Con la conformación de un comité de trabajo que congregó una alta concurrencia en su primer encuentro, el Instituto Chileno del Acero (ICHA) inició el trabajo de actualización de la NCh 203 – Aceros para uso estructural – requisitos.
El objetivo del trabajo es revisar las disposiciones considerando los tipos de aceros y estándares internacionales disponibles en la actualidad. Participan 16 profesionales de distintos sectores de la cadena productiva del material.
En su primer encuentro el comité definió trabajar en cuatro grupos normativos:
- Aceros para la construcción de edificios.
- Aceros para perfiles conformados en frío.
- Aceros con resistencia a la corrosión mejorada.
- Aceros de soldabilidad mejorada.
La versión actual de la norma data de 2006 y si bien considera aceros usados en el país, en la última década esta gama se ha ampliado y especializado, lo que hace imperante su revisión. Cada grupo trabajará en un subcomité que desarrollará un borrador de norma, de manera de ajustar las disposiciones al uso que le dan los profesionales en la actualidad.
Esta iniciativa es complementaria a la actualización normativa que trabaja ICHA con el objetivo de fomentar el uso del acero en las estructuras. Ejemplos de ello son las actualizaciones de la NCh 427 “Especificaciones para el cálculo, fabricación y construcción de estructuras de acero”, que recientemente fue aprobada por el Instituto Nacional de Normalización (INN) y de la NCh 428 “Ejecución de Construcciones en Acero”, que se encuentra en proceso de revisión de las observaciones, al haber concluido la etapa de consulta pública.
Los pasados días 13, 14 y 15 de diciembre se llevó a cabo este laboratorio tecnológico gratuito enfocado en el diseño avanzado de edificaciones en acero. Las jornadas se enmarcan en el proyecto encabezado por el Instituto Chileno del Acero (ICHA) y Corfo llamado “Difusión de tecnologías para la industrialización en la nueva generación de edificios de acero”.
Uno de los principales objetivos de la iniciativa es transferir conocimiento directo a todos quienes forman parte de la industria de la construcción, con el fin de que absorban las nuevas herramientas y tecnología de la información disponibles y, de esta manera, contribuir a la disminución de las brechas tecnológicas y a aumentar la competitividad del sector.
En esta capacitación en particular se dio a conocer en qué consiste el modelo BIM, que considera herramientas de diseño tridimensional en base a la plataforma Tekla Bimsight, la que permite detallamiento de acero y hormigón armado. A grandes rasgos, se trata de desarrollar los proyectos en base a una herramienta 3D común entre todos los especialistas involucrados en una obra.
Así, todas las disciplinas construyen en formato digital sobre una maqueta única, lo que permite mejorar los tiempos de desarrollo de los proyectos y, principalmente, minimizar errores de diseño. “Este modelo facilita la creación y modificación colaborativa entre los distintos profesionales y disciplinas que participan en un trabajo, como son los arquitectos, ingenieros, constructores e inspectores”, explica Verónica Reveco, jefa de proyectos del ICHA. Además, Reveco cuenta que BIM se considera una primera fase a la industrialización en tanto es un modelo que asegura la calidad de un proyecto en las diferentes etapas de edificación.
El taller contó con veinte participantes, entre ellos ingenieros civiles y arquitectos, y los relatores fueron Miguel Guerra y José Sepúlveda, ambos representantes de Construsoft. Algunos de los tópicos abordados fueron los principios básicos para el uso del software Tekla y su conectividad con otros softwares de uso habitual, el intercambio de archivos entre diferentes plataformas, la compatibilidad de softwares de diseño estructural, la ejecución de maquetas 3D y la obtención automática de planos, entre otras temáticas.
Sergio Córdova, quien participó de las jornadas, cuenta que uno de los tópicos que le interesó fue la conectividad del modelo 3D con softwares de cálculo estructural, ya que permite obtener el modelo de cálculo desde la misma maqueta 3D, evitando con ello la duplicidad de trabajo. “Me parece muy potente integrar el cálculo estructural con el detallamiento, es decir, el diseño de los elementos con la elaboración de planos de fabricación”, explica Córdova. Asimismo, agrega que actualmente ambas actividades se realizan por separado y son hechas por distintos profesionales, lo que incrementa la probabilidad de cometer errores, con los respectivos costos asociados a su resolución.
