Los viaductos del proyecto serán construidos con estructuras de acero. Este material será esencial para optimizar los plazos de ejecución, debido al poco tiempo disponible para su desarrollo.

Uno de los grandes problemas viales hoy en día en Santiago radica en el anillo incompleto de Américo Vespucio del sector oriente, que provoca grandes congestiones sumado al creciente flujo vehicular de la zona. Para solucionar dicho asunto, la compañía titular de SACYR, concesionaria AVO, dio inicio en marzo de 2019 a la extensión de la autopista en aproximadamente 9 kilómetros, pasando por las comunas de Huechuraba, Recoleta, Vitacura, Las Condes, La Reina y Ñuñoa.

El tramo contempla, además, la construcción de un túnel de dos kilómetros de largo por debajo del Cerro San Cristóbal y el Río Mapocho. La empresa EDYCE, socia activa del Instituto Chileno del Acero, tendrá la  responsabilidad de construir el viaducto con base de acero de 1,2 kilómetros para conectar la zona de El Salto con el futuro túnel. El gerente comercial de la compañía, Sergio Sierra, señala que el proceso de montaje iniciará en abril tras el avance de las obras de AVO: “En este momento las obras están en la fase de la construcción de los pilares, actividades que deberían terminar en julio. Luego vienen unas adecuaciones viales y tras eso, comenzamos nosotros. Sin embargo, por la congestión vial que genera, solo podemos montar un tramo al mes y eso es en un fin de semana”, señaló.

Ante los problemas de construcción, uno de los aspectos esenciales es la utilización del acero. ¿Por qué es tan importante este material? Según Sierra, además de su excelente calidad, ayuda en la aceleración de la obra: “Es más liviano que otros materiales, tiene una construcción mucho más rápida, ya que se puede prefabricar y con dos grúas se monta. Mientras que con otros no se puede debido a que son más pesados, por lo que se tendría que hacer “In Situ” y eso deja muchos problemas viales. El acero logra la velocidad de montaje requerida”.

Actualmente, en los países más industrializados como en EE.UU, China, Japón o Europa, utilizan el acero para sus edificios y puentes debido a su alto nivel de control de calidad, su facilidad de modificar y reparar, sumado a que arquitectónicamente maleable y además, es sostenible y reciclable. Podemos ver ejemplos como el Puente de Akashi Kaikyo que conecta Kobe con Awaji, Brooklyn de Nueva York o el María Pía en Lisboa.

La obra significa un gran impacto en términos de sustentabilidad, ya que según Sierra, “el objetivo está centrado en lograr el menor impacto a las comunidades durante la ejecución en la obra. Mientras estemos trabajando, lo ideal sería lograr obstruir lo menos posible en el ámbito vial”. Por tal razón, durante estas semanas han estado atentos a los feedback de AVO respecto al comportamiento del tránsito, con el objetivo de ir corrigiendo la metodología de montaje hasta que llegue el día de inicio de la obra, que sería en abril.

Según datos del Ministerio de Transporte, se prevé que los trabajos finalizarán a mediados del 2022. El impacto de la obra no solo influirá en una disminución de un 75% en los tiempos de viaje, sino también en las emisiones de CO2 en un 15%. Logrando así un mayor bienestar a la comunidad.

Un nuevo estilo de oficinas está desarrollando la inmobiliaria Antártica, empresa ligada a Grupo Hispano, quienes en base al acero han logrado dar a pie a dos recintos entre el 2018 y 2019.

Creative Campus es el nombre del proyecto arquitectónico con enfoque colaborativo, en formato “business hub” desarrollado en Ciudad Empresarial. La propuesta liderada por la inmobiliaria Antártida, consiguió la inspiración en el estereotipo de “oficinas google”, para así lograr un ambiente más moderno, flexible y distanciarse del estilo tradicional de trabajo.

El recinto fue construido íntegramente en acero, para sacar adelante la construcción lo más rápido posible, ya que según comentó el Senior Analyst del Grupo Hispano, Francisco Lentí, era un requerimiento tener listas las naves i y ii en un lapso de 6 meses en el 2018, para así poder entregar las oficinas a los arrendatarios al siguiente año. “El Acero es un material que tiene una gran versatilidad, por lo que la estructura fue rápida de montar, pero lo más importante de todo, como este es un negocio de renta, si en un futuro se requiere modificar el proyecto y utilizar los materiales para una construcción más grande, ya que existe la factibilidad para desarmar el edificio y re-armarlo en otra ubicación. Por lo tanto, tiene un gran valor residual”.

En el 2019, las naves i y ii fueron arrendadas por las empresas Cabify y SICPA, dando fin así a la primera y segunda fase de la obra. La tercera parte dará inicio entre abril y mayo de este año, cuando se obtengan los permisos correspondientes. La nave iii de 1400m2 también será construida íntegramente de acero, y su tiempo de ejecución sería de seis meses. Finalmente, el proyecto finalizará el 2022 con el cuarto y último recinto de 1600m2, dando un total de 4900 m2 de oficinas estilo cowork y una inversión de 100.000 UF.

No obstante, aún queda mucho por hacer, ya que la empresa busca expandir el proyecto a una escala mucho mayor. Por tal razón, adquirieron un terreno de 15 mil m2 al frente del espacio que albergará las nuevas oficinas de Latam Airlines, para dar inicio a la etapa 2. “Hemos tenido una excelente respuesta de mercado con las dos primeras naves y una buena rentabilidad. Sin embargo, estamos enfocando todos nuestros esfuerzos en terminar la etapa 1. Y tras ello, nos centraremos el 2023 en el segundo proyecto, donde está entre las opciones preferir nuevamente el acero”, señala Lenti.

