El puente Cau Cau, ubicado en Valdivia, ha presentado una serie de fallas constructivas, la más notoria ocurrió en febrero pasado.

Cuando se probaba el sistema de levante, una de las gatas que izaban el brazo sur se cortó. Un informe preliminar, dado a conocer a mediados de este año, reveló que en su construcción hubo, entre otros problemas, un exceso de soldaduras, convirtiéndose en un ejemplo de la importancia que tienen estos trabajos en las grandes obras.

Juan Carlos Gutiérrez, director ejecutivo del Instituto Chileno del Acero (ICHA), asegura que la soldadura y el corte industrial son actividades estratégicas en la materialización de una estructura de acero, debido a que permiten generar las uniones necesarias para la correcta transmisión de tensiones, tal como fue previsto en la etapa de diseño estructural.

“En obras de gran envergadura, estas tareas son de extrema importancia por múltiples razones: utilización de procedimientos de trabajo y operadores certificados, protocolos de inspección con criterios de aceptación, rechazo y generación de rectificaciones”.

En caso de ser necesario, dice, se deben realizar reparaciones. “Todas estas actividades pueden afectar gravemente en el tiempo de realización y el cumplimiento del presupuesto. Para responder a estos desafíos es necesario disponer de materiales, procedimientos y técnicos adecuadamente capacitados y certificados”.

ACTIVIDAD CRÍTICA

En grandes obras se puede decir que la soldadura posibilita la unión de diversas piezas de acero, y el corte industrial, por su parte, permite optimizar el rendimiento del acero para ser utilizado en la configuración de las estructuras a configurar.

Gutiérrez explica que entre las lecciones que deja el exceso de soldaduras en la construcción del puente Cau Cau, como lo señala el informe preliminar del MOP, es que todos los profesionales involucrados en una construcción deben incorporar que es de primera importancia la verificación de las especificaciones de los aceros a través de certificados de conformidad, emitidos por entidades acreditadas que respalden su cumplimiento, previo a la ejecución de cualquier trabajo, en particular las soldaduras.

No obstante, destaca que las características sísmicas de nuestro país han generado una cultura de diseño y construcción de alta responsabilidad y rigor en los procesos de corte y soldadura. “Asimismo, las técnicas de soldadura y corte industrial permiten mejorar el rendimiento y la productividad de una construcción, por lo que es una actividad crítica de permanente revisión y mejoramiento. Esto ha llevado a la constante capacitación y certificaciones de operadores y equipos”.

MEJORAMIENTO DE PROCESOS

Chile además ha avanzado en relación al uso de nuevas tecnologías, equipamientos y adiestramiento del personal en la realización de trabajos de soldaduras.

Al respecto, el director ejecutivo del ICHA sostiene que debido a que son tareas críticas en la productividad de un proyecto, las empresas han invertido en mejorar sus procesos de soldadura y corte industrial a través de centros de capacitación y entrenamiento cada vez más modernos, y de esta forma mejorar el desempeño de los operadores en terreno.

Asegura que mientras aumente la demanda por estructuras de acero se incrementará la necesidad de empresas de soldadura y corte industrial. “En estos momentos la minería atraviesa por un período de baja actividad. Sin embargo, otros sectores como la energía, construcción y obras civiles también requieren de estructuras de acero”.

Y agrega:

“En la medida que se fortalezcan los encadenamientos productivos entre los diversos actores de la cadena de valor del acero, con procesos estandarizados a través de normas chilenas y con empresas certificadas que respaldan el cumplimiento de dichas normas, todo el rubro crecerá de manera sólida”.

Con la presencia de la Presidenta Michelle Bachelet, el embajador de Japón en Chile, Naoto Nikai; el ministro de Relaciones Exteriores Heraldo Muñoz, y el subsecretario del Interior Mahmud Aleuy, se presentó Kizuna-Intercambio y resiliencia, Programa de Formación de Recursos Humanos para Latinoamérica y el Caribe en Reducción del Riesgo de Desastre desarrollado de forma colaborativa por los gobiernos de Chile y Japón.

La iniciativa formará a cerca de 2.000 profesionales latinoamericanos, en un plazo de cinco años, posicionando a Chile como polo de formación sobre estas temáticas, recogiendo la experiencia y resiliencia que han desarrollado ambas naciones. Se realiza a través de la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID), la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) y la Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI).

