El hito, liderado por el Presidente Gabriel Boric, se llevó a cabo en la planta Colina de la empresa Aceros AZA, empresa socia del ICHA, donde llegaron las más de 30 toneladas de armas previamente inutilizadas por la Dirección General de Movilización Nacional.
En total fueron 24.402 armas que fueron entregadas voluntariamente por la ciudadanía, decomisadas, recolectadas e inutilizadas durante todo el año por la Comisión de material de Guerra de las Fuerzas Armadas y Orden y Seguridad Pública, bajo la coordinación de la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN).
A 1.600°C, en un horno eléctrico abastecido por energía eléctrica 100% renovable, se fundieron las armas para ser transformadas en uno de los aceros con la menor huella de carbono del mundo e insumo clave para la construcción, minería y la industria metalmecánica. Destacando, además la alta calidad del producto fabricado respetando íntegramente la normativa nacional para los productos de acero.
“Uno de los objetivos centrales de la estrategia de seguridad es quitarle poder de fuego a las bandas criminales, a los narcos, a los delincuentes, a las armas que circulan en el territorio nacional. Cuando hay menos armas en manos de los delincuentes hay más seguridad para las personas. Por eso esta política de destrucción masiva de pistolas, revólveres, municiones y otros elementos es un paso más en la construcción de un Chile más seguro”, dijo el Presidente Boric.
“Esto es un reflejo de que la colaboración público-privada se puede poner al servicio de Chile en problemáticas que hoy preocupan al país, como es la seguridad. Y qué mejor que hacerlo transformando estas armas en uno de los aceros más verdes del mundo, cerrando un ciclo de economía circular ejemplar”, comentó el gerente general de AZA, Hermann von Mühlenbrock. A eso, agregó: “Esta planta, donde hoy se fundieron miles de armas, es la mejor evidencia para demostrar que la industria siderúrgica chilena sigue firme, produciendo un acero de nivel mundial”.
“Claramente demuestra el compromiso adquirido por nuestro país de emprender acciones encaminadas a generar una mayor conciencia pública sobre los peligros de la proliferación de las armas pequeñas y ligeras (…) Sin duda, la supervigilancia y control de las armas, explosivos y elementos similares establecidos por ley, constituyen una labor altamente sensible y compleja para esta Dirección General”, señaló el Director General de Movilización Nacional, general de brigada Jorge Hinojosa.
Del total de 24.402 armas, 2.457 corresponden a comisadas por los Tribunales de Justicia y 14.168 a aquellas entregadas voluntariamente por la ciudadanía a las autoridades fiscalizadoras de la Ley 17.798. Mientras que 7. 777 armas destruidas son armamento fiscal que fue dado de baja por las Fuerzas Armadas, Orden y Seguridad, gracias al convenio que existe entre la DGMN y AZA, que permite al Ejército, Armada, Fuerza Aérea, Carabineros y PDI y Gendarmería, fundir el material que haya cumplido su vida útil.