Juan Carlos Gutiérrez, director ejecutivo del ICHA, explica que el corazón de este proyecto de difusión -y la razón por la cual Corfo aportó a esta iniciativa- está relacionado directamente con la necesidad de que las pymes y las empresas de mayor tamaño mejoren sus competencias técnicas. “Después de este ciclo de difusión tecnológica las empresas estarán más preparadas para abordar el diseño y la fabricación de estructuras de acero con mejor trazabilidad, incorporando además aspectos tan relevantes como la protección contra el fuego y también el modelo BIM”, señala.
En este contexto, uno de los grandes desafíos y metas para el diseño avanzado de edificios en acero tiene que ver con poder proyectar estructuras de acero desde su concepción arquitectónica, y así lograr que los mandantes valoren los atributos y ventajas de construir en base a este material.
Por su parte, Sergio Córdova explica que, en los grandes proyectos mineros, este tipo de herramientas se utilizan de forma habitual. De ahí que la meta sea lograr que se incorporen al quehacer cotidiano de todo tipo de proyectos, “con el objetivo de beneficiarnos de todas las potencialidades que tiene para los diferentes participantes: mandantes, arquitectos, ingenieros, fabricantes, montajistas y constructores, entre otros”, sostiene.
Por último, el director ejecutivo del ICHA cuenta que estos talleres introductorios son solo el primer paso de la iniciativa, ya que en 2017 se harán nuevos cursos y capacitaciones para profundizar en la transferencia de tecnologías de la información.
El término de año anterior invita a hacer una reflexión sobre el camino recorrido durante el período.
El 2016 fue un año difícil en muchos sentidos. La disminución de la actividad económica ha presentado un gran desafío a todas las entidades productivas en el mundo. Entre ellas la industria de acero ha sufrido un fuerte impacto, en especial por la dominancia de las grandes potencias que determinan, sin contrapeso en muchos casos, el comportamiento de las economías locales, no solamente porque determinan los mercados específicos de los productos, sino porque también buscan definir la estructura global de sus economías. Este hecho genera incertidumbres en el comportamiento del mercado del acero en Latinoamérica.
Ciertamente, y en otro aspecto, la mayoría de nuestros países adolecen de insuficiencias en el marco técnico y regulatorio de manera que existe mayor dificultad para lograr niveles adecuados de calidad y de control de los materiales que se utilizan internamente en el país. Esto ha llevado a severas fallas en algunos casos, debido a la falta de control de los parámetros básicos de los aceros. Por otra parte este mismo hecho dificulta la debida trazabilidad de los procesos de fabricación de materiales y piezas.
El ICHA ha realizado en este último tiempo y, en especial en este año, un trabajo complejo, pero bien estructurado para elaborar las bases técnicas para un debido control de materiales, prestando un apoyo importante al Estado con la finalidad de tener condicionantes estrictas y bien definidas de manera que se asegure el cumplimiento normativo en iguales condiciones tanto para productores como para comercializadores.
En este sentido, hemos tenido éxito en lograr el reconocimiento de parte de las entidades públicas encargadas de regular estos aspectos, lo cual nos ha permitido llevar a cabo un trabajo fértil. Un hecho de gran importancia ha sido la difusión de los conceptos necesarios en la construcción en acero, llevándolo a los profesionales de todo el país.
En Chile, el acero es un material ampliamente usado en la construcción; sin embargo su penetración no es suficiente amplia, especialmente en la construcción de edificios, como para formar el conocimiento crítico necesario para una práctica ordenada y eficiente. Es este camino el Instituto ha centrado su trabajo y establecido una plataforma que, con seguridad, será un aporte definitivo al desarrollo de la sociedad en los tiempos futuros.
Sergio Contreras A.
Presidente
Instituto Chileno del Acero