Alrededor de 600 invitados entre entre autoridades de Gobierno, dirigentes gremiales, sindicales, empresarios y socios asistieron el 10 de octubre a Casa Piedra a la Cena Anual de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas A.G. (Asimet) que este año celebró sus 80 años de vida.
Con objeto de entregar los últimos avances en el diseño de estructuras con perfiles conformados en frío, y su incorporación en la norma NCh427/2, actualmente en consulta pública, el Instituto Chileno del Acero – ICHA- realizó el 3 y 4 de octubre el curso denominado “Diseño de Estructuras con Perfiles Conformados en Frío”.
Si las vigas de construcción de un edificio se pueden reutilizar en nuevos proyectos de construcción, esto reducirá la demanda de vigas de acero de nueva producción. En una economía circular, los productos están diseñados para facilitar la reutilización, el desmontaje y el reciclaje.
La actividad, que se realizó los días 27 y 28 de septiembre, tuvo por objetivo entregar información detallada sobre los alcances de la nueva norma chilena NCh 427/1: 2016 de uso obligatorio.
El ingeniero estructural de Thornton Tomasetti, que ha participado en el diseño de algunos de los rascacielos más altos del mundo, fue el expositor principal del simposio internacional “Construir en acero, una necesidad del futuro”, organizado por ICHA y Asimet.
Es la segunda norma en aprobarse de un conjunto de 4 normativas que comenzaron a estudiarse el año 2013 con la constitución del Comité de Perfiles Conformados en Frío liderado por el ICHA.
El anuncio lo hizo el presidente de ICHA, Sergio Contreras, en el marco del simposio internacional “Construir en acero: una necesidad de futuro” que reunió a 400 personas en Santiago.
Así lo consiga el último informe de Alacero, que además destaca que las exportaciones superaron en 3% a las del primer semestre de 2017.
El presidente de ICHA integrará la nueva directiva de la entidad que quedó liderada por Arturo Gana de Landa.
Un proyecto innovador financiado con fondos europeos de STEELANOL busca aprovechar los gases residuales del acero que se generan en una planta de producción los cuales se emplearán para crear un combustible para el transporte más respetuoso con el medio ambiente.