En su octava versión de “Encuentros de Acero”, el ICHA convocó a dos destacadas profesionales para tratar el tema “La urgencia de aplicar la economía circular en la construcción y cómo ayuda el acero en este proceso”.

Las conclusiones fueron alarmantes y para graficarlas sólo algunas cifras: la industria de la construcción genera al año más de 3 millones de m3 de Residuos de Construcción y Demolición –  RCD, y el 20% de ellos no cuenta con sitios autorizados para su  disposición. Además, cada hectárea de vertedero significa la pérdida de 15.000 toneladas de agua subterránea y 525 kg de suelo fértil cada año, señaló Paola Molina, presidente del directorio del Comité de Edificación Sustentable – CES y el Subcomité de Economía Circular del Instituto de la Construcción.

Lo peor de esto, dijo la profesional “Se estima que, en Chile, se generan pérdidas del orden de US$315 millones anuales por mermas en materiales. Estos residuos son altamente aprovechables, pero terminan en residuos o escombros”.

Considerando que los efectos del cambio climático ya los estamos sufriendo con una mega sequía que dura más de una década, las acciones para revertir sus efectos “son urgentes”, señaló Molina. Para ello, dijo, hay que trabajar en algunos objetivos, tales como que el 50% de la edificación e infraestructura pública nueva cuente con criterios y atributos de diseño y construcción que se enmarquen en el modelo de economía circular, y al menos el 40% de los materiales, productos, piezas y componentes utilizados en ellos. Además, los edificios deben medir y reducir su huella de carbono y contar con certificaciones ambientales.

“Hay que diseñar Edificios Reversibles, que puedan ser desmontados al término de su vida útil y no demolidos como es la práctica habitual de hoy”. Según Paola Molina, la construcción en acero es una gran ayuda y aporte para este objetivo.

Actualmente Paola Molina preside también el Comité de Economía Circular del Instituto de la Construcción, instancia donde participan 28 instituciones de los sectores público, privado y academia, cuyo objetivo es instalar y promover sistemas constructivos amigables con el medio ambiente.

Por su parte, Paula Araneda, jefe de la División Tecnología de la Construcción del IDIEM, expuso sobre el tema “Economía Circular: Innovación en la Construcción y el rol del acero”.

Señaló que la industria de la construcción en Chile explica el 26% del uso global de energía y genera el 33% por ciento de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero del país. Además, genera casi 6 millones de toneladas de residuos al año. “por cada 10 pisos que se construyen en un edificio, uno equivale a residuos, por lo que la pérdida económica para las constructoras y la economía es enorme y evitable”.

Dijo que este problema se soluciona con el ecodiseño de los edificios y generando soluciones constructivas que incluyan la reducción, reutilización y reciclaje de los materiales. Destacó el uso del acero, ya que sus propiedades le permiten ser reciclado indefinidamente sin perder propiedades, por lo que se debe promover y practicar activamente su utilización y el reciclaje de los despuntes.

 

Desarrollar obras sustentables, con alto valor social y ambiental, pero que además permitan reducir los costos es un gran desafío que tiene la industria de la construcción. Hay que reducir el consumo de materiales, energía y agua sin alterar la calidad, pero también hay que reducir y ojalá eliminar los residuos o bien valorizarlos para que sirvan de insumo para la fabricación de otros productos.

En resumen, estamos hablando de Economía Circular, el modelo que tiene que reemplazar al actual de Economía Lineal y que se basa en la producción, utilización y disposición final indiscriminada. En este contexto, el Instituto Chileno del Acero (ICHA) y la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile (FAU) han iniciado la creación de ACEROLAB, entidad que promueve y gestiona la innovación en acero en Chile, tomando el diseño arquitectónico, constructivo e industrial como motor y piedra angular.  Fomentando la colaboración multisectorial público – privada – académica, AceroLAB pone la innovación en beneficio del desarrollo del país, sostenibilidad, productividad y la mejora de la calidad de vida de la sociedad.

Paola Molina, presidente del subcomité de Economía Circular del Instituto de la Construcción, destacó la iniciativa de crear AceroLAB y cómo el acero debe estar implícito en los nuevos modelos de desarrollo. “El acero tiene un rol muy importante, primero por su resistencia a los sismos y luego porque es 100% reciclable y genera un círculo virtuoso al crear una cadena de recolectores que viven del reciclaje, una industria que convierte esta chatarra en acero nuevo que es vuelto a utilizar por la construcción”.

