El acero es uno de los materiales más utilizados en la construcción. En Chile, se usa en diversos formatos que van desde el fierro en construcción, usado para elaborar el hormigón armado y que corresponde a casi la mitad del consumo del acero en el país y más del 80% de la construcción de edificios, hasta el acero estructural que se usa sobre todo en infraestructura industrial.
El director ejecutivo del Instituto Chileno del Acero, Juan Carlos Gutiérrez, explica que “en Chile se usa mayoritariamente el hormigón armado en la construcción de edificios, a diferencia de los países más desarrollados donde también se utiliza de forma significativa el acero estructural, que en determinadas ocasiones tiene múltiples ventajas por sobre el hormigón”.
El profesor Alejandro Torres, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central, destaca algunas ventajas de utilizar el acero estructural en la construcción: “Es un material que tiene una relación peso/ resistencia muy conveniente, lo cual permite ahorrar en costos de transporte. Además, es un material dúctil para trabajar, pudiendo adoptar muchas formas diferentes y adaptarse a muchas formas arquitectónicas. Dada su resistencia estructural en relación con su peso y sección transversal, puede abarcar grandes luces, por lo cual es muy utilizado para la construcción de plantas libres”.
Fuente: La Tercera
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Próximamente se espera que el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda de Argentina, promulgue un decreto por el que se le concederá al sistema steel frame o en “seco” el estatus de “construcción tradicional no convencional”, lo que se espera revolucionará principalmente el mercado de la vivienda social en ese país.
Un artículo publicado por el diario “El Cronista” de Buenos Aires, explica que el steel frame o steel framing es un sistema de construcción que se basa en estructuras metálicas, de acero galvanizado, donde las paredes se conforman con diversas capas de materiales, como lana de vidrio, poliestireno expandido (telgopor), yeso, entre otros. No usa ladrillos y su condición “en seco” lo independiza relativamente de los tiempos de secado de las obras tradicionales y de los vaivenes del clima para avanzar en la construcción.
Una casa módica con este sistema puede ponerse en pie hasta en 45 días, mientras que la mayoría de los contratos “llave en mano” para viviendas con más desarrollo se estipulan en seis meses. “Podemos tenerla lista en cuatro o cinco meses, pero los contratos se suelen confeccionar en hasta seis para absorber imponderables”, señaló un arquitecto que lleva años en el rubro.
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El año 2017, para muchos fue un año extraño, al comienzo las expectativas fueron más bien inciertas y, por lo tanto, pesimistas. Los caminos elegidos por las aspiraciones de la sociedad no coincidieron tácitamente con los caminos del desarrollo y de la creación de riqueza que la mayoría de la población informada considera indispensable para avanzar y alejarse definitivamente del fantasma de la pobreza y el subdesarrollo, manteniendo la equidad.
Por otra parte, la caída de los precios de los commodities, de los cuales Chile es todavía altamente dependiente, empeoraron más profundamente el horizonte nacional. Y esto ha representado un llamado de alerta, una vez más, frente a esta dependencia. No ha sido posible crear un desarrollo tecnológico definido y sustentable que nos independice definitivamente de la extracción y comercialización de las materias primas como fuente única de la actividad económica del país. Este hecho nos muestra que Chile no es aún el país extensamente industrializado al cual todos aspiramos.
Sin embargo, Chile ha logrado avances importantes en materias de reglamentación, normativa y, en especial, en su cumplimiento. Esto implica una muy definida disciplina en el ámbito técnico y económico y, a la vez, exige un desarrollo técnico y profesional de magnitud, de manera que la incorporación del conocimiento y práctica actual en esas normativas, así como la valorización efectiva de las autoridades en su cumplimiento, mejoren la calidad de los productos y las obras.
En este camino, el logro alcanzado por el ICHA ha sido especialmente valioso. El Instituto ha trabajado incasablemente reuniendo, no solamente a los profesionales y expertos en los comités de trabajo para generar normas, estudios o publicaciones sino también para proponer y conseguir la toma de conciencia de estas condiciones y necesidades en todos los niveles de la sociedad, ya sea a través de las autoridades, de los profesionales o de los proveedores y fabricantes.
Considerando todo lo anterior, le entrego un reconocimiento agradecido a todos quienes se acercaron al Instituto reconociendo este valor, a todos quienes colaboraron con un aporte desinteresado, al personal, a las instituciones que han prestado su apoyo y, en fin, a cada uno de Uds. quienes han engrandecido nuestra actividad y han hecho de ella una meta posible de alcanzar.
En estos días que comenzamos un nuevo año con renovada vitalidad, los insto a mantener esa estrecha colaboración que de seguro redundará en bienestar y enriquecimiento para nosotros y, en general, para el país.
Sergio Contreras A.
Presidente
Instituto Chileno del Acero