Desde sus orígenes en el año 2017, ICHA participa activamente en el Consejo de Construcción Industrializada – CCI, iniciativa que tiene como objetivo promover un cambio cultural y formativo en todas las capas de un sector tradicional.

Los métodos actuales de construcción en Chile producen ciertas externalidades negativas, como residuos, ruido, polución y plazos extensos de ejecución, aspectos que afectan directamente al entorno del lugar donde se levanta algún proyecto. El escenario nacional y mundial actual, con escasez de recursos naturales y emergencia climática, obliga a buscar nuevas e innovadoras opciones de construcción, en vías del desarrollo sustentable para el ámbito nacional.

Con el objetivo de enfrentar esta situación nace el Consejo de Construcción Industrializada – CCI, programa que tiene como objetivo aumentar la penetración de soluciones en la edificación pública y residencial en Chile que mejore la productividad y la sustentabilidad del sector, y del cual ICHA es un organismo patrocinador.

La construcción industrializada se refiere al total o un fragmento de una edificación fabricada fuera del sitio de construcción, lo que entrega beneficios, como mayor productividad, reducción de interferencias e imprevistos, ahorro de mano de obra, menores tiempos y costos de ejecución, mejor gestión de residuos, mayor valor de activo, excelencia en la calidad, aumento de la seguridad laboral y un mayor cuidado del medio ambiente.

Al tratarse de soluciones industrializadas, el rol del acero es fundamental, ya que el acero permite la prefabricación tanto de elementos y componentes como de módulos completos constituyentes de una construcción. Ejemplos de estas aplicaciones son los baños modulares prefabricados completamente terminados en una fábrica, los que posteriormente son trasladados y montados en la obra de construcción, ya sean para viviendas en extensión o para edificaciones en altura. Otras aplicaciones del acero en la industrialización de la construcción son las edificaciones en altura con estructuras compuestas de un núcleo de hormigón con columnas y vigas de acero, optimizando la utilización de los espacios, los tiempos de construcción, el personal y disminuyendo los residuos. A esto se suma que el acero es un material maleable y se puede reutilizar, por lo que es ideal para un lograr una construcción sustentable.

Este último punto es esencial, ya que cerca del 90% del consumo de acero en Chile se destina a la construcción y a la minería. Asimismo, el acero tiene un potencial de utilización en edificación de oficinas y construcciones habitacionales.

Invitamos a las empresas del sector acero a sumarse a esta importante iniciativa de desarrollo sustentable para el País. Más información en www.construccionindustrializada.cl

En una nueva edición de la revista Negocio & Construcción nuestro Director Ejecutivo, Juan Carlos Gutiérrez, resalta la importancia de contar con un sólido cuerpo normativo, que permita ser aplicado efectivamente en los proyectos.

Los viaductos del proyecto serán construidos con estructuras de acero. Este material será esencial para optimizar los plazos de ejecución, debido al poco tiempo disponible para su desarrollo.

Uno de los grandes problemas viales hoy en día en Santiago radica en el anillo incompleto de Américo Vespucio del sector oriente, que provoca grandes congestiones sumado al creciente flujo vehicular de la zona. Para solucionar dicho asunto, la compañía titular de SACYR, concesionaria AVO, dio inicio en marzo de 2019 a la extensión de la autopista en aproximadamente 9 kilómetros, pasando por las comunas de Huechuraba, Recoleta, Vitacura, Las Condes, La Reina y Ñuñoa.

El tramo contempla, además, la construcción de un túnel de dos kilómetros de largo por debajo del Cerro San Cristóbal y el Río Mapocho. La empresa EDYCE, socia activa del Instituto Chileno del Acero, tendrá la  responsabilidad de construir el viaducto con base de acero de 1,2 kilómetros para conectar la zona de El Salto con el futuro túnel. El gerente comercial de la compañía, Sergio Sierra, señala que el proceso de montaje iniciará en abril tras el avance de las obras de AVO: “En este momento las obras están en la fase de la construcción de los pilares, actividades que deberían terminar en julio. Luego vienen unas adecuaciones viales y tras eso, comenzamos nosotros. Sin embargo, por la congestión vial que genera, solo podemos montar un tramo al mes y eso es en un fin de semana”, señaló.

Ante los problemas de construcción, uno de los aspectos esenciales es la utilización del acero. ¿Por qué es tan importante este material? Según Sierra, además de su excelente calidad, ayuda en la aceleración de la obra: “Es más liviano que otros materiales, tiene una construcción mucho más rápida, ya que se puede prefabricar y con dos grúas se monta. Mientras que con otros no se puede debido a que son más pesados, por lo que se tendría que hacer “In Situ” y eso deja muchos problemas viales. El acero logra la velocidad de montaje requerida”.

Actualmente, en los países más industrializados como en EE.UU, China, Japón o Europa, utilizan el acero para sus edificios y puentes debido a su alto nivel de control de calidad, su facilidad de modificar y reparar, sumado a que arquitectónicamente maleable y además, es sostenible y reciclable. Podemos ver ejemplos como el Puente de Akashi Kaikyo que conecta Kobe con Awaji, Brooklyn de Nueva York o el María Pía en Lisboa.

La obra significa un gran impacto en términos de sustentabilidad, ya que según Sierra, “el objetivo está centrado en lograr el menor impacto a las comunidades durante la ejecución en la obra. Mientras estemos trabajando, lo ideal sería lograr obstruir lo menos posible en el ámbito vial”. Por tal razón, durante estas semanas han estado atentos a los feedback de AVO respecto al comportamiento del tránsito, con el objetivo de ir corrigiendo la metodología de montaje hasta que llegue el día de inicio de la obra, que sería en abril.

Según datos del Ministerio de Transporte, se prevé que los trabajos finalizarán a mediados del 2022. El impacto de la obra no solo influirá en una disminución de un 75% en los tiempos de viaje, sino también en las emisiones de CO2 en un 15%. Logrando así un mayor bienestar a la comunidad.