Profundizando en el tema de Economía Circular en la construcción, Paola Molina señala que “la clave está en el diseño de la obra. “Hasta hoy el diseño en la construcción no considera una serie de externalidades como los residuos y las emisiones a la atmósfera, quedando estos aspectos en Tierra de Nadie. El cambio climático nos hizo ver este problema y que debemos hacernos cargo de él”.

El diseño de cualquier obra es clave para incorporar la Economía Circular a la industria de la construcción, señaló Molina. En él tenemos que considerar cómo utilizar menos materiales, y que, además sean amigables con el medio ambiente. El diseño de la obra también debe considerar la valorización de los residuos o bien su adecuada disposición para disminuir al máximo sus impactos ambientales. “Todo nuevo proyecto debe tener conciencia ambiental ya que es muy poco rentable no hacerlo, y esa es una buena noticia. De los residuos deben salir nuevos productos que alimenten la Economía Circular y eso es un gran aporte económico a cualquier obra”.

“Hoy en Chile estamos demandando más recursos de los que nos puede proveer la naturaleza y esos es insostenible”. Hay que capacitar a la industria sobre los beneficios de temas como la industrialización y la utilización de sistemas constructivos sustentables “pues cuando se entienda que estos sistemas constructivos generan beneficios económicos al reducir los tiempos de construcción, la utilización de materiales y las emisiones, se verá que son sistemas que entregan también beneficios económicos, además de los ambientales”.

 

 

La industria siderúrgica produce necesariamente emisiones gaseosas como subproducto. Cerca del 40 % del carbono utilizado para crear acero se emite en forma de monóxido de carbono (CO) gaseoso. El gas residual generado en los altos hornos y convertidores al oxígeno se quema o se emplea para producir electricidad para las plantas de laminación del acero. En cualquier caso, se quema CO y se emite CO2.

Un proceso innovador desarrollado por el proyecto financiado con fondos europeos STEELANOL ha demostrado un proceso nuevo y más respetuoso con el medio ambiente para aprovechar los gases residuales del acero. Coordinado por la empresa siderúrgica y minera ArcelorMittal de Bélgica, el proyecto ha mostrado que estos gases pueden reciclarse y fermentarse para producir bioetanol, un combustible empleado en automóviles como sustituto ecológico de los derivados del petróleo.

STEELANOL está mostrando los múltiples beneficios medioambientales que pueden extraerse del reciclaje de los flujos de residuos. Al reducir la cantidad de emisiones en origen se atenúa la huella de carbono directa de las plantas de laminación. Es más, la producción de carburante no derivado del petróleo mantiene los combustibles fósiles bajo tierra. La mayor parte del etanol resultante se mezclará con gasolina, pero también se utilizará en otros productos como combustibles para aviación.

ArcelorMittal ya ha puesto en marcha la construcción de las instalaciones nuevas en Gante (Bélgica). Los gases producidos en los altos hornos de la planta siderúrgica de Gante se utilizarán para fabricar bioetanol en lo que supondrá la primera instalación productiva a escala comercial de Europa. Si cumple con sus objetivos, dará pie a que se reduzcan en gran medida las emisiones de gases de efecto invernadero de la industria siderúrgica. Hoy en día, cerca de una cuarta parte de las emisiones de CO2 del sector manufacturero las genera la industria del hierro y el acero. Cada tonelada de bioetanol producida en la planta nueva podría sustituir a cerca de 830 litros de petróleo y reducir las emisiones de CO2 de ArcelorMittal en 2,3 toneladas.

La nueva tecnología que hace posible esta conversión de gas es producto del trabajo de LanzaTech, una empresa asociada al proyecto dedicada al reciclaje de carbono. En un proceso de fermentación de gas pionero, bacterias anaeróbicas se alimentan del CO de los gases residuales del acero para generar bioetanol, un proceso que no repercute en el agua, los alimentos o la biodiversidad.

