que tomará como base el Código de Prácticas Estándar del año 2005 del American Institute of Steel Construction (AISC).

A juicio de Iván Matesic, el código de la AISC es aplicable en un gran porcentaje a nuestra realidad. Sin embargo, hay elementos contractuales que determinan la relación entre cliente y fabricante, y que probablemente se deberán revisar bajo el prisma nacional.

Con éxito se realizó el Curso de Diseño de Estructuras de Acero para Puentes, organizado por el Instituto Chileno del Acero, ICHA, desarrollado entre el 27 y 29 de noviembre con el patrocinio del Colegio de Ingenieros de Chile y la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales, AICE.

En dicha instancia, los profesionales tuvieron la oportunidad de conocer el lenguaje técnico de la especialidad, manejar las consideraciones de diseño y construcción bajo la perspectiva de la norma internacional AASHTO y la normativa chilena, además de las Consideraciones Generales para el Diseño de Puentes, Conexiones, Soldaduras, Protección contra la Corrosión, entre otros temas.

El curso contó con la participación de los destacados expertos nacionales Santiago Riveros, académico de la Universidad de Santiago, (USACH); Nelson San Martín, Ingeniero en Estructuras, diseñador de dilatada trayectoria en puentes de acero en Chile; Patricio Buguñá, Ingeniero Civil, autor de la edición técnica ICHA “Manual de Diseño de Superestructuras de Acero para Puentes”, publicado en 2008; Mauricio Ibarra, senior Welding Inspector; Christian Sánchez, Ingeniero Civil Metalúrgico y MSc. en su disciplina.

A juicio de Nelson San Martín, es sumamente importante que los profesionales adquieran el conocimiento necesario, ya que en el país son muy pocos los expertos en puentes. “Hoy nos preguntamos ¿quiénes serán nuestros sucesores? y el desafío es para las nuevas generaciones, debemos incentivarlos para que existan más especialistas en el diseño de puentes. El ICHA es un actor relevante para la formación del capital humano y el rol de las universidades es clave, ya que solo algunos contenidos se revisan en la academia”, explicó.

En sintonía con lo anterior, José Miguel Rojas, ingeniero de Proyectos de Poch y Asociados y, participante del curso comentó que “esta instancia ha sido muy buena para nosotros porque hay temas que uno no los ve en la universidad”.

De igual manera opinó Nicolás Cárdenas, ejecutivo del área de negocios de Arrigoni Metalúrgica, quien explicó que “las charlas de los expositores son bien completas. Dejan todo claro y el espacio para preguntas es una oportunidad para aclarar las dudas. Yo trabajé como ingeniero de proyecto y esto me gusta mucho”.

Por otra parte, los asistentes valoraron el amplio temario del curso, sobre todo el módulo de metalurgia, tal como afirmó Carlos Arenas, ingeniero de Proyectos de Formac. “Hay términos que un ingeniero estructural no maneja y es bueno contar con esos conocimientos. Este curso tiene personas de bastantes áreas, la gama de temas es bien amplia y ver todas las perspectivas me parece una buena propuesta”.

Asimismo, Miguel Leal, ingeniero estructural del departamento de ingeniería de Sigdo Koppers manifiestó que “yo soy calculista y no estamos muy cerca de esa área, como la especificación de los materiales y los procesos de fabricación del acero”. Por su parte, Carolina Tapia, ingeniera estructural, académica de la UTEM, indicó que “es necesario estar al día en torno al diseño de puentes”.

Finalmente, Daniel Vega, ingeniero de proyecto de Ingeniería Cuatro destacó que “estos contenidos los usamos en forma continua y veo que tienen una orientación a relacionar el acero en las maestranzas con lo que siempre se ve en las consultarías, sobre todo en el área de puentes. Tratar de hacer un link entre el calculista, la constructora y la maestranza, algo que nosotros necesitamos entender”.

El Instituto Chileno del Acero, ICHA, realizó el segundo “Monitoreo a la calidad de las Barras de Acero Importado”, con el fin de establecer una base de control sobre los aspectos básicos de estos productos, en especial los establecidos en la normativa chilena.

La medida, liderada por el Comité de Normas y Monitoreo del ICHA, fue desarrollada por el Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación de Estructuras y Materiales, IDIEM, entidad que realizó los ensayos sobre la calidad de barras para hormigón armado, de procedencia importado, de acuerdo a lo exigido por la norma NCh204.Of2006.

El monitoreo, realizado ante notario público, recolectó 29 muestras en tres distribuidores de la Región Metropolitana y dos puntos de venta en la Región de Antofagasta.

