Como uno de los materiales más eficientes para construcción de edificios altos en zonas de mucha sismicidad, debido a su menor peso en comparación con otros elementos utilizados en similares características, definió al acero, John Viise, destacado ingeniero estructural y director asociado de la consultora norteamericana Thornton Tomasetti.

“Al ser más liviano, el acero disminuye la masa, la exigencia sobre los cimientos y, por tanto, la carga sísmica, imprescindible para garantizar que un diseño de construcción en altura sea eficiente y rentable”, afirmó.

El experto expuso en el simposio internacional “Construir en acero, una necesidad del futuro”, organizado por el Instituto Chileno del Acero (ICHA) y la Asociación de Industriales Metalúrgicos y Metalmecánicos (ASIMET).

Viise ha participado en el diseño de algunos de los rascacielos más altos del mundo, incluyendo el World Trade Center en Abu Dhabi (380 metros de altura) y el Hanking Center en Shenzhen (350 metros). Además, formó parte del equipo de ingenieros de la empresa SOM involucrados en el diseño del edificio de mayor altura en el mundo, el Burj Khalifa (828 metros), en Dubai.

En su presentación, John Viise analizó los desafíos, normativas y nuevas tecnologías aplicadas a la construcción con acero en edificios de gran altura. Destacó la metodología de Diseño Sísmico Basado en Desempeño (PBSD), que en los últimos años ha probado ser más indicado para rascacielos en regiones de alta sismicidad que las aproximaciones prescriptivas basadas en códigos, ya que permite mayor flexibilidad en el diseño –por ejemplo, al establecer límites de altura- y proporcionar un mayor rendimiento para las estructuras ante la ocurrencia de un sismo.

En este orden de ideas, el ingeniero estructural afirmó que, por las características de los suelos, y pese a su alta sismicidad, Chile cuenta con las condiciones necesarias para el desarrollo de proyectos de altura que utilicen el acero como elemento estructural, o en estructuras compuestas de acero con núcleo de hormigón.

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Luego de cinco años desde la constitución del Comité de Perfiles Conformados en Frío, liderado por el Instituto Chileno del Acero (ICHA), con objeto de impulsar una normativa que regule el cálculo estructural y calidad de productos, finalmente el Consejo del Instituto Nacional de Normalización (INN) aprobó el 30 de agosto la norma NCh3576 que establece los requisitos para perfiles estructurales de acero al carbono conformados en frío.

La iniciativa corresponde a un conjunto de cuatro normas que incluye los perfiles conformados en frío cerrados, abiertos  y galvanizados, además de la norma de cálculo de estructuras NCh427/2.

En 2017 fue el turno de la aprobación de la norma chilena NCh3518 que establece requisitos para productos tubulares, quedando en la actualidad dos normativas pendientes que corresponden a los perfiles galvanizados (NCh3378) y la norma de diseño NCh427/2. Estas ya se encuentran en consulta pública.

“Las dos normas aprobadas más la NCh3378 y la 427/2 hacen un todo armónico respecto del estándar de calidad técnico del cálculo de estructuras y la calidad de los productos”, destaca el director ejecutivo de ICHA, Juan Carlos Gutiérrez.

“Estamos generando todo un respaldo técnico y normativo para el desarrollo del acero con este tipo de estructuras que van desde viviendas hasta edificios industriales, comerciales, hospitalarios, educacionales, entre otros”.

Agrega que, en la práctica, “los profesionales que diseñan, suministran, fabrican, inspeccionan y aprueban construcciones con este tipo de estructuras, podrán disponer de un certificado de conformidad que otorgue garantía del cumplimiento de estos requisitos”.

Próximamente el Instituto Chileno del Acero realizará cursos para la correcta utilización de las normas para perfiles conformados en frío.

Las normas pueden ser adquiridas directamente en www.inn.cl

Fuente imagen: Cintac

El Instituto Chileno del Acero (ICHA) y la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile, están formando un acuerdo de colaboración, orientado a impulsar la creación del primer Consejo de Innovación del Acero en Chile, el que tendrá entre sus objetivos “promover un mayor uso de este material en la construcción nacional y avanzar en tecnología y calidad”. El anuncio lo realizó el presidente de ICHA, Sergio Contreras, en el marco del simposio “Construir en acero: una necesidad del futuro”.

La actividad, que convocó a más de 400 profesionales y que organizaron el Instituto Chileno del Acero – ICHA  y la Asociación de Industriales Metalúrgicos y Metalmecánicos – ASIMET, analizó el uso del acero en el mundo y en Chile, sus ventajas y desafíos desde la mirada de la ingeniería estructural, la arquitectura y el sector inmobiliario.

En esa línea, Sergio Contreras enfatizó que el acero en Chile, para construcción habitacional ha estado rezagado y que el ICHA ha buscado transformarse en una plataforma tecnológica para, justamente, incentivar el uso de este material, por su gran calidad.

Según datos del ICHA nuestro país registra un consumo per cápita anual cercano a los 150 Kg (el promedio en los países desarrollados es de 600 Kg) de los cuales menos de un tercio se utiliza en construcción, principalmente en obras industriales, mineras y comerciales (retail).

Las estructuras de acero utilizadas en edificios habitacionales alcanzan el 5%, mientras que, en naciones como Inglaterra, por ejemplo, esta cifra alcanza a cerca del 70%.