En la ceremonia, desarrollada en el marco del Día Internacional para la Reducción de los Desastres, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, destacó la experiencia de Chile como país que ha aprendido a ponerse de pie y aprender lecciones ante las adversidades.

“Este encuentro aborda un tema central para el desarrollo de los países -la forma en cómo nos preparamos para enfrentar los desastres naturales- y pone el valor en la cooperación internacional para abordar desafíos comunes. Solo mediante el intercambio de experiencias y conocimiento podremos estar preparados de mejor forma como sociedad para enfrentar desastres naturales y resguardar lo más importante, la vida y el bienestar de las personas”, sostuvo la mandataria.

El embajador de Japón en Chile, Naoto Nikai, reconoció a Japón y Chile como “hermanos sísmicos”, en cuanto son países que comparten experiencias comunes en eventos naturales, como terremotos y tsunamis. Así, destacó a Kizuna como un programa que “busca posicionar a Chile como plataforma de capacitación a profesionales de Latinoamérica y el Caribe, para ofrecerles una oportunidad de perfeccionar sus habilidades y mejorar sus conocimientos en la reducción de riesgo de desastres”.

Trabajo colaborativo en la Región

Bajo el concepto de “Kizuna”, que refleja el valor y la importancia de los vínculos humanos para enfrentar y sobreponerse a los grandes desastres, el programa pone énfasis en el reforzamiento de las redes regionales de apoyo y cooperación en caso de catástrofes, intercambiando conocimientos y experiencias para identificar y aunar todas las capacidades disponibles ante la emergencia provocada por un evento natural. “El acuerdo permitirá capacitar a más de 2.000 profesionales, en un proyecto enfocado en fortalecer las capacidades de profesionales especializados, estableciendo una red de intercambio regional en riesgo de desastres”, explicó el director nacional de la Oficina Nacional de Emergencias, ONEMI, Ricardo Toro.

Para el director ejecutivo de AGCID, Ricardo Herrera, es fundamental en este esfuerzo la cooperación en beneficio de un bien común para la Región, con un intercambio fluido de profesionales, funcionarios y expertos. “Esta iniciativa es parte del programa que se ejecuta con Japón hace más de 10 años en América Latina y que a partir de 2011 definió la creación de un proyecto de formación de recursos humanos en reducción de riesgo ante catástrofes”, detalló.

“En las últimas décadas hemos podido trabajar con las autoridades chilenas a través de la invitación de funcionarios, profesionales y expertos, de forma de intercambiar y compartir conocimientos, tecnologías y experiencias, en el objetivo de reducción de riesgo de desastres”, sostuvo el director general del Departamento de Latinoamérica y el Caribe de JICA, Takeshi Takano.

Durante el encuentro y a través de la Oficina de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR), se destacó el manejo realizado por Chile para mitigar los efectos del último terremoto de magnitud 8.4 en la zona norte de Chile, ocurrido el pasado 16 de septiembre. Se ponderó la inversión realizada en infraestructura sismorresistente, el funcionamiento de los sistemas de alerta temprana y la planificación urbana, todas acciones que influyeron en la disminución del número de víctimas.

Formación de valor

El Programa Kizuna contempla una amplia transferencia entre los países de América Latina y el Caribe, poniendo énfasis en el fortalecimiento de las redes vinculadas a las diversas temáticas de los cursos, diplomados y magister dictados por las instituciones académicas, privadas y públicas. Por su parte, ONEMI asume la gerencia técnica de Kizuna, aportando su conocimiento técnico y sus experiencias, así como también, entregando recomendaciones desde su rol de coordinador en situaciones de emergencias en el país.

Durante la presentación del programa, se contemplan conferencias magistrales en torno a temáticas de resiliencia, prevención y enfrentamiento activo ante eventos naturales. También el desarrollo de mesas técnicas, en las cuales trabajarán expertos en distintas temáticas, entre ellas Incendios Forestales, Estructuras Antisísmicas, Diseño de Puentes y Rescate Urbano.

De esta manera, se espera entregar conocimientos que contemplen la amplitud de la gestión de riesgo en distintos niveles de formación, con una alta especialización y calidad. Estos serán liderados por universidades en conjunto con actores que tengan expertise en resiliencia y gestión ante eventos naturales. Además, se contará con la participación de expertos japoneses, favoreciendo el intercambio y la experiencia. Las temáticas de los primeros cursos son Rescate Urbano; Gestión en Protección Contra Incendios Forestales; Evaluación Rápida Post Desastre de la Seguridad Estructural de Edificaciones y Criterios Sísmicos en Estructura de Puentes.

