Se elabora Código de Mejores Prácticas para diseño estructural de estanterías metálicas
Como una herramienta técnica que normará el diseño estructural de estanterías metálicas se plantea el Código de Mejores Prácticas que desarrolló el Instituto Chileno del Acero (ICHA), junto a destacados actores de la industria.
Asumiendo su rol de referente técnico del acero en el país, el ICHA convocó una instancia de revisión y actualización, considerando las normativas internacionales y chilenas, especialmente en aspectos de calidad y comportamiento sísmico.
La versatilidad del acero permite ejecutar estructuras para almacenar elementos de grandes volúmenes minimizando el espacio y optimizando recursos. “Para que la estantería responda a los criterios establecidos en la etapa del diseño estructural, es clave que la materia prima cumpla con las características mecánicas, químicas y de forma que se especificaron”, explica Juan Carlos Gutiérrez, gerente general del ICHA.
Actualmente no existe una norma de diseño para este tipo de estructuras; mientras que, en la práctica, se utiliza lo establecido en la NCh 2369 para diseño de edificios industriales. También se consideran referentes extranjero sobre racks y sus características.
La firma Mindugar, dedicada al almacenaje industrial, es una de las colaboradoras de esta iniciativa: “La posibilidad de trabajar con el ICHA en un documento técnico corresponde a una excelente oportunidad de aportar con nuestra experiencia y conocimientos”, sostiene Diego Canales, subgerente Técnico de la compañía.
“Con la elaboración de este documento, es posible establecer los requerimientos técnicos de diseño y fabricación mínimos que permitan asegurar al cliente un estándar de calidad y a la vez un marco regulatorio para una industria en que muchas veces compite en forma desigual”, añade el ejecutivo.
Para Gerardo Zamora, gerente general de Tamegal, compañía dedicada a asesorar, fabricar e implementar soluciones de almacenaje fabricadas en acero, la falta de regulación y diferenciación para los productos que ingresan al mercado chileno deja en desventaja a los productores nacionales, al no existir elementos de juicio para que el comprador pueda elegir informada y responsablemente.
“Esta colaboración es un primer paso para lograr una norma que permita la certificación de las distintas empresas que operan en nuestra industria, igualando condiciones, procedimientos y calidades, para que el comprador pueda tomar una mejor decisión”, afirma.
Desarrollo del proceso
El código se planteó como una pauta para todos quienes están involucrados en un proyecto logístico con racks metálicos: inversionistas, asesores logísticos, ingenieros estructurales, inspectores técnicos, mutuales de seguridad, fabricantes y montajistas de este tipo de estructuras.
Contar con un documento de referencia para todos los actores involucrados en un proyecto logístico facilita la resolución de conflictos técnicos, mientras que la correcta utilización de las estanterías, en concordancia a los requisitos de diseño, asegura un desempeño favorable.
La estandarización de calidad de estas estructuras, tanto en su fabricación como montaje y utilización, permite responder con calidad a una demanda diversa en cuanto a requerimientos, tamaño y tipo de industria.
“Este material será un gran aporte para mejorar la calidad de las soluciones con estanterías de almacenaje que se ofrecen en el mercado chileno” afirma Diego Canales, considerando que provee las bases técnicas mínimas para lograr un producto que cumpla con la normativa vigente, “y el cliente recibirá un producto con un estándar de calidad superior al que muchas veces se le está ofreciendo”.
Hasta hace un año, no existía referencia para que nuevos actores decidieran alineadamente con la filosofía de su empresa, señala Gerardo Zamora “y, en la medida de que una empresa le da importancia al tipo de acero y la calidad real de lo que está comprando, se ponderan otras variables como sustentabilidad, producción limpia o condiciones laborales, todo lo cual contribuye a mejorar la calidad de las construcciones integralmente”, dice.
Se espera que este trabajo, que ya está ad portas de publicar, se presente al Instituto Nacional de Normalización (INN) como material de borrador de norma, que permita aportar a la calidad de las construcciones.