El objetivo es lograr construir un total de ocho edificios por una inversión cercana a los US$ 30 millones de inversión.


 

El Jefe de División Acero Control en IDIEM dio sus impresiones respecto al actual proceso de certificación del metal, su evaluación en relación a lo que fue en el 2019 y sobre cómo deberían actualizarse en el transcurso del tiempo.

¿Cómo es el proceso de certificación del acero, cada cuánto se hace y qué tan importante lo consideras?

El proceso de certificación del acero estructural según NCh203 involucra: inspección y muestreo, mecanizado de probetas, ensayos, informes de ensayos, evaluación de la conformidad y emisión de los certificados.La frecuencia de muestreo está definida por norma, y depende del tamaño del lote y sus unidades. Por ejemplo, se deben tomar muestras para ensayos cada 40 toneladas de una misma colada.

Una de las etapas más relevantes del proceso de certificación la constituye la inspección y muestreo. Este puede ser realizado en la siderúrgica, punto de acopio, de distribución, o antes de pasar al área de fabricación de la estructura.La inspección puede realizarse tanto en Chile como en el extranjero, teniendo presente que de acuerdo al Ord 1089 del Ministerio de Vivienda para que esta tenga el carácter de Informe de Ensayo Oficial, la muestra debe ser tomada y chequeada por el Laboratorio Oficial inscrito en el Registro de Laboratorios Oficiales del MINVU.

Es importante precisar que es la reglamentación de construcción, en conjunto con las normas de materiales, las que definen la frecuencia, el método y el responsable del control de calidad de los materiales de construcción. Este es clave para asegurar que la calidad del acero usado en las edificaciones cumple con el nivel de desempeño definido en el cálculo estructural, aspecto fundamental para un país sísmico como el nuestro.

¿Cómo es el proceso de inspección en el extranjero y cuál es la diferencia entre las realizadas en Chile?

En general no difiere, ya que el proceso de muestreo se realiza en siderúrgicas, puntos de acopio o previo al proceso de fabricación en maestranzas en el extranjero. Son los mismos inspectores que ejecutan el muestreo en Chile quienes viajan a donde sea necesario hacerlo. Una vez que se seleccionan las muestras, éstas son despachadas a Chile para ser ensayadas en los laboratorios de Idiem.

¿Cuáles son sus expectativas respecto a los próximos procesos de certificaciones en el acero?

El año 2019 certificamos más de 100 mil toneladas de acero estructural, lo que representa cerca del 99% del acero que se controló. Nuestra expectativa es que este año se logren al menos 500 mil toneladas, lo que equivale al 50% del acero estructural utilizado en Chile, y que ya el próximo año esto finalmente se regularice.

Es importante señalar que actualmente contamos con la capacidad de satisfacer las necesidades de certificación del mercado y estamos optimizando continuamente nuestros procesos para poder disminuir los tiempos de entrega de estos. Sabemos que ha sido un cambio importante para la industria de la construcción vinculada al acero, y por lo mismo tratamos de adaptarnos de la mejor manera para que este proceso no impacte los tiempos ni los costos de los proyectos.

Así como sucede con el control de calidad del hormigón, sus barras y el cemento, esperamos que el control de calidad del acero estructural forme parte de la práctica normal del proceso constructivo.

¿Cuál es la apreciación de Idiem respecto a las normas actuales del acero?

Vemos da manera muy positiva el hecho que se estén actualizando las normas de acero y estén apareciendo nuevas normas nacionales de productos de acero. Lo anterior permite visualizar al mercado su existencia para su aplicación y le agrega valor en términos de la confiabilidad que se otorga a este material al existir un control de calidad de tercera parte.

¿Crees que estas normas deberían cambiar a futuro?

Lo natural es que exista una actualización permanente de estas (cada cinco años), sumado a una adaptación hacia las nuevas tecnologías, productos y métodos de construcción. Además, muchas están desactualizadas respecto a las nuevas calidades de acero o diámetros en el caso de barras para hormigón.

¿De qué manera se benefician los fabricantes, importadores y distribuidores con los procesos de certificación del acero?

Todos los actores se benefician con el control de calidad. Al inicio de la cadena, permite verificar si el material producido es el que se solicitó y corresponde al declarado por el fabricante. Para el diseñador, permite asegurar que la respuesta del material se ajuste a la esperada. En la etapa constructiva facilita la inspección y recepción de la obra. Finalmente, permite a los usuarios tener la tranquilidad que se encuentran en una estructura que está construida con un material controlado de acuerdo a la normativa. En los diversos estudios e inspecciones que hemos realizado, pudimos ver severos problemas en obras, debido a que el acero no se controló conforme a lo establecido en la reglamentación.

¿Qué pasa con aquellos que incumplen las normativas chilenas del acero? ¿Cuál es el ente encargado de fiscalizar?

Las normas chilenas oficiales definen el estándar de construcción, independiente si son referenciadas en la reglamentación, es decir, constituyen la lex artis de la construcción.

Los encargados de la fiscalización son todos los responsables de la cadena, esto es, quien importa, compra, vende, distribuye, fabrica, diseña, construye, inspecciona, y autoriza la recepción de la obra. Los profesionales a cargo de la construcción en Chile tienen la responsabilidad legal de conocer y aplicar las normas y reglamentos que regulan la construcción. En definitiva, la obligación de cumplir aplica a todos los actores de la industria.