“Es importante destacar que la construcción en acero en el mundo es una realidad y una gran alternativa para países sísmicos. Los grandes rascacielos están construidos en acero debido la liviandad, ductilidad y resistencia del material”, explicó Contreras.

Al respecto, el presidente de ASIMET, Dante Arrigoni, señaló que en Chile están dadas todas las condiciones para hacer una construcción más tecnológica y el acero estructural tiene un rol clave en ese ámbito.

A nivel mundial el acero es uno de los materiales más usados, incluso en países sísmicos para el diseño de edificios de gran altura. Esta realidad fue expuesta por el ingeniero estructural John Viise, director asociado de la oficina norteamericana Thornton Tomasetti, encargado de diseñar el Burj Khalifa en Dubai, de 828 metros, el edificio más alto del mundo.

Viise abordó los desafíos, normativas y nuevas aproximaciones y tecnologías aplicadas a la construcción con acero en rascacielos.

Hizo mención especial de la metodología de Diseño Sísmico Basado en Desempeño (PBSD), que en los últimos años ha probado ser más indicado para edificios de altura, en regiones de alta sismicidad, ya que permite mayor flexibilidad en el diseño.

Respecto a Chile, el experto afirmó que por las características de los suelos y pese a la alta sismicidad, no hay razones para que no haya más proyectos que usen el acero como elemento estructural.

Desafíos pendientes

Desde el punto de vista de los arquitectos, Sergio Amunátegui, socio principal de Amunátegui Barreau Arquitectos Asociados, aseguró que efectivamente hay una brecha que acortar de manera de aumentar la incorporación del acero en proyectos habitacionales. En el caso de su oficina, indicó que sólo el 21% de los que ellos han diseñado lo consideran.

Enfatizó que esta realidad no se condice con las grandes ventajas que tiene este material, entre las que mencionó la flexibilidad y menores tiempos de construcción.

Entre los proyectos destacados hoy en construcción, relevó la ampliación del aeropuerto Arturo Merino Benítez, en Santiago, y los beneficios que ha tenido el uso del acero.

En este mismo sentido, el arquitecto Pablo Larraín, fue enfático en mostrar la alianza entre arquitectura y acero. “Nos encanta a los arquitectos y grandes edificios emblemáticos en el mundo así lo muestran. Un ejemplo, es la Torre Eiffel, símbolo de París”, dijo.

A nivel local, dio detalles del templo Bahá’i, emplazado en la comuna de Peñalolén, en Santiago, como un ejemplo de la convergencia del uso del acero y la tecnología aplicada en el diseño. “En este proyecto se utilizó el mismo programa que diseña las alas de los aviones, para las hojas que conformaron la estructura del templo”, explicó.

Larraín proyectó que las nuevas tecnologías que hoy están implementándose en el mundo cambiarán la forma en que los arquitectos se relacionan con el acero.

Asimismo, comentó que, a nivel local, para incentivar un mayor uso, se requiere avanzar en la normativa. Puso como ejemplo que hoy se exige aplicar la norma de cálculo del hormigón a las obras que se levantan en acero, ya que no hay un estándar específico para este material.

Desde el punto de vista inmobiliario, Luis Felipe Gilabert, gerente comercial y socio de Proyecta, fue enfático en destacar que el acero, como elemento estructural, es perfectamente compatible con el desarrollo inmobiliario. Sin embargo, aclaró que hay tareas pendientes para masificar su uso en edificaciones no industriales.

Añadió que sí ha habido un desarrollo importante de estructuras mixtas (acero-hormigón), tendencia que se está dando mucho en Chile, con varios proyectos realizados y en construcción: edificio Huidobro, Torre Santa María II, etc.

Entre las deficiencias que limitan un mayor desarrollo de la construcción en acero en Chile, Gilabert puso el énfasis en que es aún una forma muy poco difundida; el bajo número de grandes maestranzas; el costo; cierto desconocimiento de los sistemas de retardo del fuego; y una norma medio ambiental que no lo promueve. “De hecho -complementó-, las certificaciones Leed se modificaron en términos negativos para el uso del acero”.

Derribando mitos

Los expositores coincidieron en que el bajo uso del acero en edificaciones habitacionales en el país obedece también a la existencia de una serie de mitos.

Los ingenieros estructurales Alberto Maccioni y Serio Córdova, destacaron que es necesario derribar esos preceptos y avanzar sin miedo en la construcción urbana. “El acero es el material ideal para construir edificios en altura en países sísmicos gracias a sus características de ductilidad y resistencia. Pero debido a la tradición cementera que caracteriza a nuestro país, este no ha tenido aún el despegue esperado”, comentó Maccioni.

En la misma línea, Córdova destacó la vasta experiencia que tiene nuestro país en materia de construcción en acero en el sector industrial.

“Es necesario -argumentó- aprovechar esa experticia para construir edificios en altura. Las condiciones están dadas, contamos con un cuerpo normativo potente y profesionales altamente capacitados”.

Al finalizar el evento Juan Carlos Gutiérrez, director ejecutivo de ICHA, enfatizó que “con los actuales niveles y las perspectivas de desarrollo de Chile, el acero se encuentra sub-utilizado en la construcción, con lo que se abre un espacio para mejorar de forma significativa la productividad de esta actividad mediante la construcción industrializada. Invitamos a todos los asistentes a sumarse a las actividades que desarrolla ICHA con objeto de incorporar los notables atributos de este material, tanto a nivel individual como en conjunto con otros materiales”, finalizó.

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