Este segundo trabajo arrojó inquietantes resultados. Sólo el 20% de las barras importadas de la muestra cuenta con certificados que indiquen la calidad del producto, mientras que un 55% registra incumplimientos a los requisitos señalados en la norma chilena NCh204of.2006. También se encontraron inconsistencias en el 10%, que no cumple con las propiedades mecánicas, es decir, con niveles mínimos de resistencia; un 34% presenta incumplimientos en el ámbito de la geometría de resaltes y un 10% en la masa lineal mínima exigida.

Al comparar los resultados del presente estudio con los obtenidos en el primer monitoreo, efectuado en marzo de 2012, los niveles de incumplimiento se mantienen excesivamente altos por sobre el 50% del total de la muestra considerada. Esta situación representa un llamado de atención para establecer acciones correctivas en el control de la calidad para asegurar que las construcciones de hormigón armado tengan incorporadas productos de similar calidad a la exigida a los productores nacionales, de acuerdo a lo establecido en las normas y bases legales vigentes.

“Consideramos que los incumplimientos detectados implican una calidad irregular del material y pueden alterar el comportamiento estructural de las edificaciones y obras construidas con ellos, dado que los procedimientos del diseño y cálculo estructural toman en cuenta los valores dados en la normativa vigente y, por lo tanto, pueden comprometer su desempeño, tanto en condiciones estáticas como dinámicas”, afirma Sergio Contreras, presidente del ICHA.

 

Comparación de Hallazgos

Incumplimiento de Requisitos NCh 204Of 2006
Requisitos Marzo 2012 Agosto 2012
Mecánicos 13% 10%
Geométricos 27% 34%
de Masa Lineal 18% 10%

Tras conocer estos resultados, surgió la preocupación del ICHA por garantizar la calidad del resto de los materiales que se comercializan en el país, como son perfiles delgados, pernos de anclaje y cables de acero.

En este sentido, actualmente el Comité Técnico del ICHA se encuentra trabajando en la elaboración del Primer Monitoreo a la Calidad de los Perfiles Delgados, con lo cual se buscará crear un marco normativo que asegure la correcta utilización de este tipo de material, el correcto desempeño de las estructuras y salvaguardar las buenas prácticas en el mercado, derribando el paradigma “calidad versus precios”.

Durante 2012 el escenario económico mundial estuvo condicionado por la crisis de deuda en Europa, el lento crecimiento en Estados Unidos, recesión en Japón,  des aceleración de China y en la mayoría de los países emergentes. Además, se caracterizó por una alta volatilidad en los mercados financieros y el fortalecimiento del dólar frente al euro y yen.

Revisa aquí más detalles.

En su misión de velar por la calidad de los materiales y estructuras de acero, la Corporación Instituto Chileno del Acero (ICHA), a través de su Comité de Normas y Monitoreo, realizó el monitoreo de calidad sobre productos importados con el propósito de alertar al mercado de la posible existencia de artículos que no cumplen con las normas.

Cabe señalar que en Chile las barras de acero importadas se encuentran normadas por la NCh204.Of2006 Acero-Barras Laminadas en Caliente para Hormigón Armado, que está comprendida dentro de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción.

El muestreo, realizado bajo procedimiento ICHA-204-01 en la Región Metropolitana, consistió en adquirir barras de refuerzo importadas en cinco puntos de venta entre los días 9 y 17 de diciembre de 2011, considerando barras de 8, 10, 12, 22 y 25 mm de diámetro.

Las muestras arrojaron como resultado que de los cinco distribuidores considerados, sólo el 40% dispone de certificados donde se indica la calidad del producto; un 55% de las muestras ensayadas no cumplen con los requisitos señalados en la norma chilena; un 13% no cumple con las propiedades mecánicas; el 27% no cumple con la  geometría de resaltes; y 18% no cumple con la masa lineal exigida.

Junto a esto, se demostró que la mayoría de los distribuidores no entrega los certificados e informes de ensayo del producto. Además, la identificación de las barras de refuerzo no permite determinar al productor, por lo que ante un eventual problema de calidad del producto no existe una empresa que se haga responsable.

El ICHA, en su calidad de ente técnico del acero, declaró que los incumplimientos detectados alteran el comportamiento estructural considerado en los procedimientos de cálculo de estructuras, comprometiendo significativamente su desempeño, tanto en condiciones estáticas como dinámicas.

Para corregir los incumplimientos detectados, el ICHA sugiere las siguientes acciones:

  • Reponer las atribuciones de ADUANAS, para revisar y autorizar el ingreso de aceros importados.
  • Incorporar al certificado de calidad del acero en el listado de documentos requeridos para los permisos de construcción y recepción final de obras.
  • Crear una Superintendencia de Calidad Estructural de la Edificación, como entidad autónoma y con los recursos necesarios para asegurar el cumplimiento de las normativas relativas a la construcción.

