El consumo aparente de acero caerá un 5% a fines de este año y en 2015 subirá un 2%, pasando desde 2.596,3 mil toneladas a 2.638 mil. Así lo indicó el Instituto Chileno del Acero (ICHA) en su Primer Informe de Proyección de Inversiones y Demanda de Acero elaborado en conjunto con la Corporación de Bienes de Capital (CBC).
Respecto a importaciones, el informe arrojó que se elevaron un 1%, considerando hasta junio de 2014, versus el mismo periodo del año anterior, con 809.255 toneladas.
La variación entre el periodo 2013-2012 había sido de un 14%, desde 703.027 a 803.552 toneladas, lo que da cuenta de la contracción del sector.
Aislando el efecto laminado en caliente, las importaciones cayeron 22% respecto a 2013 en el mismo periodo (503.202 toneladas contra 644.840). El lapso previo, se había mostrado un crecimiento de 15%.
En tanto, según datos entregados por Orlando Castillo, gerente general de CBC, se aprecia una baja de US$2.486 millones en las inversiones de proyectos de origen privado previstos para este año en distintos sectores de la economía.
Lo anterior impacta directamente a la demanda de acero, pues la velocidad de crecimiento o expansión está fuertemente relacionada con el componente inversión en nuevas obras. Eso, combinado con la importación de China a bajos precios, los tratados de libre comercio y un tipo de cambio “conveniente” para los asiáticos, hacen que la industria se presente en un complejo escenario, que plantea una competencia descarnada.
“Cada vez son más los dealers y traders que operan en Chile, debido a las bajas barreras de entrada a la importación de acero. En este escenario, los agentes involucrados en proyectos en acero deben tener especial atención con el cumplimiento de los estándares de calidad como la tensión de fluencia, ruptura, espesores y geometría, dado que son parámetros críticos considerados en el diseño estructural”, comenta Juan Carlos Gutiérrez, Gerente General de ICHA.
El factor China
El gigante asiático es el principal importador de acero en Chile, representando el 54% aproximadamente durante el primer trimestre de 2014.
En ese país, según la presentación de ICHA, se pasó de consumir 110 kg por habitante en 2002, a 500 en 2014. Además, tiene una sobrecapacidad de producción de aproximadamente 200 millones de toneladas, que en cualquier momento podrían entrar al sistema, sin afectar los precios.
Para Jorge Manríquez, director de ICHA y gerente de Marketing de Gerdau Aza, las cifras indican que el mercado chileno se ha desacelerado, con menor consumo de acero y un crecimiento marginal para 2015. “El competir con China es desleal por muchas razones y debemos trabajar en forma mancomunada en la industria y en relación con el Estado, para definir y respetar la normativa de calidad de los productos”.
Rodrigo Campos, gerente comercial de VH, concuerda con la preocupación de hacer frente a la arremetida China con calidad. “Estamos trabajando fuertemente para generar normas que avalen la producción de elementos terminados para la construcción y normar la materia prima que ingresa a nuestro país”.
Oportunidad en energía
En la ocasión, se presentó también el Panorama de Inversiones para el quinquenio 2014-2018, elaborado por la CBC, que dio cuenta que el volumen de proyectos se ha mantenido sin grandes variaciones.
Como inversión a materializar en el quinquerio, se contabilizó un stock de 961 proyectos privados y estatales al segundo semestre de 2014, por un total de USD 105.025 millones.
El sector más relevante es la minería, con un 40%, seguido por la energía, con un 27%. En este último, se avista una interesante oportunidad para la industria del acero, a partir de las Energías Renovables No Convencionales: centrales fotovoltaicas o termosolares, parques eólicos e hidroeléctricos de pasada concentran el 75% de la capacidad de generación.
“Es impactante el cambio paradigmático en la generación de energías a partir del alza de proyectos de ERNC. Hoy están en carpeta iniciativas con más de 1.500MW en ingeniería de detalle, una etapa avanzada para su emplazamiento”, acota Juan Carlos Gutiérrez.