A partir del 14 de junio la industria chilena ligada a la construcción deberá cumplir con las especificaciones de diseño de estructuras con perfiles de acero conformados en frío mediante respaldos técnicos del cálculo estructural y certificaciones acreditadas de los perfiles, esto luego que el 14 de diciembre se publicara en el Diario Oficial el Decreto Exento 1.345 del Ministerio de Obras Públicas, donde se oficializa la norma chilena NCh 427/2:2019, que establece los requisitos para el diseño de estructuras con elementos conformados en frío.

Esta actualización complementa a la NCh427/1, y en conjunto actualizan la NCh427:1977. “Con esto se cierra una brecha de 40 años en relación con la normativa anterior, permitiendo ahora contar con disposiciones actualizadas para las especificaciones estructurales con perfiles soldados y laminados (NCh427/1) y para perfiles conformados en frío (NCh427/2), disponibles para desarrolladores, revisores, proveedores, constructores y usuarios”, explica Juan Carlos Gutiérrez, director ejecutivo del Instituto Chileno del Acero (ICHA).

Sergio Córdova, ingeniero estructural con más de 30 años de experiencia en diseño estructural, fabricación y revisión de estructuras de acero, explica que la norma NCh427/2 viene a ayudar a los calculistas con el diseño de elementos de paredes delgadas o esbeltos. “Ésta es una norma de diseño, que permitirá a los ingenieros calculistas un mayor conocimiento y control sobre las especificaciones de los perfiles de acero a utilizar”, señala.

La actualización de esta normativa proveerá un marco atingente y permitirá fortalecer el control en la inspección de estructuras, dado que si bien las atribuciones, responsabilidades y obligaciones aplicables al diseño, suministro, fabricación y construcción de estructuras de acero están definidas en la OGUC, la Ley General de Obras Públicas y los reglamentos del Ministerio de Obra Públicas, la carencia de normas específicas en la materia generaba espacios de incertidumbre que debían resolverse.

Los ingenieros estructurales tendrán mayor conocimiento de qué necesitan para su estructura, el proveedor sabrá exactamente qué es lo que tiene que ofrecer, generando así una estandarización de los productos. “Aunque se trata de una norma de diseño, ordenará la oferta porque indirectamente influirá en los fabricantes, quienes querrán satisfacer la necesidad de sus clientes”, dice Córdova.

Hoy hay mucha oferta de perfiles de acero y sus especificaciones son difíciles de comparar. Córdova ejemplifica que, si en un diseño se buscaba la utilización de un perfil de cierto espesor, a la hora de comprar había confusión si se refería al espesor total, espesor nominal descontando la protección anticorrosiva o restando las tolerancias propias de laminación. Estas posibles ‘confusiones’ deberían quedar en el pasado con la aplicación de la actualización normativa. Y según dice el especialista, esto es un gran avance dado que una diferencia milimétrica en el acero de una pared delgada puede ser muy incidente en el comportamiento de la estructura resultante.

La norma NCh427/2 se puede adquirir directamente en el sitio web www.inn.cl del Instituto Nacional de Normalización – INN.

La publicación del decreto de oficialización de la NCh427/2 en el diario oficial el 14 de diciembre de 2021 se puede revisar en el siguiente enlace:https://www.diariooficial.interior.gob.cl/publicaciones/2021/12/14/43127/01/2055249.pdf

En el marco del lanzamiento de su reporte de sostenibilidad, Aceros AZA, el mayor reciclador de chatarra ferrosa y principal productor de acero verde del país, hizo público una serie de desafiantes compromisos sociales, medioambientales y de gobernanza de cara a las siguientes décadas.

La actividad, además de convocar a representantes de gremios, asociaciones, clientes, proveedores y colaboradores de Aceros AZA, reunió también a los miembros del directorio, encabezado por su presidente, Jorge Matetic Riestra. Además, contó con la participación especial del reconocido conductor de televisión y vocero en temas de sostenibilidad, Amaro Gómez Pablos, y la directora ejecutiva del Centro de Innovación en Ciudades de la Universidad del Desarrollo, Francisca Astaburuaga.

“Desde nuestro rol tenemos que ser agentes de cambio, motor de desarrollo e impulso en nuestra economía. Es por eso que, entre muchas otras acciones, durante 2021 reforzamos nuestro compromiso con el crecimiento, aprobando 48 proyectos de inversión por US$ 31,4 millones”, aseguró el presidente del directorio de Aceros AZA, Jorge Matetic.

La compañía, que ya venía trabajando gran parte de sus directrices estratégicas medio ambientales con anterioridad, estableció -entre otras iniciativas- una Hoja de Ruta Hacia la Carbono Neutralidad que orienta sus esfuerzos en una agenda destinada a mejorar la eficiencia energética en sus procesos, introducir la electromovilidad e incorporar energías renovables no convencionales.

“La sostenibilidad es parte de nuestro ADN. Llevamos 18 años reportando voluntariamente nuestro desempeño económico, social, de buena gobernanza y ambiental, pero sin duda esta versión tiene un componente especial. En este documento no sólo transparentamos lo que hicimos durante 2021, sino también establecimos metas claras que nos llevarán a ser una compañía más inclusiva y aún más comprometida con el cuidado del medio ambiente”, destacó en su intervención el gerente general de Aceros AZA, Hermann von Mühlenbrock.

Valorizar el 100% de los residuos para 2025, reducir en un 20% el consumo de agua por tonelada de acero producido para 2030 y que el 100% de los productos fabricados sean Net Zero para 2050, son solo algunos de los objetivos que tiene Aceros AZA para las próximas décadas. En esta línea, la arquitecta y docente de la UDD, Francisca Astaburuaga, realizó una interesante exposición sobre la importancia de usar productos sustentables en la construcción, ya que es un pilar fundamental para conseguir ciudades más amigables con el ecosistema.

“Una ciudad circular es aquella que promueve la transición de una economía lineal a una circular de forma integrada en todas sus funciones en colaboración con los ciudadanos, las empresas y la comunidad investigadora. Esto significa fomentar modelos comerciales y comportamientos económicos que desvinculen el uso de recursos del desarrollo económico, manteniendo el valor y la utilidad de los productos, componentes, materiales y nutrientes durante el tiempo que sea posible para cerrar los ciclos de materiales y minimizar el uso nocivo de recursos y la generación de desechos”, afirmó la especialista.