Jaime Castañeda, Presidente del ICHA, indicó que “confiamos en que nuestro planteamiento sea estudiado por las autoridades y se convierta en un verdadero aporte, que permitirá seguir manteniendo la estabilidad y duración de las estructuras y construcciones nacionales, así como de la seguridad de las personas”.

En  nuestro  país  es  cada vez más común que se utilicen estructuras de acero en la  construcción   de  edificios,  sin  embargo,  el  crecimiento  de  este  tipo  de  construcciones  ha sido lento pese a las importantes ventajas que presenta. Además, el gran  desconocimiento y la poca tradición que tienen nuestros profesionales en el desarrollo de este tipo de construcción, ha dado como resultado la utilización de otros tipos de tecnología.

El  acero  no  sólo  tiene  un  excelente  comportamiento frente a la actividad sísmica por su  resistencia y ductilidad sino que, además, desde el punto de vista arquitectónico pueden  lograrse obras de gran belleza, permitiendo que tanto los muros como las vigas puedan ser de menores dimensiones con respecto a las de otros elementos, conservando su  resistencia mecánica y permite, también, construir edificaciones a gran velocidad pues el acero llega a la obra como producto terminado.

Sin  embargo, las edificaciones en general, incluidas las de acero, son vulnerables frente a un incendio y por tal razón deben protegerse, considerando en su diseño, métodos o sistemas de protección capaces de resistir, durante un cierto tiempo, las altas temperaturas que se producen en los incendios.

La estabilidad de los elementos  estructurales  no  puede  evaluarse  en  forma  aislada,  sino en forma global, considerando un conjunto de criterios relativos a la concepción   arquitectónica tales como: reglamentación y normas técnicas, aislamiento térmico,  compartimentación, extracción  de  humos,  señalización, vías  de evacuación,  sistemas de  detección y alarma, red de rociadores de espuma, de agua y formación de personal  especializado, entre otros.

Reacción al Fuego y Resistencia al Fuego

La  construcción  o  estructura  propiamente tal, si es de acero no contribuye en el incendio  y  en  el  caso  de otros  elementos  estructurales  contribuye  sólo  en  una  pequeña  parte al  fuego. De aquí que la legislación limita la cantidad y naturaleza de los materiales combustibles que existen en edificios como establecimientos industriales, supermercados, centros comerciales y de bodegaje. Se deduce de estoque las cualidades exigidas a los  materiales frente al fuego no pueden considerarse por ellas mismas, sino como  aporte a un sistema conjunto de seguridad, destinado a salvar vidas y bienes materiales existentes en el sitio incendiado.

Partiendo de este punto de vista, se definen dos conceptos fundamentales que se utilizan   en la mayoría de los países para analizar o medir el comportamiento al fuego de los  elementos,  tales son la reacción al fuego y la resistencia al fuego.

La reacción al fuego es el alimento que  un  material puede aportar al fuego y al desarrollo del mismo, permitiendo apreciar el riesgo existente en el local, creador de pánico. Es por tanto, un índice potencial de la capacidad del material para favorecer el desarrollo del fuego.

La resistencia al fuego es una cualidad que poseen los elementos de construcción,  verticales, horizontales o inclinados, en el sentido que soportan un fuego intenso  cumpliendo su función estructural bajo condiciones reales, durante un tiempo   suficientemente largo como  para  confinar  el  fuego  en  el  lugar  de  origen,  de  modo  de evitar  o  retrasar  su  avance  hacia  el  resto  de  la  edificación.  Esta cualidad se mide por   el tiempo en minutos durante el cual el elemento conserva la estabilidad mecánica, la   estanquidad a las llamas,  el  aislamiento  térmico y  la  no emisión de gases inflamables.

Cabe señalar que en la actualidad existen normas oficiales para determinar el comportamiento frente al fuego de elementos específicos y no abordan las edificaciones como un proyecto integral. El MINVU, a través de la  Ordenanza  General  de Urbanismo y Construcción,  da  a  conocer  exigencias  mínimas  que  deben  cumplir  las edificaciones, entregando consideraciones generales para la protección pasiva que incluye el concepto de compartimentación y la protección activa, sin diferenciar según el tipo de material utilizado.

Protección Contra el Fuego de Estructuras de Acero

La Corporación Instituto Chileno del Acero, ha realizado diferentes actividades con el objetivo de entregar, al mercado nacional, herramientas técnicas que permitan comprender, aplicar e incorporar los últimos avances tecnológicos para la protección contra el fuego de estructuras de acero.