Como una interesante instancia de vinculación y actualización se desarrolló el seminario ICHA “Escenarios del mercado del acero, ventajas y desventajas para su empresa”, que reunió distintas visiones para entregar una panorámica de valor a los socios del instituto.

El encuentro abordó la situación actual del mercado del acero en el país y la Región, el estado de las inversiones en el país, las acciones desarrolladas por el Instituto Chileno del Acero en torno a la regulación técnica de la industria y, como elemento de actualidad, los aprendizajes para el sector que dejó el caso del puente Cau Cau.

Evolución de las inversiones

En la ocasión, el gerente general de la Corporación de Bienes de Capital (CBC), Orlando Castillo, comentó que al cierre del segundo trimestre de 2015 se contabilizó una caída de 2,6% en el stock de proyectos de inversión estimados a desarrollarse a cinco años.

Los proyectos de inversión para el quinquenio 2015-2019 en el país se elevaron a US $78.000 millones, ubicándose en su nivel más bajo desde el mismo periodo de 2008, reducción impulsada, principalmente, por una nueva baja de la inversión proyectada para el sector minería, que cayó un 7,9% en tres meses, por el fin de la ejecución de las iniciativas en proceso y la salida de proyectos en la Región de Atacama.

Acero en Chile y la región

En la ocasión, Juan Carlos Gutiérrez, Director Ejecutivo de ICHA, comentó las principales acciones de actualización normativa que ha liderado el instituto desde 2011, abarcando materiales, diseño de estructuras, fabricación, montaje y conexiones, protección contra el fuego y certificación.

Según destacó Gutiérrez, para establecer garantías de calidad en la industria del acero, el cumplimiento de las normas técnicas se debe realizar rigurosamente con todos los involucrados en el encadenamiento productivo, mientras que la vinculación con las autoridades permite establecer un carácter legal, generando obligaciones y sanciones, además de establecer mecanismos eficientes de control.

Para actualizar respecto de la coyuntura en la Región, el director general de la Asociación Latinoamericana del Acero, Rafael Rubio, presentó el complejo panorama al que se enfrenta la industria, con un escenario económico global complejizado en lo económico-político y mercados con sobrecapacidad.

Puente Cau Cau

Para cerrar el seminario, el presidente del Instituto del Acero, Sergio Contreras, presentó los aprendizajes que dejó el Puente Cau Cau, la gestión integral de los suministros de productos y piezas de acero.

Un panorama difícil es el que atraviesa la industria del acero, no solo porque ha disminuido la inversión y con ello, el consumo de este metal, sino que también por la preponderancia que el producto de origen chino ha logrado en el concierto internacional y la débil trazabilidad que se ha detectado en la aleación importada.

Con todo, el acero tiene múltiples y variados usos. En la construcción, se utiliza en barras de refuerzo para hormigón y estructuras metálicas, estanques y tuberías de gran diámetro; en la minería, en barras para molienda del mineral; en mallas y fijaciones como pernos y tornillos, y herramientas para la construcción, implementos para la agricultura y equipos para camiones, entre otros.

Según cifras de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Asimet), el consumo total aparente de acero en el país tuvo su peak en 2012 —coincidente con el llamado ciclo de oro del cobre— con 3,141 millones de toneladas, de las cuales 54% eran importadas y 46% correspondían a despachos nacionales.

Asimismo, la proyección de consumo total aparente para 2015 en el país será de 2,5 millones de toneladas, de las cuales 62% será importado y 38% corresponderán a despachos nacionales.

Para este año también se estima que el consumo por familias de aceros será de 1,4 millones de toneladas de productos largos (barras de refuerzo, barras para la molienda, perfiles pesados, alambrón y perfiles livianos); 1,120 millones de toneladas de productos planos (laminados en caliente, plancha gruesa, laminados en frío, revestidos, hojalata, inoxidable), y 96 toneladas de tubos (tubos con costura, sin costura, con costura aleados, inoxidables).

Ello coincide con las estimaciones del Instituto Chileno del Acero (ICHA), donde prevén que este año el consumo de acero podría caer en 9% alcanzando las 2,5 millones de toneladas.

“Para 2016, si la inversión pública se materializa, creemos que el consumo aparente de acero se podría recuperar, y quizás crecer entre 2% y 3 %”, señala Juan Carlos Gutiérrez, director ejecutivo del ICHA.