Según declaró Jennifer Holmgren, directora ejecutiva de LanzaTech, en una nota de prensa publicada en el sitio web de STEELANOL: «El carbono de un solo uso debe dejarse atrás. Para descarbonizar nuestra economía, será necesario contar con el compromiso de grandes empresas y administraciones de todo el mundo a fin de garantizar que las tecnologías de reutilización del carbono forman parte de la solución. Esta instalación europea encarna los principios fundamentales de la economía circular y supone un impulso hacia un mundo con una producción de acero sin residuos».

Las instalaciones de Gante fabricarán, cuando se completen, cerca de 80 millones de litros de bioetanol al año. El impacto de los gases de efecto invernadero de esta producción será un 65 % menor que el de los combustibles derivados del petróleo. Es equiparable a poner en circulación 100 000 coches eléctricos cada año. La producción de bioetanol comenzará a partir de 2020.

STEELANOL ha mostrado que esta tecnología puede cumplir con los requisitos de alta calidad de los carburantes de automoción. Los procesos desarrollados podrían sustituir una enorme cantidad de combustibles en el sector del transporte y otros sectores.

Fuente noticia aquí

Para más información, consulte: Steelanol

La historia de la viticultura se remonta a los romanos, quienes fueron los primeros en adoptar el sistema de enrejado que levantaría las vides del suelo, creando lo que reconocemos hoy como viñedos modernos. Con esta técnica, prácticamente sin cambios durante cientos de años, los productores han debido enfrentar las dificultades asociadas al mantenimiento de esta técnica.

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América Latina y el Caribe se caracterizan por una urbanización consolidada, con un 79,5% de su población, en promedio, radicada en áreas urbanas. El principal desafío de la gestión urbana es mejorar la calidad de vida y lograr la sostenibilidad en las ciudades (CEPAL, 2016). En varios países de la región, los fenómenos naturales extremos como los terremotos, además de ocasionar riesgos para la vida y el bienestar de las personas, afectan directamente la economía y la infraestructura de sus centros urbanos.

Por consiguiente, un adecuado diseño sismorresistente resulta necesario para proyectar edificaciones menos vulnerables, resilientes, sostenibles y accesibles, con el fin de reducir de forma significativa el número de muertes, de personas afectadas y las pérdidas económicas luego de la ocurrencia de un terremoto, como lo establece el Objetivo 11 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ONU, 2017).

De acuerdo con el reporte del Global Construction Perspectives & Oxford Economics de 2015, la construcción será probablemente uno de los sectores industriales más dinámicos dentro de los próximos quince años, un suceso crucial para la evolución de las sociedades. Como respuesta a las nuevas necesidades de progreso, la tendencia mundial es utilizar el acero estructural como material de construcción para edificaciones urbanas (edificios residenciales, de oficinas, hoteles, centros comerciales, estacionamientos, escuelas y hospitales) en las principales ciudades del mundo. De hecho, las estructuras de acero han sido siempre consideradas como una solución adecuada para construcciones en zonas de alta sismicidad (Giouncu, 2013).

Propiedades como resistencia, rigidez y ductilidad hacen del acero un material con mejor desempeño a través de todo el ciclo de vida de las edificaciones. Entre las fortalezas que brinda el acero estructural en la construcción de edificios frente a otros materiales, destacan la flexibilidad arquitectónica, mayor velocidad de construcción, reducción del peso de la estructura, así como empleo de mano de obra más especializada, siendo esto una relación directa con el aumento en la calidad y rentabilidad de la obra terminada.

Según datos de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), 51% del acero de la región se destina a la construcción. Sin embargo, a diferencia de otras regiones del planeta, el acero como material estructural se encuentra particularmente concentrado en el sector industrial minero y petrolero. En consecuencia, toda investigación que permita avanzar en el entendimiento de su comportamiento y la reducción de la vulnerabilidad sísmica en aplicaciones para edificaciones urbanas está directamente relacionado con el desarrollo productivo y social de nuestras ciudades.

Los sismos de Northridge (1994) y Kobe (1995) permitieron estudiar las deficiencias en el diseño sísmico de estructuras en acero, específicamente de sus conexiones. Los códigos de diseño vigentes en EEUU, contemplan el uso de conexiones debidamente certificadas y calificadas para su uso en zonas de elevada amenaza sísmica. Esto ha permitido la implementación confiable de sistemas estructurales en acero orientado a la ejecución de viviendas de interés social en América Latina. Como consecuencia, numerosas edificaciones han incorporado conexiones soldadas, las cuales, siempre tienen como desventaja la ejecución en terreno y su control de calidad, motivando la búsqueda de nuevas conexiones que permitan soluciones apernadas entre perfiles “wide-flange”, adaptadas a la práctica constructiva de la región.