“Se editó el documento técnico de interpretación y recomendaciones a la OGUC con  la  finalidad  de  explicar  con  mayor  detalle  los  artículos  que  tienen  una  directa  relación  con la edificación en acero. Se ha realizado una misión tecnológica a Europa con el objetivo de prospectar e identificar las normativas y avances tecnológicos que existen a nivel mundial, permitiendo la incorporación de soluciones eficientes y seguras en el mercado nacional”, señala Juan Carlos Gutiérrez, Gerente del Instituto Chileno del Acero – ICHA.

 En base a los avances prospectados, se realizó un análisis de las exigencias nacionales y una proposición de mejoras o actualizaciones, que permitan establecer un marco normativo acorde a la realidad chilena. Además, se difundieron los alcances logrados a través de seminarios, en santiago y regiones, boletines, publicaciones técnicas y web.

“Actualmente, se están revisando una serie de propuestas generadas en conjunto con DICTUC e IDIEM, relativas a: Compartimentación, Requisitos Resistencia al Fuego, Protección Activa, Viviendas hasta dos pisos, Muros Cortafuego, Galpones Industriales Aislados, Edificios Altos, Comportamiento de Materiales, Ventilación, Estacionamientos Subterráneos”, señala Juan Carlos Gutiérrez, Gerente del Instituto Chileno del Acero – ICHA.

“Estas actividades permiten al Instituto Chileno del Acero entregar a la comunidad herramientas para la ejecución de edificaciones y estructuras más seguras y eficientes, considerando que es el comienzo, ya que la protección contra el fuego requiere una investigación continúa que permita la actualización periódica de las exigencias y la incorporación de los nuevos avances tecnológicos”, agrega Juan Carlos Gutiérrez.

El Consumo Aparente del Acero durante el período de enero a octubre de 2010 experimentó un incremento del 49% respecto a igual periodo del año anterior, alcanzando 2 millones 63 mil toneladas de acero, según señala la Corporación Instituto Chileno del Acero.

En este sentido, la producción nacional cayó 21% respecto al año anterior y las importaciones aumentaron en un 228%, llegando a 1 millón 273 mil toneladas, como producto de la baja producción por efectos del sismo 27/F y la proporcional reacción de los importadores.

Respecto al consumo de aceros largos, el ICHA agrega que durante los primeros 10 meses del año pasado, se registró un aumento del 38%, alcanzando 1 millón 21 mil  toneladas, la producción nacional cayó un 8%, respecto al mismo ciclo de 2009, mientras que las importaciones se incrementaron en un 353%, llegando a las 426 mil toneladas.

En el caso de los aceros planos, el consumo aparente creció 58% y llegó a 1.001 mil toneladas, la producción nacional cayó 45%, producto del cierre temporal de la planta de Huachipato, mientras que las importaciones se incrementaron en 185% y llegaron a 806 mil toneladas.

Finalmente, se puede indicar que las importaciones del 2009 alcanzaron solo el 28%, mientras que el 2010 las importaciones llegaron al 62%.

Revisa la presentación completa aquí.

 

El Consumo Aparente del Acero del primer semestre 2010 ha experimentado un importante aumento con respecto al mismo periodo del año anterior. En este sentido, la Corporación Instituto Chileno del Acero ha señalado que el consumo se elevó un 55%, alcanzando a 1 millón 149 mil toneladas de acero, en comparación a las 739 mil 395 toneladas registradas durante el periodo enero – junio de 2009.

“Respecto al consumo de aceros largos, podemos señalar que se registró un crecimiento de un 37% en el primer semestre del año que se ratifica en la producción de 571 mil toneladas. Las importaciones se incrementaron en 255%, llegando a 221 mil toneladas y con una producción nacional que sólo cayó en un 1% con respecto al 2009”, señaló Mariano Nicolás, Director Ejecutivo del ICHA.

En el caso de los aceros planos, el consumo creció en un 78% alcanzando 577 mil toneladas. En este sentido, las importaciones se incrementaron en un 193%, llegando a 456 mil toneladas, ya que la producción nacional disminuyó en un 28% respecto al año anterior.

“Como demuestran las cifras, la producción nacional de acero cayó un 10% el primer semestre de este año a causa del terremoto ocurrido el 27 de febrero pasado, lo que en consecuencia afectó a las empresas metalúrgicas que se vieron obligadas a paralizar su producción. Esto, provocó que las importaciones de acero aumentaran en un 211%, alcanzando las 677 mil toneladas”, agregó Mariano Nicolás.

En este sentido, si se comparan las cifras del 2009 con las del 2010, se puede indicar que las importaciones el año pasado alcanzaron solo el 29%, mientras que este año, las importaciones llegaron al 66%.

Finalmente, hay que señalar que la diferencia entre el consumo aparente y el consumo real, radica en que en el primero -que es centro de las mediciones- no se consideran las variaciones de inventario que se producen al inicio y término de cada ejercicio.