En este sentido, resalta que las variables más relevantes son la inversión en construcción y en minería, transformándose en las componentes que le dan velocidad a la demanda de consumo de acero.

“Para tener una idea, en 2011 post terremoto, la tasa de crecimiento de la componente inversión en construcción y otras obras llegó a 12%. En ese año el consumo aparente superó las 3 millones de toneladas. Luego, la velocidad de crecimiento de la inversión fue cayendo y con esto, el consumo aparente de acero también, cada vez se consume menos, porque se está invirtiendo menos”, puntualiza.

No hay que perder de vista que según cifras de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero) desde China, entre enero y mayo de este año, llegaron 526.000 toneladas, representando 14% del total de envíos chinos a Latinoamérica.

Desde Asimet, su presidente Juan Carlos Martínez asegura que “la industria del acero (siderurgia) se encuentra enfrentada a dos situaciones sobre las cuales tiene poco o nada de control: un alto costo de la energía eléctrica, insumo que incide en un gran porcentaje en el costo de producción, y una competencia desleal con productos que provienen de países como China, que estarían sujetos a fuertes subsidios del Estado y, además, distorsiones flagrantes de precios”.

En materia de inversiones, el líder de Asimet señala que en minería la cifra es negativa, mientras que sí hay inversiones en construcción, especialmente en el sector inmobiliario. Sin embargo, las demás áreas están estancadas en cuanto a inversión.

En este contexto, el director ejecutivo del ICHA explica que la industria del acero vive un complejo escenario como consecuencia de la contracción de la demanda, producto de la reducción de la inversión en minería e infraestructura, y en menor grado también por la construcción.

“Esta misma industria tiene que hacer frente a las distorsiones que se provocan por la sobreoferta de productos de acero a nivel mundial, y que Chile no escapa a esta realidad, siendo vulnerable a la llegada de productos fuera del estándar técnico, a bajo precio”, plantea.

A su juicio, “Chile es una economía abierta, que ha dado buenos resultados para los consumidores, sin embargo, en el ámbito del acero, la falta de regulaciones, de orden técnico o los déficit de control generan espacios de vulnerabilidad del cumplimiento de los requerimientos técnicos mínimos”.

Regulaciones
Chile es un país sísmico y, por ende, la calidad del acero empleado es fundamental. Un organismo que vela por el cumplimiento de normas y estándares es el ICHA. Su presidente Sergio Contreras asegura que en el país existen “algunas regulaciones y medidas, pero no son suficientes, porque no actúan directamente y no controlan las condiciones de origen de fabricación del producto”.

La opinión es compartida por el titular de Asimet, quien sostiene que “existen normas técnicas, pero no son suficientes, no están todos los productos cubiertos. Es necesario generar más normas y certificaciones y esto naturalmente tiene que ser acompañado de la fiscalización correspondiente”.

En esta dirección, un aspecto clave es la trazabilidad de los productos, es decir, que haya una huella, y que en el caso del acero se pueda seguir su camino desde el momento en que se fabricó.

“No hay una buena trazabilidad. Existe, por supuesto, pero no es suficientemente buena. Por eso, en el Instituto Chileno del Acero estamos trabajando para lograr un mejor aseguramiento de la calidad y, consecuentemente, su trazabilidad”, afirma el presidente del ICHA.

En efecto, una de las preocupaciones de la organización ha sido tener una normativa actualizada, de acuerdo con lo que hoy existe en el mundo, por lo que “tenemos la referencia correcta”.

Sin embargo, precisa Sergio Contreras, “no tenemos regulaciones al interior del país para asegurar una trazabilidad y un aseguramiento de la calidad de los productos que los distribuidores están poniendo en el mercado”.

“Hemos detectado que los aceros no cumplen en gran medida las condiciones normativas, pero la cumplen en niveles suficientemente pequeños como para que no sea inquietante”, afirma.

Por ello, el ICHA ha redoblado los esfuerzos para dar seguridad al país, a través de exhaustivos análisis de la calidad de los aceros que llegan a Chile, labor que se ha desarrollado mediante el programa Monitoreo de Barras para Hormigón Armado, ejecutado durante varios años.

“Hemos descubierto que muchas de las barras que llegan no cumplen con las condiciones normativas chilenas. Por eso y habiendo tomado conciencia del problema, proponemos que haya un control que asegure la trazabilidad y una posibilidad que hay para lograr eso es que la Aduana exija los certificados correspondientes”, asevera.

