Este organismo generará recomendaciones para el diseño estructural y sísmico, fabricación, inspección, montaje y control de calidad de estanques de acero, productos que son ampliamente utilizados en sectores como la industria y la minería.
El Instituto Chileno del Acero (ICHA) constituyó un nuevo comité que tendrá por objetivo desarrollar una normativa específica para el diseño estructural y sísmico, fabricación, inspección, montaje y control de calidad de estanques de acero.
Este grupo de productos tiene una importancia estratégica para las actividades económicas del país, principalmente en la minería, celulosa, obras portuarias, refinerías, almacenamiento de combustibles, agua potable y ácido sulfúrico, entre otras. Se estima que este mercado representa ventas anuales en Chile por unos US$ 200 millones y que hay más de 20 empresas proveedoras nacionales e internacionales.
El presidente del Comité, Patricio Pineda, enfatizó que esta instancia busca reunir la experiencia de las principales empresas que participan en el diseño, fabricación, montaje y certificaciones de estanques de acero.
“Hemos implementado un plan de trabajo para el año 2018 que concluirá con el lanzamiento de un Manual ICHA para amplio uso en proyectos industriales. Este documento incluirá aspectos normativos para diferentes tipos de estanques, incorporando la experiencia de terremotos chilenos y estado del arte de las empresas involucradas”, adelantó Pineda.
Según detalló, los estanques de acero están regidos, desde el 2003, por la norma chilena NCh2369 para “Diseño sísmico de estructuras e instalaciones industriales”. Este texto se encuentra en actualización, proceso que incluirá nuevas definiciones para el análisis sísmico de los estanques de acero.
Sin embargo, el diseño se debe realizar con normas de otros países, por lo cual el Manual que elaborará ICHA será el punto de partida para una nueva norma chilena de estanques de acero.
“Dada la variedad de tipos de estanques y el uso de códigos extranjeros de consideraciones diferentes a nuestra realidad sísmica y práctica constructiva, es necesario disponer de un código que refleje el estado del arte del diseño estructural en Chile, incorporando nuestras especificaciones y experiencia, que ha demostrado ser eficaz en la continuidad de las operaciones con daños reparables”, dijo Pineda.
Añadió que es importante contar con una regulación específica, por la relevancia de estos estanques en los procesos industriales y en la provisión de agua potable.
El Comité quedó integrado por fabricantes, proveedores, diseñadores, constructoras, maestranzas y clientes finales tales como compañías mineras e industrias. Hasta ahora, están participando activamente representantes de las empresas Fluor, Salfa Montajes, OGM, Mor Tanks, Wet Chemical, PPN Ingeniería, Sergio Contreras y Asociados, SYS Ingeniería y CODELPA.
En el plan de trabajo acordado para el presente año destaca, además de la elaboración del Manual ICHA para el rubro, la realización de cuatro seminarios, en diferentes ciudades del país.
Tras años de espera comenzó la construcción del Puente Chacao, una mega estructura nacional que conectará a la isla de Chiloé con el continente.
El plazo de construcción es de 60 meses para un puente colgante de 2.750 metros, el más importante de Sudamérica y la obra facilitará la vida de los chilenos y que viven en Chiloé.
La Dirección de Vialidad aprobó el comienzo de las obras, que se expresa en la construcción de 36 pilotes de hormigón armado con acero que forman parte de los cimientos de la pila central de la estructura, ubicada en la denominada Roca Remolino, aproximadamente al medio del trayecto. Cada uno de estos pilotes tiene un diámetro aproximado de 2,5 metros y una extensión de 50 metros lineales, que se depositarán en forma vertical en el fondo marino, conformando un rectángulo que luego será completado con un gran cubo de hormigón para dar forma a este cimiento.
Además de la pila central, el proyecto Puente Chacao contempla la instalación de otras dos pilas, siendo la pila norte la más alta, con 199 metros. La obra completa contempla una inversión aproximada de US$700 millones.
Fuente: MOP
Diversas reacciones desató el anuncio del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel del 25% a las importaciones de acero y de un 10% al aluminio. El anuncio generó una fuerte reacción del resto del mundo y la industria espera que la decisión también impacte a Chile.
Esto porque, de concretarse la medida, los productores de acero buscarán nuevos mercados donde colocar su producto, siendo elegidas economías abiertas como la nacional.
“Estados Unidos es un actor relevante a nivel mundial en consumo de acero, por lo que desde el minuto en que imponga aranceles y cierre sus puertas habrá un reordenamiento de ese volumen de acero hacia otros mercados”, comentó el director ejecutivo del Instituto Chileno del Acero (ICHA), Juan Carlos Gutiérrez.
Añade que “desde ese aspecto, podría impactar al mercado chileno, porque existiría mayor cantidad de acero disponible y que buscaría otros mercados, como Chile, para colocarlos”.
En este sentido, el director ejecutivo de ICHA agrega que esta situación “abre una amenaza respecto al cumplimiento normativo de esos aceros. No necesariamente el acero que llega a Estados Unidos cumple con la norma chilena. Ahí cobra importancia la verificación del cumplimiento normativo, por ejemplo, en materia antisísmica”.
Durante el 2017, de acuerdo con cifras entregadas por la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), Chile importó 1,4 millones de toneladas de acero chino, volumen que lo situó como el segundo mayor comprador en América Latina, al concentrar el 19,7% del total enviado a la región por esa nación asiática.
Fuente: El Mercurio