En este sentido, en la Universidad de Chile se llevó a cabo una investigación numérica y experimental de uniones a momento entre perfiles I (“wide-flange”) usando perfiles T soldados, enmarcado en el proyecto FONDECYT N° 1140628, donde se logró caracterizar el desempeño de esta conexión. La conexión de tipo doble T cortada (DST: Double Split T), compuesta por dos perfiles T apernados llamados T-stubs, es una de las conexiones precalificadas incluida en las recomendaciones FEMA 350 y AISC 358-2016. Sin embargo, las investigaciones que avalan su uso se han llevado a cabo en T-stubs fabricados a partir de secciones laminadas, generando la necesidad de indagar más sobre T-stubs soldados, considerando que éstos presentan ventajas por sobre los laminados, en términos de mejor uso de material, libertad de dimensionamiento, y disponibilidad en Chile.

Como resultado, se obtuvo la caracterización de la conexión mostrando un desempeño favorable, cumpliendo con los requisitos y procedimientos establecidos en normas AISC, obteniendo:
1. Mayor libertad de dimensionamiento que resulta en un diseño más óptimo que cuando se utilizan perfiles laminados.

2. Un ensamblaje que no requiere soldaduras en obra, las cuales poseen una mayor dificultad para realizarse, suelen ser más costosas y requieren de personal calificado para su materialización, factores que pueden llegar a afectar su calidad.

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Figura 1. Conexión DST

 

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Figura 2. Conexión DST en fase experimental.

A partir de dicho estudio, una nueva propuesta de conexiones pretende abordar una caracterización más amplia de conexiones empleando columnas tubulares tipo Hollow Structural Sections, teniendo en cuenta la interacción entre carga axial y la resistencia a flexión biaxial que se presentan en este tipo de conexiones, así como el estudio de nuevos patrones o protocolos de carga considerando la flexión biaxial. En la actualidad, tales efectos no han sido incorporados en las disposiciones AISC-341 y AISC-358, las cuales representan los lineamientos a seguir en el diseño de edificaciones de acero en zona sísmica en la región.

Figura 3. Conexión a momento tipo EP-HSS

Figura 3. Conexión a momento tipo EP-HSS

De esta forma, la actual línea de investigación espera dar respuesta confiable en términos probabilísticos cuantificando las incertidumbres que gobiernan los mecanismos de falla y la participación de los componentes de las conexiones, además del nivel de incidencia en el diseño de dichos componentes, con la firme convicción de que en Latinoamérica podemos aportar soluciones adaptadas a la práctica constructiva regional y la amenaza sísmica de la misma.

*Por: Eduardo Nuñez, Ph.D., Ricardo Herrera, Ph.D.

DESCARGAR PRESENTACIÓN “ESTUDIO EXPERIMENTAL DE CONEXIONES DE MOMENTO USANDO PERFILES T SOLDADOS” (PDF)

La construcción sustentable, impulsada hoy en todo el mundo, provee beneficios tanto económicos como ambientales y de calidad de vida. Es parte de una visión global de desarrollo sostenible, liderada por las Naciones Unidas, que se definió en 1987 como “la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.

Intenta lograr, de manera equilibrada, el desarrollo económico, social y la protección del medio ambiente.

En lo económico, si se incorporan tempranamente criterios de construcción sustentable, se utilizan materiales y procesos de menor impacto ambiental, logrando disminuir los requerimientos de agua y energía y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero; en lo económico, se consiguen redistribuciones en los costos, por ejemplo, restringiendo requerimientos de climatización. En tanto, al tener una mejor calidad de ambiente interior -ya sea en temperatura, iluminación, calidad del aire y confort acústico- está comprobado que se eleva el rendimiento (en el caso de las oficinas y centros educacionales) y la satisfacción de las personas.

 ¿Qué es?