En la práctica, se busca que, teniendo esa información y control, Aduana autorice el ingreso de ese material, porque —precisa— “hoy el distribuidor que vende el acero tiene la obligación de entregar el certificado. Pero eso lleva a que no hay ningún tipo de control, puede entregar cualquier cosa”.

Desde la Cámara Chilena de la Construcción, su presidente (s), Sergio Torretti, destaca que Chile cuenta con una industria del acero cuyos procesos productivos y los materiales que elabora son de alta calidad y cumplen con estándares de nivel mundial.

A su juicio, en un ambiente de economía de libre mercado y en igualdad de condiciones, las empresas productoras deben evidenciar la calidad de los productos que ofrecen.

“Es importante que el acero importado cumpla el 100% del estándar normativo exigido al acero nacional y que el Estado compruebe que se respete dicho estándar. Así, los consumidores pueden optar por aquellos productos que les ofrezcan condiciones más competitivas”, asegura.

El Servicio de Aduanas, en su opinión, debe cumplir adecuadamente la obligación de fiscalizar la trazabilidad de las partidas de acero que ingresan al país, razón por la cual “pusimos al tanto de esta situación al Ministerio de Hacienda y le solicitamos que refuerce dicha labor”.

Respecto de las empresas constructoras, Torretti resalta que éstas tienen la obligación de utilizar acero que cumpla con los estándares que fija el marco normativo, razón por la cual exigen el certificado que indica que el producto cumple con la norma.

“En todo caso sería importante que dicho certificado se entregue en el país de destino y no en el de origen”, asegura.

Fuente: La Segunda

Las industrias siderúrgicas de Argentina -al igual que las de otros países latinoamericanos- denuncian que las importaciones de acero provenientes de China son desleales y que este país no puede considerarse una “economía de mercado”. Esto afecta negativamente la rentabilidad de las empresas provocando despidos masivos que las siderúrgicas se vieron obligadas a realizar.

Sin condiciones de mercado y producido en fábricas estatales, el acero chino es un 6% más barato que el del resto del mundo, por lo cual las industrias regionales difícilmente puedan competir con un “Goliat” de este tamaño. Además, según consideran las patronales siderúrgicas, la desaceleración de la economía china está provocando que este país quiera colocar en Argentina (y Latinoamérica en general) los excesos que ya no puede ubicar en su mercado.
Un dato duro alarmante para considerar es que China produce la misma cantidad de acero que el resto del mundo (49,5 % de la producción mundial) y –de acuerdo a lo que se puede advertir sobre este régimen totalitario– las condiciones de trabajo y la mano de obra que se emplea es considerada “insalubre” y los empleados –cuasi esclavos- trabajan más de lo debido para satisfacer una demanda “exacerbada”.

Según informó la Asociación Latinoamericana del Acero (ALACERO) en el primer bimestre de 2015, China embarcó hacia la región latinoamericana 1,7 millones de toneladas de acero laminado, 41% más que las 1,2 millones de toneladas registradas el año anterior. Asimismo, de la mano de esto aumentaron las importaciones de productos manufacturados con acero (productos metalmecánicos) como bicicletas, máquinas o heladeras, lo cual también alerta a otras industrias locales.

Este organismo además advirtió que el uso del acero en China creció apenas 1% en 2014 y la proyección es que siga decreciendo, no obstante ello las siderúrgicas chinas no han bajado el ritmo de producción.

El dumping, o vender en el exterior por debajo del costo de producción para ganar participación de mercado, es ilegal según las normas de la Organización Mundial del Comercio, por lo cual mediante un comunicado del pasado junio los empresarios de la Cámara Argentina del Acero solicitan que China no sea considerada “economía de mercado” (estatus que muchos países le han conferido) y que se detengan o regulen las importaciones provenientes de ese país.

Por cada millón de dólares que ingresan en productos de China, se pueden perder hasta 64 empleos en América Latina“, alertó la entidad.

En Argentina la empresa más destacada del sector -Techint-, ubicada en la localidad de Campana (a 70 km. de Buenos Aires) elabora tubos de hierro para la industria petrolera y ha sido muy afectada por la injerencia china en el mercado. Esto presionó a reducir la capacidad operativa de la industria lo que devino en suspensiones rotativas a 3.300 empleados.

