Los atributos del acero en versatilidad, belleza, resistencia y sustentabilidad, junto con la inversión tecnológica que se ha realizado para potenciar sus características, han hecho que su utilización se eleve en las construcciones de altura y puentes de naciones del primer mundo en América del Norte, Asia y Europa.
Considerando que Chile es un país en vías de desarrollo, donde cada vez se aprecian más edificaciones en altura en las principales ciudades, los actores relevantes del mercado del acero se ha propuesto incentivar su uso hacia construcciones de uso habitacional y comercial.
Actualmente, se estima en un 80% del acero que se utiliza en el país se dirige a la construcción industrial, con énfasis en la minería.
Según comenta Sergio Sierra, gerente de Desarrollo y Nuevos Negocios de Edyce Corp, empresa socia del Instituto Chileno del Acero (ICHA), si bien el posicionamiento del acero en construcciones mineras e industriales es reconocido, sus atributos permiten mirar más allá e impulsar su utilización en construcciones de altura en ciudad. “Tanto el nivel tecnológico como el profesional en Chile facilitan hoy en día este cambio. Así también la globalización de los mercados y las facilidades de transporte permiten la adquisición de materia prima (perfiles laminados) a costos competitivos y en plazos que se ajustan según necesidad de cada proyecto.”
A través de ICHA, este impulso no sólo se materializa en la difusión del acero como material de valor, sino también en el constante trabajo de actualización normativa y la mantención de alianzas con el mundo público, privado y académico.
Entre los factores que se conjugan para hacer del acero un material con potencial para la edificación en altura, se cuenta la resistencia, que permite lograr estructuras más livianas que favorecen la amplitud de los espacios; la versatilidad, que permite innovar en el diseño; la sustentabilidad, al ser un material 100% reciclable y la resistencia sísmica, fundamental en un país como Chile.
En cuanto al proceso constructivo, se cuenta la rapidez y comodidad que permite el prefabricado de los elementos estructurales, ganando tiempo mientras se avanzan, en paralelo, las obras tempranas.
Torre Santa María II: construcción emblemática
Un ejemplo de la utilización del acero en la construcción en altura es el desarrollo de la Torre Santa María II, que después de 35 años completará el proyecto con su par instalada en el corazón de Santiago.
El edificio, a cargo de la oficina Luis Corvalán Arquitectura, tendrá 32 pisos y ocho subterráneos más plantas libres. Será visualmente convergente el emblemático proyecto diseñado en los años setenta por Alemparte Barreda y Asociados.
En la reciente Bienal de Arquitectura, ambas fases del proyecto fueron presentadas en el encuentro “Ciudad Vertical”. Participó Luis Corvalán comentando el nuevo desarrollo; Yves Besançon, past president de la Asociación de Oficinas de Arquitectos y socio de Alemparte & Barreda, con los detalles de la Torre Santa María emblemática y Sergio Sierra, detallando la utilización del acero en el emplazamiento. Edyce Corp ha fabricado y suministrado todo el acero estructural del edificio Torre Santa María II.
En su época, la Torre Santa María fue visualizada como un símbolo del progreso económico de Chile y se inspiró en las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York. Fue el primer rascacielos nacional y durante 14 años, el edificio más alto del país con 110 metros de altura.
En el proyecto actual, las columnas perimetrales de la torre son de acero, cumpliendo una función estructural principalmente de transmisión de cargas estáticas verticales. Las mayores ventajas del acero consideradas en este desarrollo son su ductilidad, resistencia y velocidad constructiva.
Crédito fotos: www.nuevasantamaria.cl