La construcción sustentable considera todo el ciclo de vida de la edificación, desde el origen de los materiales que se utilizan -también el proceso de transporte y fabricación- hasta la construcción, operación y de construcción (entendida como el retiro de partes, piezas y materiales para ser reutilizados). Tenemos que considerar que nuestras obras estarán por las próximas décadas, incluso siglos, por lo que un proyecto ineficiente hoy tendrá un impacto negativo por largo tiempo.

Contar con edificaciones que entreguen un nivel adecuado de confortabilidad, que minimicen el impacto ambiental y el uso de recursos durante su construcción y operación, puede contribuir a que los países alcancen metas de reducción de consumo de energía y emisiones de gases de efecto invernadero.

Certificación Edificio Sustentable (CES) es una herramienta local para evaluar, calificar y certificar el comportamiento ambiental de los edificios de uso público en Chile. Nace de un trabajo de años en el Instituto de la

Construcción (IC), donde se analizaron los sistemas que han desarrollado los países más avanzados -Estados Unidos, Canadá, Francia, Inglaterra y Japón, por mencionar algunos-, detallando un conjunto de variables para elegir las más adecuadas a las construcciones del país.

Teniendo en cuenta la diversidad climática y territorial que se encuentra en la región -en Chile incluso a lo largo y ancho-, es fundamental considerar las características locales al momento de planificar una edificación: los requerimientos de climatización, iluminación y aislación térmica son completamente diferentes y pueden ser reducidos por un buen diseño de arquitectura pasiva (en el CES permite obtener hasta 2/3 de la puntuación).

El desarrollo de sistemas propios de certificación es una visión del mundo más desarrollado. Hoy, CES responde con una mirada de futuro a un desafío que en el hemisferio norte, principalmente, ya se ha internalizado. A través de una herramienta estandarizada y validada desde la experiencia y realidad chilena, recoge buenas prácticas y estándares en construcción sustentable, lo que permite promover y acercar niveles superiores en cuanto a diseño y construcción de los emplazamientos, con foco en eficiencia energética, calidad de ambiente interior, utilización de agua y otros recursos, además del manejo de residuos.

Es de esperar que ejemplos como este se repliquen en la región, asumiendo un desafío que permitirá avanzar en pos de un desarrollo sustentable, que beneficie la productividad de los países y la calidad de vida de las personas.

 *Esta columna fue publicada en la edición junio de la Revista Construcción Latinoamericana.

Investigadores en la Universidad de California en San Diego bambolearon y sacudieron el miércoles un edificio de seis niveles con armazón de acero sobre una plataforma móvil para ver cómo resistía los temblores de gran magnitud.

El inmueble de gran altura tembló, se sacudió y emitió un fuerte chasquido, pero se mantuvo erecto mientras drones observaban por las ventanas.

Los calentadores de agua y por lo menos algunas pantallas planas de televisión al parecer permanecieron en su lugar, aunque los investigadores necesitaban revisar todavía las imágenes de los drones para ver exactamente cómo se comportó el inmueble por dentro y por fuera.

En la prueba se simuló un sismo en Northridge de magnitud 6,7. Un temblor de esa potencia causó fuertes daños en 1994 en la zona de Los Ángeles.

El ensayo es parte de las diversas pruebas que se efectuarán durante tres semanas a un costo de 1,5 millones de dólares a fin de determinar si una estructura ligera de acero es mejor opción que una estructura de madera para edificios de apartamentos altos en zonas propensas a temblores como California.

La estructura de seis niveles fue construida en aproximadamente una semana, simula un edificio de apartamentos y es la más alta de su tipo sometida a pruebas sísmicas.

Está equipada con aparatos electrodomésticos, como calentadores de agua y estufas, que podrían causar un incendio durante un movimiento telúrico.

“Lo que estamos haciendo es el equivalente a someter al inmueble a un electrocardiograma para ver cómo se comporta tras un sismo y un incendio ocurrido después de un temblor”, dijo la profesora de ingeniería estructural de la Universidad de California en San Diego, Tara Hutchinson.

En las próximas semanas, el inmueble será sometido a otros potentes temblores simulados, entre ellos uno de magnitud 7,2, como el que sacudió Cape Mendocino, California, en 1992, y otro de 8,8 como el de Maule, Chile, en 2010.

Fuente: http://www.elnuevoherald.com/

El tema para el 9° Concurso Alacero de Diseño en Acero para Estudiantes de Arquitectura 2016 es un “Centro Cultural”.