“La entrada de productos de acero provenientes de China a través de prácticas de comercio desleal nos afecta desde el punto de vista del volumen en nuestro nivel de producción y en la rentabilidad”, advirtió Paolo Rocca, presidente de la organización Techint a Report Acero.

Hace 5 años atrás China tenía una participación de 6% en el mercado regional y ahora ya abastece el 13% del consumo de acero de la región. Esto alarma no solo a la industria siderúrgica sino a todos los argentinos -y latinoamericanos- que son testigos de cómo el régimen chino se va esparciendo como un virus en las células de los mercados locales.

En enero-abril de 2015, China embarcó 3,2 millones de toneladas de acero laminado hacia América Latina, 29% más que las 2,5 millones de toneladas registradas en el mismo período de 2014.

En tanto, las exportaciones totales de acero laminado de China siguen creciendo de forma acelerada y alcanzaron 31,2 millones de toneladas entre enero y abril 2015, 34% más que en iguales meses de 2014.

América Latina alcanzó una participación de 10,3% entre ene/abril 2015, cayendo medio punto porcentual con respecto a ene/abril 2014 (10,8%). La región solo es superada como destino por Corea del Sur, que recibió 4,1 millones de toneladas (13,3% de participación) en el período. El tercer destino es Vietnam que recibió 2,7 millones de toneladas (8,5% del total) entre ene/abril 2015.

Específicamente, en el mes de abril de 2015, América Latina recibió 822 mil toneladas de acero laminado desde China, un 17% más que en el mes anterior (700 mil toneladas) y 26% más que en abril de 2014 (652 mil toneladas).

Importaciones de acero laminado desde China por destinos

Los principales destinos latinoamericanos para el acero laminado chino entre enero y abril de 2015 fueron: Brasil, que recibió 584 mil toneladas (18% del total de la región); Centroamérica, que acumuló 504 mil toneladas (16%); y México, con 434 mil toneladas (13%). Ver Gráfico 02.

En los cuatro primeros meses del año, los países cuyas importaciones de laminados desde el país asiático se incrementaron más marcadamente versus mismo período de 2014 fueron: Cuba (aumento de 600%), Argentina (453%), República Dominicana (167%) y México (104%). Argentina, República Dominicana y Cuba, sin embargo, mantienen bajos volúmenes de importación.

Es para resaltar el constante aumento en el volumen de importaciones de acero laminado de México, que se consolida como tercer destino en América Latina, impulsado por la entrada de aceros comerciales.

Importaciones desde China por productos

El 62% del acero laminado importado por América Latina desde China durante enero-abril de 2015 fueron productos planos, que alcanzaron 2 millones de toneladas. Entre estos, destacaron por su volumen:

> Hojas y bobinas de otros aceros aleados (804 mil toneladas, 40% de los aceros planos importados desde China)
> Cincadas en caliente (431 mil toneladas, 22%)
> Bobinas en frío (309 mil toneladas, 16%)

Respecto a los aceros largos, China exportó a Latinoamérica 1,1 millones de toneladas, concentradas principalmente en:

> Barras (449 mil toneladas, 41% de los aceros largos)
> Alambrón (439 mil toneladas, 40%)

En el primer trimestre de 2015, la producción de acero crudo en América Latina disminuyó 2% mientras que la de laminados creció 2% versus ene/mar 2015. El consumo aparente de acero se incrementó 5%, siendo abastecido en forma creciente con importaciones, que ya representan el 34% del consumo en América Latina. La balanza comercial de la región sigue deteriorándose: en el primer trimestre de 2015 el déficit en toneladas se profundizó 30% vs mismo período de 2014.

Producción
Acero Crudo. En ene/mar 2015, América Latina y el Caribe produjeron 16 millones de toneladas de acero crudo, 2% inferior al volumen del primer trimestre de 2014. Brasil representó 53% de la producción regional (8,4 millones de toneladas), mostrando un crecimiento interanual de 1%.

Acero Laminado.En el mismo período, América Latina produjo 14,1 millones de toneladas de acero laminado, 2% más que en ene/mar 2014. Brasil fue el principal productor (6,6 millones de toneladas), 46% del total latinoamericano. México fue segundo (4,3 millones de toneladas), con 31%.

Con índices de crecimiento de 11% y 7% respectivamente, Venezuela y Ecuador fueron los países que mostraron mayor incremento en la producción de laminados versus ene/mar de 2014. En tanto, la producción de Argentina cayó 8%.

Consumo de acero laminado

Durante los tres primeros meses del año, el consumo de acero laminado en América Latina alcanzó 17,8 millones de toneladas, creciendo 5% vs 2014. Los mayores incrementos en consumo, tanto en volumen como en términos porcentuales, se registraron en México (649 mil toneladas adicionales y un incremento de 12%), Perú (+163 mil toneladas, 24%) y Colombia (+164 mil toneladas, 17%). Contrariamente, en Brasil el consumo de acero laminado se contrajo en 169 mil toneladas, cayendo 3% vs ene-mar 2014. Argentina también presentó una caída importante de 13% en su consumo de laminados, 166 mil toneladas menos que durante el primer trimestre 2014.

Balanza comercial

Importaciones: En el primer trimestre de 2015, América Latina importó 6,1 millones de toneladas de acero laminado, 20% superior al nivel registrado en ene/mar 2014 (5,1 millones). Actualmente, las importaciones de laminados ya representan 34% del consumo de la región, lo que trae aparejado desincentivos a la industria local, crecientes fricciones comerciales y está poniendo en riesgo fuentes de trabajo calificado.

Exportaciones: Las exportaciones latinoamericanas de acero laminado llegaron a 2 millones de toneladas, aumentando 3% vs ene/mar de 2014.

Balanza deficitaria

En los primeros tres meses de 2015 la región registró un déficit comercial de 4,1 millones de toneladas de acero laminado. Este desbalance es 30% mayor que el observado en el primer trimestre 2014 (déficit de 3,2 millones de toneladas). Brasil fue el único país de la región que presentó superá- vit en su comercio de acero laminado (67 mil toneladas). El mayor déficit se encuentra en México (-1,7 millones de toneladas). Lo siguieron Colombia (-643 mil toneladas), Perú (-499 mil toneladas) y Chile (-422 mil toneladas).

Producción abril 2015 – Información adelantada

Información adelantada de abril 2015, indica que la producción de acero crudo alcanzó 5,5 millones de toneladas en dicho mes, mismo nivel que en abril 2014. La producción de laminados cerró en 4,8 millones de toneladas, sin registrar crecimiento. En los primeros cuatro meses de 2015, la producción de acero crudo llegó a 21,4 millones de toneladas, el 1% menos que en igual período de 2014, mientras que la producción de laminados alcanzó 18,9 millones de toneladas, 2% más que en ene/abril 2014

Como una oportunidad para actualizar conocimientos y compartir experiencias a partir de los grandes terremotos ocurridos en el último tiempo en Chile, este miércoles inicia el XI Congreso Chileno de Sismología e Ingeniería Sísmica, una antesala de lo que será la próxima Conferencia Mundial de Ingeniería Sísmica (www.16wcee.com), a realizarse en 2017.

La actividad está organizada por la Asociación Chilena de Sismología e Ineniería Antisísmica y la Pontificia Universidad Católica de Chile, y está dirigida a ingenieros civiles, ingenieros con especialización en ingeniería sísmica, geotécnica, estructural y disciplinas afines.

Esta instancia considera la presentación de más de 100 trabajos científicos y de investigación. El programa contempla también las ponencias magistrales de los doctores Finley Charney, Norman Abrahamson, Alexandros Taflanidis, Ross Boulanger, Juan Carlos de la Llera y Gian Paolo Cimellaro.

El XI Congreso Chileno de Sismología e Ingeniería Sísmica cuenta con el patrocinio del Instituto Chileno del Acero, Ministerio de Obras Públicas, el Colegio de Ingenieros, el Instituto del Cemento y del Hormigón de Chile, la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales, la Asociación de Empresas Consultoras de Ingeniería, el Instituto de la Construcción y el portal Econstrucción.

La actividad parte el próximo miércoles 18 de Marzo, en el Hotel Intercontinental de Santiago. Más información en www.congresoachisina2015.com

En 2014, América Latina recibió un 56% más que en 2013 de acero laminado desde China a un precio promedio de 658 dólares por tonelada.

Las importaciones de acero desde China hacia Latinoamérica crecieron un 56 % en 2014 respecto al año anterior lo que “afectó seriamente” su producción, informó la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero).

Según el documento, la política china de precios a la baja de forma continua “refleja la existencia de prácticas desleales de comercio, ya que los precios del mercado doméstico de China no se han reducido en la misma proporción”.