Dicho proyecto estará inserto en alguna ciudad de carácter regional o provincial que permita aumentar la infraestructura cultural existente, congregue a los habitantes de todas las edades, sea motor de organización y cohesión social y sobre todo sirva como herramienta de progreso espiritual y dignificación de los individuos.

El objetivo que deben plantearse los grupos de alumnos es mejorar la calidad de vida de la población mediante la construcción de un equipamiento cultural digno al interior de la ciudad, creando un nuevo espacio de convivencia. Esta estrategia de intervención en zonas carentes de infraestructura sirve a la vez para revitalizar barrios como también de polo de desarrollo para el ordenamiento de toda la ciudad. En las Bases Técnicas del concurso se sugiere un programa tipo que requiere la búsqueda de un sitio apropiado, la adecuada inserción del proyecto en el lugar escogido, una solución original al requerimiento, el tratamiento del entorno y el correcto uso del acero, lo que los alumnos deberán investigar y resolver en detalle. Los proyectos que presenten los grupos de alumnos deberán poner especial cuidado en la originalidad de la solución constructiva adoptada y la proposición de soluciones en los temas medio ambientales y de ahorro de energía.

DESARROLLO DEL CONCURSO

El Concurso Alacero está conformado por 2 etapas:
a) Etapa nacional
En primera instancia, los estudiantes deberán conformar equipos, inscribirse y participar en el Concurso nacional. Cada país desarrollará el mismo tema y Bases Administrativas y Técnicas. En dicho concurso se elegirá al equipo ganador que representará al país en el Concurso regional.

b) Etapa regional
Los equipos ganadores de cada país pasarán a la instancia regional y todos ellos participaran en la fase final del 8º Concurso Alacero de Diseño en Acero para estudiantes de Arquitectura 2015 donde se distinguirá al mejor anteproyecto de América Latina.

CONTACTO Y CONSULTAS

Las consultas y/o aclaraciones referidas a las Bases Administrativas y/o Técnicas del Concurso, deberán formularse solo por escrito vía e-mail y deberán ser claras, precisas y específicas.

Todas las consultas se dirigirán a la Mesa de Ayuda y serán canalizadas al Director de Concurso, Arquitecto Álvaro Donoso y/o a la Coordinadora del Concurso Andrea Ortiz.

Contacto etapa regional:

Andrea Ortiz
Alacero
aortiz@alacero.org

Chile
CAP Acero
contacto@concursocap.cl
http://www.concursocap.cl

Más información en la página del Concurso Alacero
Facebook: concursodearquitectura@adoacero.org

 

Calidad de vida

El acero facilita nuestra vida diaria. Desde los barcos más grandes a las miles de millones de latas que se fabrican cada día. En rascacielos y en eficientes viviendas sociales. Es ideal para equipos de cirugía, seguridad, cocina. Es versátil, higiénico, seguro, reciclable. El mundo actual sería imposible sin acero.

El acero en la construcción

 

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El acero en el hogar

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Fuente: Worldsteel

 

Los niveles de contaminación en el planeta han puesto en alerta a todos los expertos, cuyos efectos ya se pueden sentir. El cambio climático es algo palpable, que impacta directamente el diario vivir de todos los seres vivos.

Pensando en eso, Chai Jing, periodista china, muy famosa en su país por su rol como conductora televisiva de investigación de la cadena CCTV de China, y muy  involucrada en actividades de defensa del medio ambiente realizó en 2014 una investigación independiente sobre los problemas ambientales en China, que compiló en un documental financiado con sus propios recursos, llamado “Under the Dome” (“Bajo la Cúpula”).

El material se convirtió en un éxito en las Redes Sociales. Solamente en China, fue visto por más de 150 millones, generando un debate amplio sobre polución y políticas medioambientales en dicho país.

Lamentablemente, el 7 de marzo de 2015, las autoridades chinas bloquearon este material en los sitios locales, pero el éxito se esparció a todo el mundo. Sin embargo, gracias al trabajo realizado por Ternium, socio de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), hoy está disponible una edición de 5 minutos, que recoge los pasajes más significativos sobre la polución en la industria del acero de China.

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El capítulo 2 hace referencia directa al efecto que tiene la industria china en el medio ambiente.

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