En 2014, América Latina recibió un 56 % más que en 2013 de acero laminado desde China a un precio promedio de 658 dólares por tonelada.

En ese mismo período, China exportó acero al resto del mundo a un precio de 700 dólares por toneladas, lo que equivale a un 6 % más que en la región.

El informe señala que los destinos más afectados por los bajos precios de importación son Centroamérica, que enfrentó un precio del 19 % por debajo del promedio del resto del mundo, y Perú, con un 14 % menor al promedio mundial.

Alacero cree que los precios a la baja se deben a una estrategia china para mantener “exportaciones crecientes” y “evitar el desempleo”, lo que es posible gracias a que las empresas son “propiedad del Estado y se cuenta con políticas de apoyos y subsidios”.

Entre enero y diciembre de 2014, los productos de acero planos concentraron el 67 % del total de las exportaciones de aceros laminados de China hacia América Latina, a un precio un 16 % por debajo del resto del mundo.

En tanto, en ese mismo período las exportaciones de productos largos registraron un precio promedio por tonelada de 558 dólares, un 3 % superior al observado para resto del mundo.

Autoridades inspeccionaron además los últimos trabajos de pavimentación en el acceso sur al futuro puente. La ruta de casi 6 kilómetros registra a la fecha más de un 95% de avance y su inversión supera los $5.600 millones de pesos. El acceso norte al ducto tiene un avance de 45%.

El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, junto al ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, y al intendente de la Región de Los Lagos, Nofal Abud, realizaron esta mañana una visita inspectiva a la plataforma de sondajes instalada en el punto de construcción de la pila norte del futuro puente Chacao, que conectará a la isla grande de Chiloé con el continente.

En la oportunidad, las autoridades abordaron una embarcación en el sector del Chacao para dirigirse hacia la plataforma Jackup, en donde especialistas en el tema se encuentran en la etapa de pruebas y corrección de las perforaciones y análisis de muestras.

El Jackup es una estructura similar a una plataforma petrolera de 30 por 46 metros y 60 metros de altura, de fabricación holandesa que permite, en su capacidad máxima, que 40 profesionales puedan trabajar con autonomía de funcionamiento durante las 24 horas del día. Para ello, cuenta entre otras instalaciones, con un taller mecánico, uno eléctrico y otro de soldadura, además, de una grúa con capacidad de levante de 300 toneladas.

Tras el recorrido, el ministro Peñailillo destacó que “hoy vemos que el sueño del Puente Chacao se va haciendo realidad, avanza a paso firme y en los tiempos establecidos, en abril del año pasado la Presidenta Bachelet vino a entregar los terrenos en que se levantará este viaducto y hoy vemos que las obras del acceso sur al puente están prácticamente listas y ya está en operación la plataforma que visitamos. Esta obra es un orgullo para Chile no sólo por su magnitud, sino por lo que significa financiar cerca de 700 millones de dólares con recursos del Estado”.

El jefe de gabinete agregó que “este proyecto permitirá mejorar la calidad de los habitantes de Chiloé, disminuyendo de manera significativa los tiempos de cruce del canal, pero también permitirá ampliar las operaciones de nuestros servicios de emergencia respondiendo a una demanda muy sentida en esta región que es la conectividad”.

En tanto, el ministro Undurraga explicó que “es muy importante lo que estamos haciendo hoy día, en primer lugar por lo constructivo, porque esta plataforma hace un estudio del suelo marino en donde se instalará uno de los pilares gigantes de 199 metros, de magnitud como la torre Titanium y también es muy importante para la ciudadanía, porque es el primer hito visible de la construcción del puente Chacao”.

Posteriormente, las autoridades inspeccionaron los últimos trabajos de pavimentación que se ejecutan en el acceso sur al futuro puente. La ruta de casi 6 kilómetros registra a la fecha más de un 95% de avance y su inversión supera los 5.600 millones de pesos. En tanto, el acceso norte al puente tiene un avance de 45%.

El puente colgante sobre el Canal de Chacao unirá la Isla Grande de Chiloé con el continente, tendrá una longitud de 2.750 metros, contemplando un alto grado de innovación tecnológica debido a las características singulares de la obra.

El proyecto considera dos macizos de anclaje, tres pilas de hormigón armado con alturas cercanas a los 200 metros, un tablero de tipo cajón con diseño aerodinámico, accesos inmediatos y área de servicios que incluyen un edificio de control y monitoreo, y una sala de difusión con pasarelas y miradores.